Es usual que en procesos electorales los ánimos se caldeen, las diferencias se propagan y que las afinidades políticas a veces resulten sectarias. Por eso, es necesaria la reflexión sobre cómo Internet, con sus redes sociales, espacios de foros y demás, se convierten en una especie de “cloaca de propagación de odio”, la inconformidad, la indignación y toda clase de emociones y sentimientos se mezclan y es allí donde la tolerancia parece no existir.
Las charlas de TED se han convertido en un espacio de aprendizaje, inspiración y reflexión de diversos temas, reflejando el poder y alcance de las plataformas educativas. Una de esas charlas que llama la atención y que en Impactotic.co queremos compartir justamente como contrapropuesta al contexto actual es la de la escritora turca Elif Shafak: El poder revolucionario del pensamiento diverso.
Shafak habla del poder de las emociones, de la inteligencia emocional y de la poca atención que la teoría política convencional le presta a todo esto.
“A menudo los analistas y los expertos están tan ocupados con datos y métricas que parece que se olvidan de las cosas en la vida difíciles de medir e imposibles de agrupar en modelos. Y es un error porque somos seres emocionales y porque hemos entrado en una fase de la historia mundial en la que los sentimientos colectivos orientan y desorientan la política más que nunca”.
Se trata de un elocuente abordaje a la importancia de las emociones, de los sentimientos de amor por nuestros países y de los conflictos emocionales que abundan. “Tenemos una conexión con la cultura, la gente, la comida…pero nos sentimos cada vez más frustrados por su política y sus políticos, aveces hasta el punto de la desesperación o o dolor o rabia”, y esas emociones se convierten en poderosos movimientos colectivos, que pueden ser positivos o negativos. Es ahí donde pareciera que las redes se convierten más en espacio para desahogar las emociones, especialmente entre círculos afines, que en una plataforma de debate, pues no salen de su burbuja.
“A través de los medios y de las redes sociales estos sentimientos se amplifican y polarizan aún más y viajan al rededor del mundo bastante rápido. Nuestra época está llena de ansiedad, de ira, desconfianza, de rencor y creo que también de miedo”.
Uno de los que más abunda recientemente es la depresión, al cual se refirió Shafak desde su nacional turca. Habló del sentimiento de tristeza y la depresión que sienten escritores de países en crisis como el suyo, de los egipcios, bangladeses, o venezolanos. Pero que con el tiempo, ese grupo comenzó a aumentar con deprimidos de Reino Unido, post Brexit e de Estados Unidos, post elecciones. En Colombia podemos ver ejemplos en Twitter luego del plebiscito de octubre de 2016, así como los comentarios luego de las elecciones presidenciales de junio 2018.
Sorpresa, horror, negación, marchas, negación, marchas, aceptación…
*Las fases de la plebitusa nacional e internacional.
— Elder Tobar (@30dientes) 10 de noviembre de 2016
Qué año tan duro desde la plebitusa pic.twitter.com/6w0bLqrTmQ
— Liz Jurado (@Lizj_L) 10 de noviembre de 2016
Existen investigaciones de política, economía y demás, pero ,¿por qué será que menospreciamos los sentimientos y las percepciones? “Creo que será uno de nuestros mayores retos intelectuales, porque nuestros sistemas políticos están repletos de emociones”.
Sin embargo, Shafak apunta a que los quienes sí le prestan atención a las emociones son los demagogos que buscan la forma de sacar siempre provecho de estas, y los ciudadanos resultan siendo altavoces de sus intereses.
“Nos dice que todos pertenecemos a nuestras tribus y que estaremos más seguros si estamos rodeados de afinidad. Los demagogos vienen de todos los colores y presentaciones, aunque parecen diferentes, se alimentan mutuamente y se necesitan. En general todos sienten una grandísima aversión hacia la pluralidad, no saben cómo lidiar con la diversidad”, y no se tolera la ambigüedad.
“Necesitamos prestar más atención a las lagunas emocionales y cognitivas y a cómo superarlas porque son muy importantes”, pues no se trata solo de vender y usar el poder de las emociones, sino cómo podemos llegar a lograr cambios hacia una ciudadanía global.
Este fue otro de los puntos claves de la charla, el resaltar que el mundo está volcado hacia el mundo mismo, sin fronteras. Porque cada persona lleva una diversidad de voces y Shafak explicaba su caso, es turca pero vive en Reino Unido, se siente de aquí y de allá, al igual que le pasa a millones de personas a las que ella define como almas globales y ya previamente se han referido otras personas como: ciudadanos del mundo. “Nos quieren dividir en tribus pero estamos conectados más allá de las fronteras”.
¿Es la intolerancia a la ambigüedad un signo distintivo de nuestros tiempos, de la época que estamos viviendo? ¿Se nos está negando el derecho a ser complejos?
“Cuando hay atentados y la gente expresa su solidaridad se generan todo tipo de respuestas, pero hay una en particular: ¿Por qué sientes pena por ellos y no por los de Yemen o Siria? No parecen entender que no tenemos que elegir un dolor y un sitio por encima de los demás. Creo que este es el efecto del tribalismo, nos encoge la mente y nos entumece los corazones hasta el punto de volvernos insensibles al sufrimiento de otras personas”.
“La perdida de diversidad es muy, muy grave”.
Fuentes:
Mira la nota conferencia: The revolutionary power of diverse thought.
