Es probable que en algún momento de su vida se haya preguntado qué es el éxito y qué es ser exitoso; y aún si no lo ha hecho, tal vez en algún momento lo vaya a hacer. Desde Tiger Academy, la escuela de productividad y desarrollo personal de Amikam Yalovetzky, se promueve la creación de metas Smart y la ejecución de tareas concretas (MIT) para cumplir con objetivos que de una u otra manera lo hagan exitoso. Pero ¿qué son las MIT y qué es el éxito?
Para Amikam, experto en desarrollo personal, el éxito es un esfuerzo por invertir tiempo en superar obstáculos. Para él, el éxito también se puede definir como la tranquilidad adquirida por la satisfacción que genera el saber que se ha hecho el mejor esfuerzo del que uno es capaz. En palabras más simples, ser exitoso es sentirse satisfecho por haber puesto el 100 % de su esfuerzo en un objetivo, sea que los resultados hayan sido o no los esperados.
“Dar todo por algo que te apasiona o por lo que crees no está lejos del lado de la victoria. Si el resultado final no se cumplió al 100 %, pero adentro de ti sabes que hiciste tu mejor esfuerzo, entonces a eso se le puede llamar éxito”, dice Amikam.
Por supuesto, la visión sobre lo que es el éxito es muy relativa a lo que cada persona cree que es ser exitoso. Para algunos se trata de la cantidad de dinero que tienen en la cuenta bancaria, mientras que para otros se trata del carro que manejan, los estudios o la reputación que tienen. Es importante entender que cada uno define su visión del éxito, aunque Amikam recomienda centrarse en aquello que verdaderamente lo apasiona y lo motiva a esforzarse cada vez más.
El camino hacia el éxito: ¿Cómo medirlo?
Como ya se mencionó, el éxito es relativo a lo que una persona piensa que es, por lo que cada uno lo puede medirlo a su manera. En el caso del método de Tiger Academy se recomienda empezar por conocer cómo medir el éxito y cuáles son los aspectos para tener en cuenta.
Por un momento piense en esta situación: Si su meta era incrementar las ventas mensuales de su empresa un 10 % y el incremento fue solo del 8 %, ¿es un éxito o un fracaso?
Si bien el éxito es relativo, lo importante en esta situación es preguntarse si puso todo su esfuerzo en lograr esa meta y no lo logró, o si por el contrario pudo haber hecho más de lo que hizo. Un 8 % de incremento en las ventas mensuales siempre va a ser mejor que un 5 %, pero claramente no es el 10 % que se esperaba, por lo que aquí la cuestión es si pudo haber hecho mucho más y si a pesar de no haber conseguido el objetivo se siente satisfecho con su esfuerzo.
Pasión, trabajo y persistencia
La mayoría de las personas empiezan su camino hacia el éxito por la pasión. Se trata de ese sentimiento que nos motiva a empezar a hacer algo y poner todo nuestro esfuerzo en ello. Gracias a la pasión empezamos a invertir tiempo y esfuerzo en una actividad o en un objetivo para hacerlo realidad. El camino hacia el éxito empieza por la pasión, pasa por el trabajo y culmina en la persistencia.
Al involucrarse en aquello que genera pasión van llegando nuevas ideas que lo ayudan a mejorar en el camino hacia el éxito. La idea es que el éxito no solo sea para uno mismo, sino también para servir a otros.
Muchos dirán que para alcanzar el éxito se necesita suerte. Amikam trae al caso un viejo refrán griego que dice que la suerte es estar listo cuando la oportunidad se presenta. ¿Cuantas veces ha perdido oportunidades por no estar listo? Siempre hay que estar preparado para tomar las oportunidades cuando se presentan.
¿Qué pasa cuando el éxito empieza a ser abrumador?
“Muchas veces cuando llegamos al éxito vienen las dispersiones y empezamos a ver las cosas de otra manera. Es como si nos dieran un martillazo”, comenta Amikam Yalovetzky. Algunas personas exitosas, como lo pueden ser las celebridades, llegan a tener millones de seguidores, visualizaciones y ganar mucho dinero pero, a su vez, se sienten fracasados y frustrados. Supuestamente lo tienen todo, pero en muchos casos entran en depresión y caen en malos caminos.
¿Por qué pasa esto? Amikam asegura que ocurre algo cuando somos exitosos y es que nos dejamos llevar por ese martillo, el cual puede ser cualquier otro tipo de dispersión. Para Amikam, la manera de sobrellevar el éxito empieza por entender la diferencia entre la reputación y el carácter.
La reputación no se puede controlar, aunque podemos intentar crear una buena reputación. Tampoco se puede satisfacer a todo el mundo, pero sí se puede controlar el carácter y establecer quién soy. La reputación es lo que se percibe en el exterior sobre quién soy, es decir, qué piensa la gente de mí y el carácter es lo que en verdad soy.
Amikam insiste en que el camino hacia el éxito no es recto, sino que es una espiral sin fin en la que se va escalando poco a poco.
Imagen principal: krakenimages (Unsplash)