La escena es recurrente en las películas y series cuyo tema principal –o al menos uno de los más importantes– es la ciencia ficción: en ‘El sexto día’, el interlocutor de Adam Gibson (Arnold Schwarzenegger) suelta el timón de su vehículo para que los dos puedan conversar tranquilamente durante el recorrido; a la voz de ‘Shields down’ (escudos fuera), el Batimóvil se libera de su armadura para dirigirse hasta el lugar donde lo espera el Hombre murciélago, y frena justo a sus pies. Kitt (‘El Auto Fantástico’), Herbie (el simpático Escarabajo de la serie que en Colombia se tituló ‘Cupido motorizado’), el Taxi en el que el mismo Schwarzenneger huye en ‘Total recall’… Cars no cuenta, porque era de dibujos animados. Eran carros del futuro.
Seguramente desde antes de que el nombre de ‘vehículos autónomos’ se volviera de uso común, los carros que se conducen solos han estado en el imaginario de los visionarios del mundo del entretenimiento, y ahora están en los planes concretos de los visionarios del mundo de la tecnología.
La lista cada vez es más grande: entre las empresas que están trabajando en proyectos relacionados con vehículos autónomos se encuentran nombres como Waymo (antes simplemente los vehículos autónomos de Google), General Motors, Ford, Volkswagen, Daimler-Bosch, Toyota, Intel, Tesla…
En 2017, el CEO del fabricante de procesadores Nvidia, Jensen Huang, le dijo a Reuters que los primeros vehículos autónomos estarían rodando por las calles en 2022. No se refería a modelos experimentales, sino a carros sin conductor reales y funcionales. Tres años antes, en 2014, el CEO de Tesla, Elon Musk, aseguró que esto ocurriría en 2023: “En 5 o 6 años seremos capaces de alcanzar la verdadera conducción autónoma en la que uno podrá, literalmente, subirse al carro, dormirse y despertar en el lugar de destino”, le aseguró el ejecutivo al Huffungton Post.
Entre más lejanos en el tiempo los vaticinios, la llegada de los carros autónomos también se veía más delante: en 2014, el presidente de Daimler fechó su arribo para 2025. Pero en 2013 el CEO de Nissan le apuntó a este 2020. Lo cierto es que, más allá de las predicciones, los vehículos autónomos parecen estar a la vuelta de la esquina. Se espera que para 2025, el valor de este mercado llegue a 1 millón de millones de dólares.
Las expectativas sobre los carros autónomos
Una de las promesas de los carros autónomos es reducir el índice de accidentalidad (algo en lo que falta camino por recorrer) y evitar las víctimas fatales en caso de que eventualmente se presente un accidente (una materia en la que hay más avances, según las estadísticas publicadas en Carsurance.net).
Curiosamente, este sitio reporta que el principal tipo de accidente en el que se han visto envueltos estos vehículos en las fases de pruebas han sido los choques por detrás, algo en lo que prácticamente no se tiene control, salvo que la causa haya sido una frenada en seco.
En materia de sostenibilidad, un documento del Centro de Systemas Sostenibles de la Universidad de Michigan destaca entre los impactos positivos de los vehículos autónomos los siguientes:
- Reducción de las congestiones.
- Características de seguridad que reducen la probabilidad de estrelladas.
- Mayor velocidad en las carreteras.
- Reducción del costo de viaje, debido en esencia a que los factores anteriores y otros también significan una reducción en el consumo de combustible.
Pero, aparte de los detectores de proximidad (los que hacen que el carro reduzca la velocidad o frente ante la cercanía de un obstáculo, como una pared u otro vehículo), los carros inteligentes van a tener, en el futuro, la posibilidad de comunicarse entre ellos. De esta forma, evitar un accidente ya no solo dependerá de que los vehículos reaccionen a tiempo cuando estén cerca, sino que las condiciones del tráfico en una esquina podrán conocerse incluso con cuadras de anticipación.
Las tecnologías envueltas en los carros del futuro
Los carros autónomos serán posibles –hablar en futuro se refiere a los usos comerciales, porque entre los modelos de prueba ya suman millones de kilómetros recorridos– gracias a la combinación de tecnologías como la Inteligencia Artificial (que, sin ánimo de ofender, podría superar la de muchos conductores humanos) o 5G, que gracias a la baja latencia y la alta velocidad de las comunicaciones ayudará a mejorar notablemente los tiempos de reacción de los ‘conductores’ digitales.
La participación de MediaTek en el desarrollo de estas dos tecnologías es ampliamente reconocida en el mundo de los celulares inteligentes y otras industrias, pero la empresa también avanza en un desarrollo que permitirá tener un chip como copiloto.
Se trata de una plataforma llamada Autus, que utiliza la telemática para manejar las comunicaciones que se transmiten desde y hacia los vehículos; sensores de radar MMWave (de alta frecuencia) que envían alertas sobre obstáculos y ayudan con las maniobras automatizadas; un sistema de procesamiento visual que usa sensores e información en tiempo real para incrementar la seguridad durante la conducción, llamado V-ADAS (por la sigla en inglés de Sistema de Asistencia de Conducción de Visión Avanzada), y hasta sistemas de entretenimiento dentro del vehículo.
El siguiente video le puede dar una idea más clara de lo que traerá MediaTek con el desarrollo de Autus. Dan ganas de que lleguen pronto, ¿verdad?
[su_note note_color=”#FCF3CF” radius=”5″]Este contenido fue desarrollado con apoyo de MediaTek, que no ha influido en el enfoque editorial. Entre MediaTek e Impacto TIC existen acuerdos comerciales a efectos de comunicar información factual y objetiva sobre innovación tecnológica.[/su_note]