En el marco de la III Cumbre Nacional de Facultades de Educación que se desarrolló en la Universidad de la Costa (Barranquilla), las tecnologías emergentes, y en particular la Inteligencia Artificial (IA), fueron protagonistas de un debate clave sobre el futuro de la educación en Colombia. Docentes, investigadores y autoridades del sector discutieron sobre los retos que impone la IA en la formación de maestros y estudiantes, resaltando tanto sus potencialidades como los riesgos que conlleva su implementación.
Uno de los puntos centrales abordados fue la necesidad de equilibrar la autonomía educativa con la flexibilidad que ofrecen las tecnologías. “Hemos hablado mucho de la necesidad de construir la autonomía para poder garantizar que la flexibilidad sea efectiva”, señaló Óscar Sánchez, director de Computadores para Educar y exviceministro de Educación Superior. Sin embargo, advirtió que sin una formación adecuada, “entramos en el reino de la confusión“.
Los desafíos son variados, sin embargo en los debates se trataron algunos muy puntuales, como el riesgo de generar una brecha educativa más profunda debido al acceso desigual a la tecnología. Sánchez evocó un debate de hace una década en el que se advertía que “para los niños ricos, maestros que dominan todas las herramientas, y para los niños pobres, robots”. Hoy, según el exviceministro, esta predicción se está convirtiendo en una realidad, lo que obliga a replantear cómo se integran la IA y otras tecnologías en el sistema educativo.
En este sentido, la IA plantea una revolución en la personalización del aprendizaje. “Hoy la IA puede individualizar el proceso educativo para un millón de estudiantes, diversificando ejercicios y diseñando currículos personalizados“, explicó Sánchez. No obstante, también alertó sobre la pérdida de control sobre la privacidad de los datos, la reducción del pensamiento crítico y los riesgos de dependencia tecnológica. “¿Dónde está ahora la libertad humana?”, cuestionó, resaltando que si bien la IA puede optimizar la enseñanza, también podría transformar negativamente el rol del maestro.
En la declaratoria final de la cumbre, los participantes coincidieron en la urgencia de que las facultades de educación asuman un rol activo en la formación de docentes capaces de integrar la IA de manera crítica y responsable. Se hizo un llamado a generar políticas públicas que fomenten el acceso equitativo a estas tecnologías y a promover la alfabetización digital desde una perspectiva ética.
Cecilia Dimaté, presidenta nacional de Ascofade y decana de la Universidad Externado de Colombia, enfatizó en algunos compromisos clave derivados de la cumbre, como la dignificación de la profesión docente y la necesidad de construir lineamientos para el uso pedagógico de la IA. “Queremos acompañar de manera decidida la construcción de los lineamientos para el uso pedagógico de la Inteligencia Artificial y de las tecnologías, que le permita a maestros y a maestras poder aprovechar una herramienta como estas, pero también desde una mirada crítica”, explicó.
También resaltó la importancia de flexibilizar los currículos de las facultades de educación para integrar mejor los diversos saberes de los docentes y contribuir activamente en la construcción de políticas públicas en educación.
“Con todo esto que hemos logrado, con la acogida que tuvimos con esta cumbre, con la satisfacción con que sentimos que se van los participantes, lo que viene es una invitación a cada uno de ustedes para que participe con nosotros en un trabajo conjunto en el que podamos nosotros pensar el país, pensar la formación de los maestros desde las diferentes perspectivas“, concluyó Dimaté.

Lo que viene para Colombia en educación e Inteligencia Artificial
Precisamente en febrero de 2025 se publicó el Conpes de Inteligencia Artificial que, dentro de varios temas, destacó en los aspectos relacionados con la educación en Colombia los desafíos como: la baja conectividad y acceso a tecnología en zonas rurales, que sólo el 25 % de las universidades ofrecen programas en IA o que menos del 24 % de las personas graduadas del país provienen de áreas STEM.
En el marco de la política nacional que se proyectó y que guiará las acciones del país a 2023 a través de 106 acciones, Computadores para Educar proporcionará dispositivos y herramientas digitales a las instituciones educativas oficiales entre 2025 y 2030. Adicionalmente, menciona el documento, se implementarán estrategias para fortalecer el uso pedagógico, ético y responsable de la IA en la formación de docentes y estudiantes.
También se menciona que se evaluarán las competencias digitales en pruebas estandarizadas como las pruebas Saber, en colaboración con el Icfes. Se actualizará y desarrollará una oferta de formación en IA alineada con las necesidades del sector productivo, liderada por el Sena; y se identificarán las cualificaciones relacionadas con IA en el marco del Sistema Nacional de Cualificaciones.
El desafío es claro: la Inteligencia Artificial tiene el potencial de revolucionar la educación en Colombia, pero su implementación sin una estrategia adecuada podría perpetuar desigualdades y debilitar los pilares del pensamiento crítico y la creatividad en los estudiantes. La responsabilidad recae en el sistema educativo, las políticas públicas y la sociedad en su conjunto para garantizar que la IA sea una herramienta de inclusión y no un nuevo factor de exclusión.