Plan Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación: ¿esa platica se perdió?

En Bogotá se hizo un plan distrital de ciencia y tecnología que debía convertor a la ciudad en una sociedad de conocimiento en 2019 ¿Qué pasó con eso?

Publicado el 19 Feb 2020

Bogotá- en qué va el plan distrital de ciencia, tecnología e innovación

En enero de 2020, los medios y periodistas que cubrimos tecnología encontramos un reto interesante en las redes sociales. Allí nos preguntaban si sabíamos qué había pasado con el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2007-2019. Y nos sorprendimos de que muchos ni siquiera teníamos idea de su existencia. Por eso empezamos buscar el documento oficial del plan, para informarnos y hacer las averiguaciones del caso.

El documento se presentó en 2007, cuando Luis Eduardo Garzón era el alcalde mayor de Bogotá, pero la historia del plan comenzó en 2005, cuando el Concejo Distrital aprobó (por el acuerdo 146 de 2005) la creación de la Comisión de Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación (Codiciti).

Esta comisión sería la encargada de construir, en consenso con los actores del Distrito Capital, la visión para “desarrollar en el corto, mediano y largo plazo una capacidad endógena de ciencia y tecnología como base para una gestión competitiva en las organizaciones públicas y privadas, creando las condiciones de generación, difusión y utilización del conocimiento, que incrementen la productividad y mejoren la calidad de vida de sus habitantes”.

[su_expand more_text=”La comisión estaría integrada por los siguientes funcionarios (haga clic en este enlace para ver el listado completo):” less_text=”Ocultar el listado” height=”0″ hide_less=”no” text_color=”#333333″ link_color=”#0088FF” link_style=”default” link_align=”left” more_icon=”” less_icon=”” class=””]

  1. El Alcalde Mayor de Bogotá o su delegado.
  2. El Director del Departamento Administrativo de Planeación Distrital o su delegado.
  3. El Secretario de Educación Distrital o su delegado.
  4. El Secretario de Hacienda o su delegado.
  5. El Director del Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente (Dama) o su delegado.
  6. El Secretario Distrital de Salud o su delegado.
  7. El Director del Jardín Botánico ‘José Celestino Mutis’ o su delegado.
  8. Dos (2) representantes de las empresas de servicios públicos de Bogotá.
  9. Dos (2) miembros de la comunidad empresarial de la ciudad designados por el Grupo de Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación del Consejo Regional de Competitividad para Bogotá y Cundinamarca.
  10. Como representantes de la Comunidad Científica: la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC), un delegado, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, un delegado, el Instituto Nacional de Salud (INS), y un delegado y el Instituto de Investigación de recursos biológicos Alexander Von Humboldt, un delegado.
  11. El Rector de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas o su delegado.
  12. El Rector de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá o su delegado.
  13. El Director del Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales Francisco José de Caldas -Colciencias- o su delegado.
  14. El Director del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, Regional Bogotá o su delegado.
  15. Un miembro de las universidades privadas de Bogotá designado por la Asociación Colombiana de Universidades -Ascun.
  16. El Presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá o su delegado.
  17. Un representante del Centro interactivo de Ciencia y Tecnología Maloka.

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¿Qué decía el Plan Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación?

La misión era promover e institucionalizar el conocimiento en la ciudad, fortaleciendo el quehacer científico, tecnológico y de innovación, consolidando también una comunidad científica (ciudadanos emprendedores e innovadores). También pretendía mejorar la competitividad de las actividades productivas y el fortalecimiento de la cultura científica.

La visión era lograr que, para 2019, Bogotá fuera reconocida en Colombia y el mundo como una sociedad del conocimiento, como una economía de innovación, sustentada en la educación, la cultura científica y tecnológica, que permitiera, entre otras cosas, lograr un incremento de la calidad de vida de la población. Este era su objetivo principal.

Lo anterior se lograría fortaleciendo la institucionalidad del quehacer de la ciencia, la tecnología y la innovación en la capital del país a través de la coordinación, articulación, divulgación y financiación del plan. Se promoverían la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico, respondiendo a las necesidades sociales y ambientales, incrementando así la calidad de vida de los bogotanos.

También se incentivaría la formación y promoción del espíritu científico, el pensamiento tecnológico e innovador, así como el incremento de la cultura científica y tecnológica. Y, finalmente, se promovería el desarrollo tecnológico sostenible, la innovación y la modernización de las actividades productivas.

Hasta ahí, todo muy bien.

¿Qué pasó?, ¿en qué va eso?

El plan se presentó y el documento que contiene su descripción está en línea. Pero la ejecución es otra historia, dadas las vicisitudes de su vida administrativa. En 2011 se delegó la participación en la Comisión del alcalde mayor (posición que entonces era ocupada por Clara López en calidad de encargada) al secretario distrital de Desarrollo Económico (resolución 44 de 2011).

Luego, más de 10 años después de la elaboración del documento, encontrar un doliente no ha sido tarea fácil. Básicamente porque las personas que estuvieron en esa comisión (Codiciti) ya no están o porque, peor aún, el citado comité se disolvió. El decreto 597 de 2016 fue el encargado de fusionar y reorganizar algunas instancias, entre ellas la Codiciti, porque se consideró que no cumplía las funciones para las cuales fue creada.

En el mismo decreto se dispuso que tanto la Codiciti como otros actores (Comisión Intersectorial de Ciencia, Tecnología e Innovación; el Comité Distrital de Fomento a la Micro, pequeña y Mediana Empresa en Bogotá D.C.; los Comités Universidad-Empresa-Estado; los Comités de Biodiversidad, las Redes Regionales de Emprendimiento, los Consejos Regionales de Pyme, los Consejos Ambientales Regionales, los Comités de Seguimiento a los Convenios de Competitividad), deberían “integrarse a las Comisiones Regionales de Competitividad, como única instancia de interlocución con el Gobierno Nacional para la implementación de la Agenda Nacional de Competitividad, Ciencia, Tecnología e Innovación”.

Entonces, como consecuencia de haber suprimido esta comisión, se integró a la Comisión Regional de Competitividad, cuya secretaría técnica es responsabilidad de la Cámara de Comercio de Bogotá.

En una conversación con Impacto TIC, el exalto consejero TIC Sergio Martínez dijo que el mencionado plan específicamente no se trabajó. La anterior administración compartió los avances, logros, deudas y retos en los que trabajó y ahora asume el gabinete de la alcaldesa Claudia López.

Por su parte, María Piedad Villaveces, actual directora ejecutiva de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC), –con quien hablamos para analizar la situación del Ministerio de Ciencia– también compartió que desconoce qué pasó con ese plan y que desde la asociación esperan poder trabajar más con la actual administración, que manifestó la idea de crear una Agencia de Ciencia.

Por otro lado, cuando indagamos en la Cámara de Comercio de Bogotá por el tema, tampoco hubo una respuesta esclarecedora. Sí se integró, administrativamente, a la Comisión Regional de Competitividad, pero no fue posible contactar a un vocero oficial. Y finalmente, en una entrevista realizada a Felipe Guzmán, alto consejero TIC elegido por Claudia López, comentó que el plan sería tomado en cuenta en el proceso de mapeo que actualmente realiza la institución. (Esta entrevista la publicaremos próximamente).

¿Todo está perdido?

En realidad, no. Aunque el plan quedó sin quién responda por sus objetivos, la misión no está del todo alejada del entorno actual, ni de las acciones que se están adelantando en 2020.

En el plan se habló de transferencias tecnológicas, alianzas estratégicas, articulación (universidad-empresa-Estado), incubación de empresas de base tecnológica, desarrollo de cadenas productivas; de parques industriales ecoeficientes y clusters sostenibles, de empresas innovadoras, de tecnologías limpias, biocomercio, productos y mercados verdes, entre otras metas. Y todos estos conceptos forman parte de otros planes y programas que se están desarrollando en el presente desde diferentes iniciativas públicas y privadas.

Ahora bien, le correspondió a la Secretaria Distrital de Planeación la función de formular y orientar la política de ciencia, tecnología e innovación del Distrito Capital, en coordinación con los sectores de desarrollo económico y educación. Para esta función hubo una tarea de investigación en la que se reunió material previo, que sirviera como base para la eventual política.

Dentro de los documentos citados en el informe ejecutivo de 2016 está el Plan Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación, 2007-2019. También se analizaron otros documentos distritales como la Agenda Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación para Bogotá y Cundinamarca; la Política Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación 2007, y el Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación: Bogotá, Sociedad del Conocimiento (con visión 2038). Sobre ellos, se explica que:

Si bien existen algunos documentos que dan lineamientos sobre las acciones en CTeI, estos instrumentos como herramienta de política no cuentan con líneas base para su formulación, y en algunos casos o no existen líneas de acción o éstas no cuentan con indicadores y metas que permitan medir el grado de avance y los resultados obtenidos.

Así las cosas y mediante trabajo articulado, la Secretaria de Desarrollo Económico (que asumió la participación delegada por la Alcaldía en 2011) lideró el desarrollo de la primera Política Pública Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación (2019-2038), que resultó en el documento Conpes D.C. –Consejo Distrital de Política Económica y Social del Distrito Capital–, cuyo costo de ejecución estimado es de $930.065.424.170.

Dice el documento que las principales fuentes de financiación para esta política “provienen de recursos de inversión y de funcionamiento, pero adicionalmente se proyectan recursos de cooperación internacional como lo es para el caso de la Secretaría de Desarrollo Económico y de la Alta Consejería TIC”.

En consecuencia, el seguimiento ahora tendrá que hacerse a esta política, que tiene por objetivo:

Fortalecer el Ecosistema Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación para lograr insertar a Bogotá, dentro de las denominadas Sociedades de Conocimiento, como una ciudad-región competitiva, sostenible, innovadora e integradora con base en su capacidad para crear valor por medio de la generación y aplicación de conocimiento.

Así las cosas, la platica del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2007-2019 no se perdió, si se tiene en cuenta que las metas planteadas en él se están adelantando a través de otras iniciativas. Sin embargo, aunque se han logrado avances muy significativos, no es claro que para 2019 “Bogotá fuera reconocida en Colombia y el mundo como una sociedad del conocimiento, como una economía de innovación, sustentada en la educación, la cultura científica y tecnológica”.

Tampoco queda completamente claro si la platica propiamente dicha se perdió, se reasigno o qué pasó con ella. Todavía estamos buscando esa respuesta, con la esperanza de que el plan propuesto para el periodo 2019-2038 tenga continuidad y, en 10 años, no nos estemos preguntando otra vez si esa platica se perdió.

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Foto principal: Random Institute (Unsplash)

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Sandra Defelipe Díaz
Sandra Defelipe Díaz

Periodista de la Universidad de la Sabana, productora, formadora y emprendedora digital, con 12 años de experiencia en periodismo tecnológico, en los medios ENTER.CO y, desde su concepción, de Impacto TIC, medio en el cual ha liderado procesos periodísticos y de redes sociales. Mantiene la curiosidad por temas de tecnología, emprendimiento, música, periodismo, marketing digital y deportes, y su segunda profesión es la capoeira. También ha sido estratega digital en proyectos como Hangouts de Periodismo, el programa radial Mujeres en Almanaque, en la emisora comunitaria La Exitosa Radio, e impulsa un emprendimiento familiar y cooperativo de productos orgánicos y campesinos, Huerta Don Iván.

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