A medida que la tecnología avanza, muchas de las aplicaciones que más impacto tienen están relacionadas con la ciencia. No sorprende, ya que en últimas el apetito científico y la curiosidad humana son los que han llevado a crear dispositivos como el telescopio Hubble o el Gran colisionador de hadrones.
Sin embargo, la tecnología también tiene el potencial para influenciar nuestra vida indirectamente, al permitir alternativas para un mejor entrenamiento del personal médico; esto ha cobrado incluso más relevancia en el contexto de la pandemia, aunque incluso desde 4.000 A.C. el ejercicio de la medicina estaba regulado en la antigua Mesopotamia: allí, el castigo por una mala práctica era que el médico perdiera sus manos.
Esta búsqueda constante por el entendimiento de la anatomía humana y sus enfermedades requiere, en la mayoría de las casos, tecnología de punta. El camino de un estudiante hasta convertirse en doctor sigue sin duda alguna siendo uno de los más difíciles, pero la implementación de nuevas tecnologías a teorías antiguas es uno de esos elementos que pueden acompañar mejor a los estudiantes y facilitar el trabajo de los profesores.
El potencial de las nuevas realidades
Hoy en día es innegable el gran desarrollo que hemos tenido en materías de biomedicina y biotecnología. Después de todo, gracias a ellas se han creado vacunas, descifrado el genoma humano y erradicado enfermedades. La realidad virtual –una tecnología que se asocia más con entretenimiento y ciencia ficción– es una herramienta que mejora los procesos en biomedicina y promete también complementar mejor la enseñanza de los nuevos doctores.
La medicina y el entrenamiento de nuevos doctores ha sido por siglos una de las materias más delicadas. Los estudiantes deben adquirir en su entrenamiento las habilidades necesarias para poder atender a personas reales, que respiran y que ponen su vida en las manos del médico.
“En medicina somos muy tradicionalistas porque requerimos contacto en su primera instancia con cadáveres y ya después con las prácticas hospitalarias. Eso es lo que se llama el modelo tradicional. Lo que hacemos es mejorar este modelo tradicional, y ahí es donde nace este desarrollo tecnológico en anatomía”, dice Juan Camilo Suárez, docente de la facultad de medicina y psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Este desarrollo tecnológico tiene muchas formas, pero las nuevas realidades tienen el potencial de cambiar por completo el paradigma. La nuevas realidades se refieren a conceptos como el de la realidad virtual (RV, o VR en inglés) y la realidad aumentada (RA, o AR en inglés). La realidad mxita, por lo general, se puede entender como una combinación de ambas.
Por más práctica con anatomía muerta que exista, la experiencia con un paciente real es difícil de simular. Algunos elementos que se deben tener en cuenta son, por ejemplo, el manejo inteligente del estrés, el control sobre el paciente y condiciones imprevistas. La Realidad Virtual ofrece una inmersión total en un ambiente mucho más real que cualquier otra simulación.
Realidad virtual en práctica
Lo cierto es que estas realidades –la mixta y la virtual– tienen hoy en día bastantes casos de éxito. Según un estudio publicado en 2018, pero realizado en 2016, el uso de la Realidad Aumentada mejoró el aprendizaje en 17 de 21 casos de estudio. De la misma forma, se detectó una mayor precisión en la práctica médica de los estudiantes en 20 casos.
“Para dar un ejemplo, un proceso de intubación de un paciente se puede enseñar a través de esta tecnología y eso permite que más médicos estén en capacidad de realizarlo, reduciendo los riesgos para el paciente”, dice Alonso Verdugo, Chief Medical Officer de Microsoft para Latinoamérica de Microsoft, que ha implementado soluciones médicas con Microsoft HoloLens.
El potencial de la Realidad Virtual tiene varias aplicaciones potenciales, como el entrenamiento en pediatría, el estudio más detallado de anatomía y la práctica detallada de cirugías de alto y bajo impacto. En este video, por ejemplo, podemos ver una cirugía de rodilla utilizada para entrenamiento médico.
De la misma forma, Children’s Hospital Los Angeles han creado simulaciones en conjunto con Oculus –subsidiaria de Facebook– utilizadas para entrenar pediatras en condiciones críticas y prevalentes en niños.
Un elemento fundamental acá es el hecho de tener inmersión total. Ver un video o escuchar los sonidos son experiencias muy distintas cuando se usa un casco de realidad virtual. Poder ver y sentir la desesperación de una madre en una situación pediátrica de emergencia, por ejemplo, también enseña a manejar diferentes niveles de estrés y de trabajo bajo presión.
[su_box title=”5 ventajas de aprender con realidad virtual: ” style=”default” box_color=”#4479B8″title_color=”#FFFFFF” radius=”3″ class=””]
- Desarrollo de habilidades médicas: Se pueden simular cirugías poco practicadas pero de alta exigencia.
- Entrenamiento en la sala de urgencias: La inmersión total puede simular ambientes que necesitan reacciones rápidas y acertadas, como la sala de urgencias.
- Entrenamiento quirúrgico: Los estudiantes pueden observar y participar en cirugías desde muy temprano en sus estudios.
- Empatía: Un sentimiento fundamental de la profesión médica es la empatía. Esta emoción puede ser evocada más fácilmente por medio de la inmersión total.
- Mejor entendimiento de la anatomía: Existen partes del cuerpo –como los globos oculares– que cambian considerablemente al ser estudiados en cadáveres. Los modelos en RA y RV pueden ayudar a los estudiantes a entender mejor la anatomía viva.
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No todo es tecnología
Y sin embargo, aunque los beneficios que traen este tipo de tecnologías son ciertamente innegables, esto no significa que vayan a reemplazar totalmente el modelo tradicional. Y de hecho, esta nunca ha sido el objetivo.
“La educación virtual es un recurso, pero no puede totalizar el modelo pedagógico. Estas tecnologías son insumos, son herramientas y complementos a los modelos pedagógicos. A veces creen que por tener más tecnología, la calidad de la educación es mayor; pero no necesariamente“, nos dice Juan Camilo.
Se pueden generar procesos educativos excelentes y exitosos sin computadores.
Juan Camilo Suárez, docente de la facultad de medicina y psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Las tecnologías sirven de cierta manera para mejorar el proceso pedagógico, para entregar insumos que antes eran difíciles de conseguir. Pero, por más ventajas que tenga la virtualidad, los métodos tradicionales siguen siendo una parte fundamental del entrenamiento médico.
Sin embargo, estas nuevas tecnologías también pueden ayudar a cerrar la brecha digital. Una realidad incómoda es que el entrenamiento médico es uno de los más costosos, y por eso el pregrado en medicina ha sido históricamente el más costoso en Colombia.
La Realidad Virtual puede, en primera instancia, reducir costos frente al estudio de cadáveres y ofrecer una buena primera experiencia. De la misma forma, existen en YouTube videos enteros de cirugías en realidad virtual que pueden ser vistos con teléfonos inteligentes y que no requieren equipamiento adicional.
Una mirada hacia el futuro
Tecnologías como las nuevas realidades, además de tener el potencial de cambiar por completo el entorno del entretenimiento, también va a llevar la evolución al mundo del entrenamiento médico. Es una realidad que necesitaremos más médicos en el futuro, y es fundamental que cantidad no signifique sacrificar calidad.
Es innegable el hecho de que los médicos profesionales son hoy más importantes que nunca, pero el futuro de la medicina está también en las aulas y las manos de los estudiantes. Con todo esto, la tecnología médica llegará a tantos pacientes como sea posible.