IA y liderazgo no eran términos que solían combinarse en la alta gerencia; sin embargo, los últimos años han cambiado esta tendencia, haciendo más que relevante esta inquietud.¿hasta qué punto se relacionan estas variables en las empresas y gobiernos?
Para resolver estas dudas, Impacto TIC organizó el Live TIC ‘El futuro del liderazgo empresarial en tiempos de Inteligencia Artificial’, un evento que contó con la participación del economista y columnista en El Espectador, Martín Jaramillo, además de Sofía Botero, líder del proyecto Experiencia del Ciudadano en Ruta N, y Michel Kuperman Guerra, Sales Consulting Manager de Oracle NetSuite.
Las razones para este evento sobran, como lo demuestran las estadísticas: para 2022, una encuesta de IBM encontró que el 50 % de las empresas había intentado utilizar la Inteligencia Artificial de alguna manera, pero lo más impactante es que solo el 20 % de ellas lo había hecho apenas en 2017.
Esta adopción, resaltada por Jaramillo, nos permite entender nuestras limitaciones como especie. “Nosotros, como seres humanos, empezamos a ser más humildes, o nos toca hacerlo, porque muchas de las habilidades que tenemos las hace un computador mejor que nosotros”.
Sin embargo, Jaramillo también resalta que la Inteligencia Artificial es más un complemento que un sustituto, una variable fundamental cuando hablamos de generación de empleo y estrategia: “La Inteligencia Artificial piensa más rápido las movidas que yo, pero no tiene mejor estrategia que yo. Por eso es que un humano con Inteligencia Artificial le gana a la Inteligencia Artificial y le gana a cualquier otro ser humano”.
“La estrategia solamente la podemos definir los líderes empresariales porque, al final del día, no estamos optimizando problemas autodefinidos, sino estamos optimizando o estamos tratando de resolver problemas de seres humanos que a veces ni ellos mismos lo saben”, dice Jaramillo.
Coeficiente de adaptabilidad y liderazgo
“La adaptabilidad es la habilidad de reaccionar frente a un cambio inevitable”, afirma Michel Kuperman, recordando cómo vivimos en un entorno cambiante con variables que van desde lo geopolítico hasta lo ambiental y económico. Frente a este panorama, los líderes y sus organizaciones deben empezar preguntándose qué tan adaptables son.
Esta capacidad es llamada ‘Coeficiente de Adaptabilidad’ o AQ, por sus siglas en inglés. Solía referirse al terreno de la biología; sin embargo, su aplicación en términos empresariales permite conocer la resiliencia organizacional y la agilidad empresarial para responder frente a cambios en el mercado, tecnologías o regulaciones.
Particularmente hablando de Inteligencia Artificial, Kuperman destaca el potencial de esta tecnología frente a los grandes retos empresariales, especialmente del área de finanzas, como son la diversificación y expansión de los negocios; la optimización de los procesos; la eficiencia y la gobernanza, seguridad y cumplimiento de normas, entre otros.
“Hicimos una encuesta global de CFO y, en resumidas cuentas, los desafíos que dijeron son: ¿cómo hago para reducir costos y aumentar la eficiencia haciendo más con menos? ¿Cómo hago para aprovechar al máximo los recursos que tengo? ¿Cómo hago para tomar mejores decisiones y que eso me cueste menos?”, afirma Kuperman.
Frente a estos desafíos y a la hora de adoptar la Inteligencia Artificial, Kuperman nos recuerda que debemos tener en cuenta dos grandes factores: el humano y la tecnología (la herramienta). “Uno se complementa al otro. Si no tenemos herramientas adecuadas para la toma de decisiones, para poder optimizar mi negocio, pues mi negocio se podría llegar a quedar rezagado y podríamos perder ventaja competitiva”.
IA y liderazgo a partir del ser humano
Lo vital en toda implementación tecnológica y de negocios es que gire alrededor del ser humano, consumidor, empleado, socio, cliente, y a partir de allí se apalanque. Porque a partir de este uso de la IA es posible automatizar grandes volúmenes de datos, como análisis financieros, de inventario y de compras, etc. Por otro lado, permite generar insights prácticos, detectar anomalías y además adelantarse a la competencia, entre otras posibilidades.
Una variable adicional destacada por Kuperman es incluir estas tecnologías dentro de una arquitectura y no como esfuerzos o herramientas tecnológicas aisladas, ya que a partir de una arquitectura es posible integrar y optimizar las aplicaciones empresariales.
Sostenibilidad y ciudades
Sofía Botero, líder del proyecto Experiencia del Ciudadano en Ruta N, enriqueció el Live TIC dando a conocer el caso de éxito de Ruta N en Medellín y comparó cómo todas las complejidades de esta urbe son aplicables a las empresas. Un proceso que inició con iniciativas para conocer al ciudadano a través de un mapa de experiencia del usuario.
“A partir de ahí empezamos a entender cuál es la información relevante que queremos saber del ciudadano, que queremos gestionar y que queremos potencializar con el fin de conocerlo mejor. Cuando nosotros conocemos mejor al ciudadano, identificamos cuál es realmente su necesidad”, dice Botero.
Con el conocimiento adquirido es posible hacer predicciones más ajustadas, generando además conocimiento que permite a las ciudades anticiparse a las necesidades básicas de forma más automatizada y generando insumos para que los tomadores de decisiones elaboren estrategias.