No todos los países son iguales y no todas las culturas son iguales. Desde que se descubrió la nueva cepa del coronavirus, en diciembre de 2019, todos los países del mundo han llevado a cabo distintos planes de contingencia. Algunos han respondido por medio de la automatización, el rastreo y herramientas como Big Data. Otros, por su parte, han puesto en marcha plataformas digitales enteramente dedicadas a combatir el virus.
Para abordar la alianza entre tecnología y gobierno (que se conoce como GovTech) hay que tener presentes varios elementos. De hecho, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) publicó el Índice Govtech de Latinoamérica, España y Portugal (2020), en el que mide el uso de soluciones digitales en el sector público y el grado de madurez de los emprendimientos innovadores que aportan valor a la gestión de los gobiernos. La puntuación es sobre 10 y así quedó el listado:
- España: 6,6
- Portugal: 6,2
- Chile: 5,3
- Brasil: 5,2
- México: 5,2
- Uruguay: 5,1
- Colombia: 5
- Argentina: 4,1
- Costa Rica: 4
- Perú: 4
- Panamá: 3,9
- República Dominicana: 3,7
- Bolivia: 3,6
- Ecuador: 3,6
- Paraguay: 3,4
- Venezuela:2,3
Hoy, cuando seguimos en medio de una pandemia, la tecnología sea ha convertido en una herramienta para diferentes fines. Uno de los usos más aplicados, y a la vez debatidos, es el de las aplicaciones móviles. Hay varios casos en el mundo con diferencias que pueden parecer pequeñas, pero pueden generar consecuencias favorables o nefastas a futuro.
Lea también: Coronavirus y los derechos humanos en el espacio digital, bajo la lupa.
Según Reuters, hay 23 países que decidieron usar la tecnología de Google y Facebook (cuyos sistemas operativos son usados por el 99% de los teléfonos inteligentes) para estas aplicaciones. Este desarrollo plantea que el objetivo primordial es la privacidad y evitar que los gobiernos usen el sistema para recopilar datos sobre los ciudadanos. Para ello usa las señales Bluetooth de los teléfonos para detectar encuentros y no almacena datos de localización de Posicionamiento Satelital Global (GPS) –a propósito, Reuters explica cómo funcionan estas aplicaciones–.
De otro lado, países como Colombia (que prefirió usar un modelo centralizado de Singapur) decidieron hacerlo de manera independiente. Una opción o la otra implica variables de seguridad, privacidad, vigilancia estatal y otros temas a los que se les debería prestar atención. Recientemente la Alcaldía de Bogotá echó para atrás la obligatoriedad del uso de ‘Bogotá Cuidadora’.
¿Por qué aceptamos que la vacuna toma un tiempo en hacerse y que debe pasar una serie de evaluaciones y requisitos para desplegarse y en cambio con la tecnología pensamos que esas cosas no importan?
Cuestiona la directora de la Fundación Karisma, Carolina Botero.
En una batalla como esta, el GovTech en países como China y algunos miembros de la Unión Europea han fijado una vara muy alta a nivel global. ¿Cómo se comparan unos y otros? Acá hacemos un repaso por algunas de las estrategias globales más sonadas:
Imagen principal: Gerd Altmann en Pixabay
