“Si Dios lo permite, Expo I va a ser ese ecosistema donde todos los funcionarios del país vengan a capacitarse”, afirma Nixon Mejía, CEO y fundador de Expo I, uno de los eventos más importantes de ciudades inteligentes de Colombia. Y es que, a pesar del cansancio de las maratónicas jornadas de este evento de tres días, Mejía ya mira hacia el futuro.
Para ser más exactos, Mejía destaca la transformación de Expo I, que “no solamente es un evento que nació como una feria comercial y hoy es una cumbre, sino que es un ecosistema donde van a capacitarse los funcionarios, donde las empresas de tecnología encuentren posibles aliados comerciales para mostrar sus casos de éxito ya probados en otras latitudes”.
Esta evolución de una cumbre a un ecosistema también es resaltada por Omar Duarte, organizador de Expo I, al afirmar: “Tenemos ya todo un ecosistema de empresas, de ciudades. Entonces, lo que queremos es tener una plataforma de conexión donde se vean las ciudades, lo que hacen y quién lo está haciendo, bajo qué parámetros. Para no ponerme a inventar algo, sino tomar la buena práctica”.
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Bogotá, una piedra angular del futuro Expo I
Oriundo de Lorica, Mejía destaca cómo la inclusión de los territorios es fundamental en el desarrollo futuro de Expo I. “Queremos que no solamente sea Bogotá, que Bogotá sea el papá grande, pero que los hijitos pequeños [los municipios] también se empiecen a modernizar. Colombia tiene un potencial de crecimiento impresionante. Somos 55 millones de habitantes con unas dolencias particulares de cada región”.
Duarte coincide en este punto: “Queremos seguir manteniendo nuestro evento central en Bogotá, sobre todo por la hospitalidad que nos ha dado la Alcaldía”. Sin embargo, no descarta la llegada a otras ciudades “un poco bajo el concepto que tenemos acá, que es más de networking”.
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Aunque Expo I dejó un parte de victoria tras 3 días, 35 conferencias, 45 marcas asociadas, 2.500 líderes asistentes y más de 10 talleres de capacitación, entre otras cifras, Mejía ya mira hacia el futuro. Después de todo, en sus palabras: “Esto es una maratón que comienza prácticamente un año antes”.
Una maratón que no solamente se basa en mostrar soluciones tecnológicas, sino que se mide en el bienestar de las personas y que es el resultado de procesos y trabajo en equipo, o como diría Duarte: “Lo que pasa es que estoy de acuerdo con el concepto de que la tecnología a veces se vuelve como un cliché y no tiene que ser el fin, sino el medio. El fin tiene que ser el bienestar”.