Del COP24 y el papel de la innovación para combatir el cambio climático

Publicado el 18 Dic 2018

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Sin lugar a dudas, el cambio climático es el problema que define a nuestra época a lo largo de la existencia de la humanidad. Y es que, sin importar el lugar de la Tierra en que se encuentre, en mayor o menor medida, cualquier ser humano puede decir que ha sufrido o es testigo de las consecuencias del aumento de grados centígrados en la temperatura.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la variación del clima afecta a los suministros de agua dulce, de alimentos y altera la distribución de los brotes de enfermedades infecciosas; tanto así que según prevé este organismo, de no actuar, entre 2030 y 2050 este fenómeno causará unas 250.000 muertes adicionales cada año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.

A esto se suman los desastres naturales. El aumento e impacto devastador de huracanes, inundaciones, sequías, olas de frío y calor, tormentas e incendios forestales ya han cobrado por año una media de 60.000 muertes, especialmente en los países en desarrollo.

Es por ello que lo ocurrido el 16 de diciembre de 2018 en Katowice (Polonia) durante la 24 Cumbre de las Partes de Cambio Climático (COP24) es un hito histórico: 200 países definieron una ruta detallada de reglas para aplicar el Acuerdo de París y sentaron las bases para su aplicación a partir del año 2020.

El logro fue establecer un estándar para que cada país mida sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), haga seguimiento de sus políticas acerca del clima y cumpla con el objetivo fijado en el Acuerdo de París de mantener el incremento de la temperatura global muy por debajo de los 2 grados centígrados, convirtiéndose así en el pacto más ambicioso que existe hasta el momento para combatir el Calentamiento Global.

También incluye directrices relacionadas con el establecimiento de nuevos objetivos de financiación desde 2025 para dar seguimiento al objetivo actual de movilizar 100 mil millones de dólares anuales para apoyar a los países en desarrollo, llevar a cabo el balance mundial sobre la eficacia de la acción climática en el mundo en 2023 y cómo evaluar los avances en el desarrollo y la transferencia de tecnología.

¿Realmente un logro?

Algunos de los asistentes al evento manifestaron su alegría al señalar que se está sentando una base sobre la cual se puede seguir construyendo.

La participación de los Estados Unidos fue, por ejemplo, todo un aliciente, teniendo en cuenta que desde junio de 2017 el presidente Donald Trump anunció la retirada de su nación del Acuerdo de París, al considerar que no estaba alineado con sus promesas de campaña ni con los intereses económicos de su país.

Este hecho causó revuelo, especialmente entre los países latinoamericanos los cuales expresaron su preocupación por la reducción de transferencia de tecnología y financiación internacional que supondría el retiro del gigante norteamericano, especialmente en el tema de transición energética.

Sin embargo, el hecho de que los enviados de Washington hayan validado lo acordado en Katowice reavivó la esperanza de algunos sobre la posibilidad de que la Casa Blanca revierta su decisión y Estados Unidos sea parte activa del Acuerdo, o en última instancia, de que el próximo presidente lo haga.

La ONU también se mostró optimista. La Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa, dijo:

[su_quote]“Se trata de un logro excelente. El sistema multilateral ha dado resultados sólidos. Esto es una hoja de ruta para que la comunidad internacional aborde el cambio climático con decisión. Las directrices en las que las delegaciones han estado trabajando incansablemente son equilibradas y reflejan claramente cómo se distribuyen las responsabilidades entre las naciones del mundo. Incorporan el hecho de que los países tienen capacidades y realidades económicas y sociales diferentes”.[/su_quote]

Sin embargo, otro sector de la comunidad se mostró inconforme al considerar que lo acordado es poco frente al reciente anuncio hecho por la Organización Meteorológica Mundial sobre del aumento de los GAE.

En noviembre de 2018, esta entidad, en su último boletín informó que el promedio de concentración mundial de dióxido de carbono (CO2) pasó de 400.1 partes por millón (ppm) a 403.3 ppm en 2016 y a 405.5 ppm en 2017.

“La ciencia es clara: si no reducimos rápidamente las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero, el cambio climático tendrá efectos cada vez más destructivos e irreversibles en la vida en la Tierra. Nuestras oportunidades de actuación están a punto de agotarse”, declaró el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas en esa ocasión.

A este dato se sumó el emitido por el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), en el que se reveló que el mundo sólo puede permitirse un aumento global de 1,5 °C hasta fines de siglo para evitar poner en peligro el futuro de la humanidad.

Tomando en cuenta este panorama, la Directora Ejecutiva Internacional de Greenpeace, Jennifer Morgan, se pronunció respecto al COP24 y las reglas establecidas para el Acuerdo de París.

En un fuerte comunicado, Morgan dijo:

[su_quote]Un año de desastres climáticos y una grave advertencia de los mejores científicos del mundo deberían haber llevado a mucho más. Los gobiernos defraudaron al ignorar la ciencia y la difícil situación de los vulnerables. Reconocer la urgencia de aumentar la ambición y adoptar un conjunto de reglas para la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se enfrentan a la extinción… Esto es moralmente inaceptable….[/su_quote]

Lo mismo hizo Manuel Pulgar-Vidal, Líder de Clima y Energía de WWF. Mediante un comunicado, la organización y su vocero celebraron los avances en la adopción de un reglamento casi completo para poner en práctica el Acuerdo de París, pero se mostraron preocupados por la falta de más ambición por parte de los países para hacer frente a la emergencia climática.

[su_quote]“Los líderes mundiales llegaron a Katowice con la tarea de responder a las últimas investigaciones de la ciencia en torno al clima, que dejaron en claro que solo tenemos 12 años para reducir las emisiones a la mitad y evitar un calentamiento global catastrófico. Han hecho un progreso importante, pero lo que hemos visto en Polonia revela una falta fundamental de comprensión de algunos países de nuestra crisis actual… Ahora necesitamos que todos los países se comprometan a aumentar la ambición climática antes de 2020, porque el futuro de todos está en juego “.[/su_quote]

La innovación tecnológica, vital para implementar el Acuerdo

Desde mayo de 2017, momento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Bonn (Alemania), una serie de buenas prácticas relacionadas con la innovación tecnológica han sido compartidas entre gobiernos por su carácter de ampliación y replicación.

El suministro de electricidad producida con paneles solares a comunidades rurales cuyos miembros pagan gracias al teléfono celular en algunos países africanos, una herramienta de predicción meteorológica para comunidades agrícolas de Jamaica y un sistema de autobuses rápidos en ciudades de China y Etiopía; algunas de las experiencias dadas a conocer.

Varias voces han insistido en la importancia de tomar el buen ejemplo de estas acciones y de darle relevancia a la innovación y a la tecnología para implementar y alcanzar resultados en los planes nacionales de acción climática.

Por ejemplo, la presidenta de la COP21 celebrada en París en 2015, Ségolène Royal, quien resaltó la necesidad de unir las finanzas ‘verdes’ con la innovación y las soluciones tecnológicas para luchar contra el calentamiento global.

O Youba Sokona, vicepresidente de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), quien durante el evento en Alemania destacó que la innovación es crucial para esta problemática, e identificó cuatro elementos clave para acelerarla: liderazgo del sistema, instituciones fuertes, recursos (humanos, financieros e institucionales), y un enfoque en las prioridades tanto a corto como a largo plazo.

Por su parte, Michael Rantil, miembro del Comité Ejecutivo de Tecnología (TEC) -brazo político del Mecanismo de Tecnología de las Naciones Unidas-, ha dicho que:

“la innovación tecnológica es un asunto complejo y polifacético. Pero también es una de las llaves para resolver el desafío climático”.

De hecho, el TEC ha hecho lo propio. En miras al COP24, en Noviembre de 2018 publicó un informe de política que proporciona recomendaciones sobre acciones que alientan, guían y apoyan a los empresarios en sus esfuerzos por desarrollar tecnologías climáticas innovadoras.

Sin embargo, sigue siendo la voluntad política de cada país lo que haga posible poner todas estas recomendaciones y acciones en práctica. Y con las reglas claras, producto de la reunión en Polonia, y los informes y experiencias que los diversos comités ya han compartido con los gobiernos, ahora solo queda esperar a que los líderes comprendan lo que en varias ocasiones ha dicho Antonio Guterres, Secretario general de las Organización de las Naciones Unidas:

“Somos la primera generación que entiende el cambio climático y la última que puede hacer algo al respecto”.

[su_box title=”Acuerdo de París, ¿de qué se trata?” style=”soft” box_color=”#0f1dc0″]En diciembre de 2015 se dieron cita en la capital de Francia los líderes de 195 países, para llegar a un acuerdo contra el cambio climático. Una reunión tildada por muchos como histórica, pues después de dos semanas de arduas negociaciones, se logró un texto en el que naciones desarrolladas y países en desarrollo se comprometieron a gestionar la transición hacia una economía baja en carbono.

El documento, ahora conocido como el Acuerdo de Paris, establece medidas para la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas del planeta a los efectos de las variaciones del clima producto de las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). [/su_box]

Foto: UNFCCC/James Dowson (vía news.un.org).

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María Camila Gómez Caballero

Comunicadora social y periodista de la Pontificia Universidad Javeriana, con experiencia en comunicación digital, redacción, gestión de redes sociales y alianzas estratégicas.

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