¿Qué hacer con los hipopótamos ‘colombianos’?

Publicado el 26 Jul 2022

Hipopotamos

“No importa de qué movimiento sean o en que posición se encuentren frente al tema de los hipopótamos lo importante es llegar a consensos, dejemos de pensar desde nuestro punto de vista personal… Lo importante es entender que los hipopótamos son una especie exótica e invasora que le está generando daños al ambiente y que en el largo plazo, si no los controlamos, los daños ecológicos que se puedan ocasionar serán responsabilidad nuestra”.

Esto dijo Carlos Valderrama Vásquez, médico veterinario de la Universidad Nacional de Colombia con maestría en salud de animales silvestres del Instituto de Zoología, de la Sociedad Zoológica de Londres y del Royal Veterinary College of London.

Valderrama, profesional con más de 15 años de experiencia en resolución del conflicto animal-humano, habló en entrevista para Impacto ECO sobre el grave problema ambiental y social que genera la presencia de los hipopótamos en un país como Colombia, tan lejano de su hábitat natural.

Hipopótamos en Colombia
Hipopótamos en el Magdalena medio. Imagen: Herbert Bieser (Pixabay).

Los hipopótamos son mamíferos de gran magnitud nativos de África e invasores en Colombia. Llegaron en los años 80 cuando Pablo Escobar importó un macho y tres hembras para su zoológico privado de animales exóticos en la Hacienda Nápoles. Según el doctor Valderrama, actualmente hay aproximadamente 130 individuos en estado silvestre en el Magdalena medio, una cifra alarmante para todos.

Estos animales se establecieron rápidamente en esta zona que se caracteriza por tener humedales temporales, potencialmente inundable y con aguas cercanas al río Magdalena, condiciones similares a su hábitat natural en África. Además, según Valderrama, “los hipopótamos en Colombia no tienen ningún tipo de amenaza como depredadores o algún control natural como la sequía que se da en África”.

En 2011 el hipopótamo fue incluido por primera vez en listas preliminares como una especie exótica e invasora en Colombia pero poco se hizo en ese entonces. Fue hasta hasta hace 2 años que se empezaron a tomar medidas debido a que la rápida reproducción de estos animales representa un riesgo para la comunidad local y para la biodiversidad nativa.

Y es que los hipopótamos pueden ser portadores de algunas enfermedades zoonóticas como la tuberculosis, paratuberculosis, carbunco bacteridiano y brucelosis. Además, al no tener depredadores naturales, en Colombia se han apropiado de los hábitats de varias especies como las nutrias, los manatíes, chigüiros y caimanes causando su desplazamiento.

Adicionalmente las afectaciones al hábitat son devastadoras, pues son considerados ingenieros del ecosistema ya que consumen alrededor de 70 kilogramos de pasto al día generando su rápida disminución y sumándole su pisoteo. También contaminan en gran manera los diferentes afluentes con su materia orgánica que esparcen con su cola como si fuera un ventilador generando eutrofización.

Aunque se han planteado diferentes soluciones para este problema, algunas han generado polémica dentro de la comunidad ambientalista. Y es que una de las propuestas es sacrificar a los animales, lo que ha generado el rechazo por lo cruel que resultaría. Sin embargo, especialistas como el doctor Valderrama han advertido que “es una solución que no podemos sacar del llavero”.

Otra alternativa que ya se ha implementado desde el 2010 es la esterilización quirúrgica de los individuos con ayuda de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare). Sin embargo, esta acción resulta insuficiente debido a su rápida reproducción y a sus altos costos, pues esterilizar a un individuo cuesta entre 20 y 30 millones de pesos, sin contar la gran cantidad de equipos que se requieren y lo peligroso que este proceso puede ser para el animal y para quien lo realiza.

“La castración en hembras es más complicada que en machos debido a que se debe hacer una cirugía abierta. Para los machos es más sencillo, sin embargo, el riesgo para los individuos es muy alto dado que no se pueden controlar en estado silvestre y la tecnología es muy costosa”, advierte Valderrama.

Adicionalmente, en octubre de 2021 se inició un piloto experimental con 24 individuos del Magdalena Medio con GonaCon, un anticonceptivo que tiene efectividad en machos y hembras y que ha sido muy utilizado en zoológicos de Estados Unidos. Hasta ahora se busca seguir realizando el procedimiento por medio de dos estrategias:

  1. Aplicación a través de dardos a los individuos capturados y cebados.
  2. Usando rifles de dardos directamente en los lagos en donde están ubicados.

Este método es mucho más económico que la esterilización quirúrgica. Sin embargo, los expertos sugieren que se deben aplicar 3 dosis por individuo para que sea más efectivo lo que hace que el proceso sea complejo. Además, Carlos Valderrama ofrece un panorama más realista:

“Se pueden utilizar varios mecanismos como los hormonales o inmunológicos, pero son poco viables ya que no son tan eficientes al no tener una efectividad del 100 % pues se tiene una efectividad de aproximadamente 95 % tal como ocurre en humanos. Esto teniendo en cuenta que en mujeres se toma en tiempos determinados y periodos identificados, por lo tanto, en individuos silvestres es mucho más complicado porque no es voluntario y se debe aplicar varias veces lo que lo hace más difícil al tener la posibilidad de aplicarlo en tiempos equivocados además de poner en peligro al personal y al animal”.

Ahora, tal vez se preguntarán ¿Por qué no trasladarlos a África en donde están en peligro de extinción? Es una opción que aún sigue en estudio debido a su alto costo. Por ahora, se han estado trasladando a zoológicos y parques.

Y para concluir algo importante que advierte el doctor Valderrama:Los individuos que se encuentran en Colombia pueden tener enfermedades. Llevarlos a África puede ser devastador para toda la población de hipopótamos o incluso otras especies nativas de esa zona”.


Foto Principal: Pexels.

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Daniela Jaramillo Castillo
Daniela Jaramillo Castillo

Soy ecóloga de la Universidad Javeriana, con experiencia en educación ambiental. Cofundadora de EcoChuspa, un proyecto de divulgación y educación ambiental por medio de redes sociales. Además, soy amante de la entomología. En Impacto TIC hago la coordinación de Impacto ECO, el proyecto de sostenibilidad y medio ambiente del medio de comunicación.

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