Desde 1999 agosto ha sido el mes de la juventud. La Asamblea General de la ONU declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, con el objetivo de llamar la atención de la comunidad internacional sobre los problemas de la juventud y para ayudar a desarrollar el potencial de los jóvenes como socios de la sociedad actual, una donde la tecnología hace parte del día a día y donde se propende por acciones de corresponsabilidad entre diversos actores de cara a la juventud, y Colombia no es la excepción.
Panorama de los jóvenes ‘Ninis’ en Colombia
En Colombia, el panorama de los “ninis” —jóvenes que ni estudian ni trabajan— es alarmante y representa un desafío significativo para el desarrollo económico y social del país. Las causas de este fenómeno son multifactoriales, incluyendo la falta de acceso a la educación, el desempleo juvenil, y la desconexión entre las habilidades que ofrece la educación y las demandas del mercado laboral .
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) uno de cada cinco jóvenes en Colombia ni estudia ni trabaja. Para 2023, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) sobre juventud en Colombia, se estimó que alrededor del 22 % de los jóvenes entre 14 y 28 años se encuentran en esta situación. Esto significa que más de 2 millones de jóvenes no estaban integrados en el sistema educativo ni en el mercado laboral. En 2024 la situación continua similar, el mismo Dane evidenció que 17 de cada 100 jóvenes colombianos están desempleados.
Al desempleo se suma la deserción escolar. De acuerdo con datos del Ministerio de Educación Nacional, alrededor de 470.000 niños, niñas y jóvenes abandonaron el sistema educativo entre finales de 2022 e inicios de 2023. Esta cifra refleja un incremento significativo en comparación con el período anterior, cuando entre 2021 y 2022, el promedio de deserción fue de 330.000 estudiantes.
En cuanto a educación superior, el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies) reveló que las instituciones públicas han registrado una caída en el número de matrículas.
En comparación con 2022, las instituciones públicas de educación superior registraron una disminución de 7,368 estudiantes, descendiendo de 1.341.339 matriculados en ese año a 1.333.971 en 2023. Esta reducción se suma a la crisis que atraviesa el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), el cual alcanzó su nivel más bajo de matriculación en la última década después de perder más de 31.000 estudiantes durante el último año.
Casos de éxito de capacitación tecnológica a jóvenes en Colombia
La misma OIT indica que el acceso a la educación no garantiza automáticamente que los jóvenes obtendrán un empleo de calidad. El organismo recomienda adoptar políticas que promuevan que las juventudes se formen en proyectos que mejoren sus habilidades, de ahí que diversas entidades fomenten espacios, tanto de formación como de inserción laboral, especialmente desde áreas relacionadas con tecnología, dónde la falta de talento calificado continúa siendo un reto a resolver.
Para abordar este problema, tanto el gobierno colombiano como el sector privado han implementado diversas estrategias. El gobierno ha lanzado programas como ‘Jóvenes en Acción’, que ofrece transferencias monetarias condicionadas a la capacitación laboral y la educación, buscando así reinsertar a estos jóvenes en el sistema educativo o laboral; también se destaca la iniciativa de ‘Jóvenes Resilientes’ de USAID y ACDI/VOCA’ para fortalecer el emprendimiento juvenil en Colombia.
Por su parte, empresas del sector tecnológico han desarrollado programas de entrenamiento y capacitación para mejorar las habilidades digitales de la juventud.
Uno de estos casos es el programa de entrenamiento (training) de Siemens Colombia, diseñado para quienes aún no cuentan con experiencia, y sin importar a qué edad se hayan graduado. Este esquema flexible permite detectar las competencias de cada colaborador, equilibrar la vida personal con los deberes y la apertura a una bolsa de trabajo internacional.
“La primera barrera con la que los jóvenes se encuentran es el déficit de experiencia. Pero no se trata sólo del primer empleo, sino de brindarles una plataforma para crecer y desarrollarse. Las empresas tenemos la responsabilidad de crear programas de formación integrales, y un entorno de trabajo que les permita expandir sus talentos y aspiraciones”, señala Juan Carlos Hernández Perico, talent acquisition manager en Siemens Colombia, empresa de tecnología y automatización industrial.
El directivo también agregó que, “entendemos que cada uno comienza en un punto diferente, y por eso buscamos proporcionar el soporte necesario para transformar ese potencial en un caso ejemplar. El éxito no solo lo medimos por el trayecto laboral, sino también por el apoyo recibido a lo largo del proceso. Sólo en el último año, cerca de 18 jóvenes pasaron de tener un contrato en diferentes áreas y posiciones en nuestra compañía”.
Otro caso reciente es la alianza entre Samsung Electronics Colombia y la Universidad del Rosario, a través de la cual capacitaron gratuitamente a jóvenes en Inteligencia Artificial. En este programa gratuito, dirigido a estudiantes entre los 18 y 28 años de edad, participaron jóvenes de diferentes niveles de escolaridad y provenientes de todas las regiones del país bajo la modalidad virtual, promoviendo así la igualdad de oportunidades y contribuyendo a cerrar brechas de acceso a la educación de calidad. Desde su inicio en 2020, el programa Samsung Innovation Campus en Colombia ha certificado a más de 1,300 jóvenes en habilidades del sector 4.0, que durante el primer trimestre de 2024 generó 250.000 empleos para el país.
Dirigido a jóvenes de entre 18 y 28 años, este curso brindó a los participantes la oportunidad de adquirir no solo educación técnica en Inteligencia Artificial, sino también habilidades blandas esenciales para su futura inserción en el mercado laboral. A través de capacitaciones, talleres y experiencias prácticas, los estudiantes desarrollaron habilidades tecnológicas, de innovación y emprendimiento, preparándose para enfrentar los desafíos de la industria 4.0. Durante la fase práctica, los estudiantes crearon soluciones de inteligencia artificial aplicables a problemas reales de empresas, demostrando así sus capacidades en un tiempo récord.
“En Samsung creemos firmemente en el poder transformador de la educación y la tecnología. Este programa es un claro reflejo de nuestro compromiso por empoderar a la juventud colombiana, brindándoles las herramientas necesarias para sobresalir en el competitivo mundo laboral de la industria 4.0”, destacó Iván Laverde, Gerente de Ciudadanía Corporativa de Samsung Electronics Colombia.
“Con esta iniciativa, buscamos no solo formar técnicamente a los jóvenes, sino también integrarlos en el ecosistema empresarial, donde sus habilidades pueden contribuir significativamente a la transformación digital del país. Las reuniones con los empresarios han sido clave para establecer estas conexiones y abrir nuevas oportunidades para nuestros estudiantes“, expresó Sandra Milena Chacón, Decana de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.
Entre más jóvenes se unan a empresas que valoren su curiosidad, la innovación y el propósito compartido, más se contribuye a atacar frontalmente a desafíos como las tasas de desocupación. Con el respaldo adecuado, las juventudes estarán listas para triunfar en el ámbito profesional, y el Mes de la Juventud podría ser el inicio para alcanzar este objetivo.
“Entendemos que cada uno comienza en un punto diferente, y por eso buscamos proporcionar el soporte necesario para transformar ese potencial en un caso ejemplar. El éxito no solo lo medimos por el trayecto laboral, sino también por el apoyo recibido a lo largo del proceso. Sólo en el último año, cerca de 18 jóvenes pasaron de tener un contrato en diferentes áreas y posiciones en nuestra compañía.”, concluyó el directivo en Siemens Colombia.
Para seguir sumando esfuerzos en beneficio de la juventud en Colombia, es crucial adoptar una perspectiva interseccional que reconozca las complejidades y necesidades de los diversos contextos y poblaciones donde viven las y los jóvenes. Solo mediante un enfoque integral y colaborativo, entre sector público y privado, se podrán crear oportunidades reales y sostenibles que permitan a las nuevas generaciones desarrollarse plenamente en un entorno laboral en constante evolución.