Imagen de la réplica el prototipo del kilogramo custodiado en la Cité des Sciences et de l’Industrie, en París, Francia.
En el 20 de mayo, Día Internacional de la Metrología, entró en vigencia el cambió la forma en la que se define el peso del kilogramo, la última de las 7 unidades base (kilogramo, amperio, kelvin, mol, metro, segundo y candela) del Sistema Internacional de Medición (SI por sus iniciales en inglés, que tuvo su origen en la Revolución Francesa). Anteriormente, estas unidades eran definidas por un objeto físico.
En 2018, la Conferencia General de Pesos y Medidas acordó que el kilogramo tendría una nueva forma de medida, pues durante 130 años, se había definido usando un cilindro y ahora se hará en términos de la ‘Constante de Planck‘. Camilo Delgado Correal, doctor en Física de la Universidad de Ferrara, así lo explica:
La forma de cálculo del kilogramo no se cambiaba desde 1879 y al usar un artefacto, el problema radicaba en que este no siempre pesaba lo mismo –cada vez que era manipulado perdía unos átomos, que representaban microgramos, afectado el resultado.
Si bien el cambio no será significativo en el diario vivir, sí tendrá implicaciones en el desarrollo de la ciencia. El Laboratorio Nacional de Física de Reino Unido (NPL, por su sigla en inglés) habló con físicos quienes explicaron la importancia de esta medición.
No se va a cambiar a la escala de masa que se utiliza actualmente en el comercio y la industria, pero al usar una constante universal de la naturaleza para asegurar la estabilidad a largo plazo del kilogramo, estamos reuniendo el Sistema Internacional de Medidas y fijando un escenario robusto y una ciencia sólida que podría guiar el camino hacia nuevas ideas e invenciones.
Dr. Ian Robinson.
Las definiciones de las unidades básicas ahora están formuladas de una manera que nos permite convertir futuros avances en tecnología directamente en mejoras en la precisión de las mediciones. Esto también permite un acceso directo a los beneficios de las nuevas definiciones para los usuarios finales. El futuro pone a prueba nuestro sistema de medición para que estemos preparados para todos los avances tecnológicos y científicos, como las redes 5G, las tecnologías cuánticas y otras innovaciones que aún no hemos imaginado.
Dr. Richard Brown, Jefe de Metrología en el Laboratorio Nacional de Física.
Para comunidades metrológicas y científicas, el cambio al nuevo SI será profundo, porque va más allá de la capacidad de medir valores individuales como 1 kg o 1 A, es la opción de escalar mediciones de más de 25 órdenes de magnitud utilizando un sistema único de unidades sin incertidumbre.
El uso de constantes de la naturaleza como la base del sistema de unidades para la medición conducirá a crear herramientas más finas para investigar el mundo físico, lo que aumentará la probabilidad de descubrir nuevos fenómenos, explica Physics Today.
Además del kilogramo también se redefieron las unidades de amperios, kelvin y moles. De ahora en adelante se basarán en la carga elemental (e), la constante de Boltzmann (kB) y la constante de Avogadro (NA), respectivamente. Esto no solo tendrá un impacto en el descubrimiento científico y la innovación, sino en la industria y la sociedad cotidiana, con consecuencias de gran alcance en la tecnología, el comercio minorista, la salud y el medio ambiente, entre muchos otros sectores, concluyó el NPL.
Foto: Japs88 (vía: Wikimedia Commons, C.C)