En los últimos años, uno de los mecanismos de financiación con más potencial en las economías digitales es el de las plataformas de crowdfunding. Estas se caracterizan por que en muchos casos conectan directamente a usuarios o inversionistas con creadores de contenidos o emprendedores para financiar sus proyectos o ideas. Los proyectos pueden ir desde crear videojuegos hasta apoyar canales de YouTube que apenas empiezan su carrera.
Justamente por este campo de acción tan amplio es que se han creado campañas en ámbitos no solamente digitales, sino también en temas como viajes, gastos médicos, campañas políticas, proyectos científicos, donaciones y la creación de productos físicos. Por todas estas ventajas, y también por la de poder interactuar directamente con los usuarios, las campañas de crowdfunding han ganado fuerza en América Latina
¿Qué plataformas existen?
En la actualidad existen varias plataformas disponibles, todas muy distintas y en algunos casos también con la particularidad de que están pensadas para países como Estados Unidos o regiones como Europa, lo que no siempre las hace tan atractivas para otros mercados.
Tal vez la plataforma más popular es Patreon, cuyo modelo está basado alrededor de las suscripciones a los canales de los creadores y la posibilidad de acceder a varias categorías. Los suscriptores pueden acceder, por ejemplo, una categoría que cuesta de 2 dólares mensuales, una de 5 y otra de 10, cada una con beneficios distintos que también son siempre fijados por el creador.
Patreon es un gran complemento para Youtube, pues muchos creadores que tienen sus canales en esta última red abierta también tienen una cuenta en Patren en la que ofrecen ventajas adicionales a sus suscriptores. Dicho de otra manera, Patreon está pensada para ser una plataforma de apoyo a largo plazo –meses o años– a un creador que usualmente publica sus contenidos en lugares como YouTube. Para los usuarios que buscan apoyar campañas de largo plazo, Patreon es ideal; en cambio, su modelo dificulta hacer pagos únicos.
Si Patreon está pensada para ser un apoyo a largo plazo, otras plataformas como Kickstarter e Indiegogo son mejores para proyectos concretos. En este tipo de plataformas el foco es que muchas personas hagan por lo menos una donación que las hace acreedoras a ciertos beneficios digitales o físicos.
En un ejemplo sencillo, el videojuego Shenmue 3 recibió más de 6 millones de dólares en Kickstarter para apoyar el desarrollo y la publicación del título. Los usuarios podían donar desde 5 dólares, pero solamente recibirían el juego completo si donaban 29 dólares o más. En este sentido, Kickstarter e Indiegogo son mejores para proyectos o ideas con un principio y un final claros.
Pese a ser plataformas populares, lo cierto es que en regiones como América Latina no han tenido tan buena acogida. La razón principal es que en muchos casos no cuentan con medios de pago ni monedas regionales. Por este motivo, en Latinoamérica han empezado a nacer emprendimientos que replican estos modelos pero mejor ajustados a la economía de la región.
[su_box title=”Las 5 campañas de crowdfunding más exitosas” style=”default” box_color=”#0693e3″ title_color=”#FFFFFF” radius=”3″]
- EOS – Ethereum: fundado en 2018, EOS es un sistema operativo de blockchain que soporta operaciones de comercio descentralizadas. Su recolecta final fue de 4.100 millones de dólares, o 7,12 millones de ETH.
- Star Citizen – Kickstarter/independiente: videojuego de exploración espacial desarrollado por Chris Roberts, creador de Wing Commander y freelancer. Después de reunir 2 millones de dólares en Kickstarter, la campaña se movió a su sitio oficial en donde ha recaudado más de 300 millones.
- Sono Motors Sion – Independiente: Sono Motors es una compañía alemana que crea vehículos eléctricos capaces de ser cargados con energía solar por medio de células que están integradas en el vehículo. Esta campaña recaudó 59 millones de dólares.
- 4 novelas secretas por Brandon Sanderson – Kickstarter: estas 4 nuevas novelas de fantasía de Sanderson son el Kickstarter más popular de toda la historia. Después de recibir 1 millón de dólares en apenas 6 horas, hasta hoy el proyecto ha recaudado 37 millones en total.
- Pebble Time – Kickstarter: El Pebble Time es la segunda generación del reloj inteligente Pebble, que también es uno de los proyectos más populares de Kickstarter. Pebble llegó a su meta original de 500.000 dólares y hoy cuenta con 20 millones de dólares reunidos.
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Emprendimientos regionales
Una de las plataformas que más se han movido en el último año en América Latina ha sido la argentina Cafecito.app. Su crecimiento ha estado también basado en su simplicidad. Acá no encontramos suscripciones o categorías, sino que los usuarios hacen simplemente un pago pequeño por medio de Mercado Pago. En términos sencillos, la persona que necesita financiación crea una página y los usuarios le compran un café (o varios) por 100 o 200 pesos argentinos (casi 7.000 pesos colombianos). Esto, según explica Damián Catanzaro, su creador, también funciona para dejar de hablar de ‘donaciones’ y simplificar la relación entre creadores y usuarios.
Pese a que Cafecito hoy tiene más de 200.000 usuarios registrados, lo cierto es que por el momento opera solamente en Argentina, con planes para expandirse a Chile y Uruguay. Sin embargo, este modelo también existe en plataformas como Ko-fi y Buy me Coffee. El concepto es igual de sencillo, y los usuarios les compran un café figurativo a los creadores cuyo valor casi siempre ronda los 5 dólares. Pese a que no ofrecen transacciones en pesos colombianos, su precio relativamente bajo las hace más accesibles.
Por último, los emprendimientos colombianos también han sido protagonistas importantes en esta nueva economía. En el país, la plataforma más popular es Vaki, en donde Noticias Uno, Los Danieles y la Fundación Matarife han recaudado cientos de millones de pesos para sus proyectos. Vaki funciona como un híbrido entre Patreon y Kickstarter, ya que permite tener suscripciones recurrentes (Noticias Uno) así como hacer aportes únicos a proyectos puntuales (Matarife).
ArmaTuVaca es una plataforma parecida que se enfoca principalmente a proyectos puntuales, así como también en campañas de donación para cubrir costos médicos o apoyar la labor de organizaciones sin ánimo de lucro. Agrapp, otra plataforma, tiene un modelo distinto que busca apoyar el sector agro colombiano permitiendo que campesinos en busca de recursos para sus cultivos reciban la inversión de usuarios con la promesa de rentabilidad futura.
Por último, a2censo es una plataforma enfocada especialmente en pymes y nuevos emprendimientos. Cuenta con la participación de varios inversionistas y muchas de sus rondas exitosas superan los 100 millones de pesos.
Asuntos legales para tener en cuenta
En Colombia, muchas de estas plataformas están reguladas por la Superintendencia de Industria y Comercio, mientras que las empresas mismas tienen claro en sus términos y condiciones que en caso de que alguna recolección de fondos sea fraudulenta, los fondos serán congelados y el dinero devuelto a todas las personas que aportaron.
[su_box title=”Tips para artistas” style=”default” box_color=”#F73F43″ title_color=”#FFFFFF” radius=”0″]
Si soy artista musical, ¿puedo publicar mis interpretaciones y covers de canciones populares? – Es recomendable no tener materiales con derechos de autor protegidos, incluso si es una interpretación propia. En Colombia, los artistas musicales que deseen obtener permiso para covers deben primero hablar con Acodem –Asociación colombiana de editoras de música– para definir los términos legales y económicos de la colaboración. En Estados Unidos, es necesario adquirir una licencia mecánica.
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Ahora bien, es también claro entender que muchas plataformas tienen prohibidas las recolectas con fines políticos y que los creadores que incumplan las reglas no solamente se someten a la pérdida del dinero sino también a reportes frente a la Superintendencia. En términos legales, los usuarios y los creadores de campañas están entrando en una figura de contrato que acarrea derechos y responsabilidades.
Otro punto importante de mencionar es el de los derechos de autor. Todas las plataformas tienen tolerancia cero frente a proyectos o iniciativas que infrinjan los derechos de autor. Esto se extiende a materiales como imágenes, videos, logos y música que pueden ser utilizados tanto en el proyecto como en su promoción dentro de la plataforma. Antes de lanzar cualquier campaña, grande o pequeña, es clave tener claras las licencias de los materiales.
En Colombia, la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas –Dian– ha expresado que este tipo de recaudos no tienen una ley general de impuestos y retenciones. Para la entidad lo más importante primero que todo es definir si en un proyecto los ingresos son ordinarios o no para entender si se ajusta mejor a la definición que da la entidad de ganancia ocasional. Acá es difícil dar una respuesta clara que se ajuste a todos los proyectos, y por esto es importante comunicarse con la Dian para tener claro el marco fiscal.
La ganancia ocasional, como su nombre lo indica, es un ingreso que no es ordinario, sino todo lo contrario, esporádico, infrecuente, extraordinario, que se obtiene por el cumplimiento de determinados hechos que no hacen parte de la actividad cotidiana del contribuyente o por el azar o la mera liberalidad de otras personas.
Fuente: Oficio Dian 046 (909486) en Cijuf.org.co
Por último, es importante también entender que las plataformas no son responsables por asuntos legales que puedan surgir. Es decir que si un usuario desea poner una demanda sobre algún creador que incumplió los términos, todo el proceso legal estará por fuera de la plataforma y se hace a nombre personal o de la empresa constituida.
La recaudación de fondos se ha convertido sin duda alguna en un modelo popular para organizaciones e individuos que deseen una comunicación más directa con sus audiencias y sin tener necesariamente que estar mediados por inversionistas u otros fines económicos. Pese a su facilidad, es clave entender que también tiene un marco regulatorio y que cada plataforma tiene también un enfoque principal.
Imagen principal: Camylla Battani (Unsplash)
