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Videoanalítica en entornos educativos: Más allá de la vigilancia 



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La videoanalítica en entornos educativos está revolucionando la seguridad en colegios y universidades. Más allá de la vigilancia, esta tecnología permite prevenir incidentes como el bullying, gestionar accesos y optimizar respuestas ante emergencias.

Publicado el 19 de feb. de 2025



Videoanalítica en entornos educativos:
Videoanalítica en entornos educativos:

La seguridad en los entornos educativos ha evolucionado en las últimas décadas debido a desafíos cada vez más complejos. Desde riesgos de ciberseguridad hasta incidentes de violencia, las instituciones educativas enfrentan una creciente preocupación, especialmente con el inicio de cada periodo académico. En este contexto, la tecnología de videoanalítica se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar la gestión de la seguridad en colegios y universidades.

Sin embargo, hablar de seguridad no se limita a poner cámaras de seguridad. Existe un abanico enorme de posibilidades, pero independiente de cuál sea la solución, tal vez uno de los principales retos en las implementaciones de videovigilancia en entornos educativos es la protección de la privacidad de cada estudiante. Mónica Prieto Gerente de Desarrollo de Negocio de Genetec, destaca que la tecnología actual permite preservar la identidad de los menores gracias a herramientas avanzadas de anonimización.

Mónica Prieto Gerente de Desarrollo de Negocio de Genetec.

Hoy en día, la tecnología nos permite proteger la identidad de las personas que estamos grabando. A través de analíticas avanzadas e Inteligencia Artificial, es posible aplicar un enmascaramiento para que los rostros aparezcan de forma borrosa, garantizando la privacidad de los estudiantes“, explica Prieto.

Sin embargo, la seguridad no debe limitarse solo al monitoreo de imágenes. La ciberseguridad es un factor crítico, ya que los sistemas educativos almacenan información sensible de estudiantes y sus núcleos familiares (papás, mamás, cuidadores o acudientes), como nombres, direcciones y datos de contacto como mínimo, también se pueden sumar datos de EPS, datos bancarios y demás.

No es suficiente con que en una imagen no se vea el rostro de un estudiante. También es clave proteger los datos en las redes escolares, asegurando que las plataformas sean ciberseguras y resilientes, evitando que sean un eslabón débil en la cadena de seguridad“, enfatiza Prieto.

Desafíos en la implementación de la videoanalítica

A pesar de sus ventajas, la implementación de la videoanalítica en instituciones educativas enfrenta barreras importantes. Según Prieto, una de las principales –como en otros sectores– es la resistencia al cambio.

Increíblemente, en el sector educativo, donde más apertura al cambio debería haber, encontramos instituciones con políticas muy establecidas y estructuras rígidas. Convencer a padres, madres, docentes y directivos de que la tecnología implica una transformación en los procesos es uno de los principales retos“, comenta.

Otro desafío es la inversión. Muchas instituciones educativas no cuentan con el presupuesto necesario para la adopción de estas tecnologías, lo que obliga a explorar esquemas de financiamiento más flexibles.

En Latinoamérica, la inversión en educación está segmentada. Mientras algunas instituciones pueden incluir estas soluciones en sus presupuestos anuales, otras deben buscar estrategias modulares para implementar la tecnología de forma gradual“, explica Prieto.

Videoanalítica en entornos educativos: IA para prevención y control inteligente

Según el Sistema Unificado de Convivencia Escolar (SUICE) de Colombia, en 2023 se reportaron, aproximadamente, 6.180 casos de acoso escolar tipo II (agresiones reiteradas) y tipo III (delitos), 2.690 casos más en comparación al 2022. Sólo en Bogotá, el crecimiento de los casos de bullying fue del 674% entre adolescentes de 12 a 17 años entre 2020 y 2023, según datos de la Secretaría de Educación.

Por esto, y más allá de los retos, la implementación de videoanalítica en entornos educativos abre múltiples oportunidades para mejorar la seguridad y la operatividad de las instituciones.Cuando la comunidad entiende el propósito de la tecnología, comienzan a surgir nuevas aplicaciones. No se trata solo de cámaras para vigilar estudiantes, sino de sistemas que pueden evitar el bullying, anticipar situaciones de riesgo y garantizar que solo el personal autorizado ingrese a las instalaciones“, señala Prieto.

En colegios y universidades, la videoanalítica ha demostrado su efectividad en la detección de comportamientos inusuales y la mejora de la seguridad. Por ejemplo, las herramientas de IA han permitido identificar y prevenir situaciones de bullying al analizar patrones de comportamiento inusuales –como los amotinamientos– y generar alertas tempranas para que el personal intervenga a tiempo. Además, la integración con sensores IoT ha optimizado la respuesta ante emergencias, como incendios, al vincular alertas con imágenes en tiempo real para una acción más eficiente. Esta integración de sensores de IoT con la videoanalítica permite un monitoreo más amplio que trasciende la seguridad física.

Estos casos reflejan cómo la tecnología no solo vigila, sino que transforma la seguridad y operatividad en los entornos educativos.”Podemos conectar sensores de incendio, por ejemplo. Si se dispara una alerta, el sistema puede generar un video asociado para identificar la causa y responder de manera más eficiente“, agrega Prieto.

Adicionalmente, explica Prieto, que es usual que las instituciones comiencen a implementar este tipo de soluciones con el tema perimetral porque es donde está el riesgo alto a los estudiantes, como la exposición a todo el tema de sustancias alucinógenas o todo el tema de venta de alcohol, por lo general, todo eso lo encuentras en los perimetros de los colegios y de las universidades“, que son justamente las anomalías que se pueden identificar y que generan una alerta inmediata.

Y avanzando en esa línea, estos casos pueden escalarse y puede darse la interoperabilidad con otras entidades. De acuerdo con Prieto, la integración de la seguridad en entornos educativos ha evolucionado con la adopción de soluciones en la nube, permitiendo la gestión eficiente y segura de la información.

Hoy en día, las instituciones pueden compartir datos relevantes con entidades como la Policía Nacional y la Fiscalía en tiempo real, garantizando la protección de la cadena de custodia. A través de aplicaciones en la nube, se almacenan incidentes como videos, llamadas o documentos, asegurando que solo los actores autorizados accedan a la información.

Esta tecnología se adapta a la infraestructura existente de cada institución, ofreciendo flexibilidad según las necesidades y capacidades. La implementación de estos sistemas no solo optimiza la seguridad, sino que también responde a la complejidad del ecosistema educativo, donde múltiples actores—desde directivos hasta padres y entidades reguladoras—deben comprender su valor y beneficios en términos de protección estudiantil y retorno de inversión.

El futuro de la seguridad en la educación

La creciente demanda por soluciones innovadoras en seguridad educativa indica que las instituciones están cada vez más abiertas a la adopción de nuevas tecnologías.

Sin embargo, su éxito dependerá de una implementación estratégica que contemple tanto la protección de la privacidad como la formación de la comunidad educativa.No podemos quedarnos solo en la implementación tecnológica. Es fundamental educar y capacitar a las instituciones en el uso de estas herramientas y en la creación de políticas claras sobre el manejo de la información“, concluye Prieto.

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