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SIEM: ¿La clave para su ciberseguridad en 2025?



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Los sistemas SIEM constituyen un componente fundamental de la estrategia moderna de ciberseguridad, al ofrecer capacidades avanzadas de monitoreo, correlación, control y respuesta que las tecnologías tradicionales, por sí solas, ya no pueden garantizar ante el complejo panorama actual de ciberamenazas. Conozca algunos de sus secretos.

Publicado el 8 de oct de 2025

Jorge Hernández

Periodista de tecnología, escritor y libretista. Editor en ImpactoTIC



Los SIEM (Security Information and Event Management) ofrecen un enfoque integral para la protección empresarial

En un mundo complejo y siempre cambiante, donde las empresas están expuestas a ataques permanentes, los  SIEM (Security Information and Event Management) ofrecen un enfoque integral para la protección de datos, proporcionando una visión única y unificada del panorama digital de una organización. 

Para entender su función, se puede imaginar una sala de control central para las operaciones digitales de la compañía. En lugar de supervisar cámaras de seguridad individuales —como firewalls o software antivirus— de forma aislada, un SIEM reúne todas las señales en una pantalla maestra. Emplea analistas inteligentes, en forma de reglas de correlación avanzadas e Inteligencia Artificial, capaces de detectar una amenaza coordinada que los guardias individuales podrían pasar por alto. 

Para las empresas en Colombia y América Latina, donde la disponibilidad del servicio, la seguridad de los datos y la confianza del cliente son primordiales, un SIEM es esencial para proteger estos pilares, especialmente en un contexto de crecientes ciberataques en la región.

¿Qué es un SIEM y por qué debería importarle a la alta dirección?

Un SIEM es una plataforma de inteligencia que centraliza y analiza grandes volúmenes de datos de seguridad provenientes de toda la infraestructura de TI —servidores, redes, aplicaciones y servicios en la nube—. Esta visión unificada transforma datos dispersos en información útil para la toma de decisiones.

Para Gartner, la  tecnología tras la Gestión de información y eventos de seguridad (SIEM) permite detectar amenazas, garantizar el cumplimiento normativo y gestionar incidentes de seguridad mediante la recopilación y el análisis (tanto en tiempo casi real como histórico) de eventos de seguridad, así como de una amplia variedad de otras fuentes de datos contextuales y de eventos. 

Sus capacidades principales son una amplia cobertura de recopilación y gestión de eventos de registro, la capacidad de analizar eventos de registro y otros datos de fuentes dispares, y capacidades operativas (como gestión de incidentes, paneles de control e informes).

En el contexto del Cuadrante Mágico para SIEM, Gartner describe SIEM como la agregación de datos de eventos de aplicaciones, redes, terminales y la nube, la detección de amenazas y la integración con capacidades de orquestación, automatización y respuesta.

La función principal de un SIEM es asegurar la continuidad operativa del negocio. Al detectar amenazas como ransomware o ataques de denegación de servicio en sus primeras etapas, permite a los equipos de seguridad neutralizarlas antes de que causen un tiempo de inactividad significativo y pérdidas financieras. 

Además, un SIEM actúa como un guardián de la confianza del cliente, monitoreando accesos no autorizados y amenazas internas para prevenir violaciones de datos que puedan dañar la reputación de la empresa.

Flujo de un SIEM

¿Qué riesgos empresariales ayuda a mitigar un SIEM?

Un SIEM convierte sus capacidades técnicas en un instrumento de gestión del riesgo empresarial. Más allá de su función tecnológica, representa un componente para la dirección ejecutiva, al traducir datos técnicos en indicadores claros de protección financiera, operativa y reputacional.

Uno de los principales riesgos que un SIEM ayuda a mitigar es la pérdida financiera directa derivada de una violación de datos. En 2024, el costo promedio de este tipo de incidentes en América Latina alcanzó los 2.76 millones de dólares, de acuerdo con el Cost of a Data Breach Report de IBM. Mediante la detección temprana de comportamientos anómalos, como transferencias inusuales de información o accesos desde ubicaciones sospechosas, un SIEM permite actuar antes de que una amenaza evolucione. 

Otro riesgo crítico es la interrupción de las operaciones provocada por ataques como el ransomware, que pueden detener por completo los procesos de negocio. Según la encuesta ITIC 2024 Hourly Cost of Downtime, en más del 90 % de empresas medianas y grandes, el costo de una hora de inactividad supera los 300.000 dólares. Los sistemas SIEM desempeñan un papel clave en este frente, al correlacionar eventos y detectar patrones que revelan el inicio de un ataque, por ejemplo, campañas de phishing seguidas de movimientos laterales dentro de la red. 

Asimismo, el cumplimiento normativo constituye un frente de riesgo cada vez más relevante. En Colombia, la Ley 1581 de 2012 sobre protección de datos personales establece sanciones de hasta 2.000 salarios mínimos mensuales. Un SIEM facilita el cumplimiento de estas normativas al generar registros auditables, trazabilidad completa de incidentes y reportes automatizados que demuestran a los reguladores el cumplimiento de los estándares de seguridad exigidos.

Estos distintos tipos de riesgo —financieros, operativos y regulatorios— están estrechamente vinculados entre sí. Un ataque no detectado puede desencadenar pérdidas económicas, interrupciones del negocio y sanciones legales de forma simultánea. En este contexto, un SIEM actúa como un multiplicador de la reducción de riesgos, al proporcionar una visión integral y preventiva del entorno de seguridad.

Tabla de Mitigación de Riesgos con SIEM

Riesgo empresarialCómo ayuda el SIEMBeneficio para el negocio
Violación de datosMonitoreo en tiempo real del acceso a datos; detecta comportamientos anómalos y patrones de filtración de datos.Reduce drásticamente el tiempo medio de detección, minimizando la pérdida de datos y los daños financieros y reputacionales asociados.
Ataque de RansomwareCorrelaciona eventos para detectar cadenas de ataque (ej. correo de phishing → malware → movimiento lateral), permitiendo una contención rápida.Previene el cifrado masivo y la interrupción del negocio, asegurando la continuidad de las operaciones que generan ingresos.
Incumplimiento regulatorioAutomatiza la recopilación de registros de auditoría, monitorea el acceso a datos sensibles y genera informes listos para el cumplimiento.Proporciona evidencia concreta de la diligencia debida a auditores y reguladores, reduciendo significativamente el riesgo de sanciones.
Amenazas internasEstablece una línea base del comportamiento normal del usuario y señala desviaciones (ej. acceso a archivos inusuales, inicio de sesión en horarios extraños).Detecta amenazas que eluden las defensas perimetrales tradicionales, protegiendo la propiedad intelectual y los datos internos sensibles.

¿Cómo contribuye un SIEM al cumplimiento normativo y auditorías?

En el ámbito de las auditorías regulatorias, un SIEM funciona como el sistema de registro central e inalterable para toda la actividad relevante en materia de seguridad, proporcionando una evidencia verificable para demostrar la diligencia debida a auditores y reguladores.

Además, el SIEM automatiza el proceso de recolección manual de registros de cientos de sistemas dispares, un requisito fundamental para casi todos los principales marcos de seguridad y privacidad entre los cuales tenemos como ejemplo:

  • ISO 27001: Un SIEM apoya directamente controles clave de esta norma, como A.12.4 (Registro y Monitoreo) y A.16.1 (Gestión de Incidentes de Seguridad de la Información), al centralizar los registros y proporcionar los datos necesarios para la investigación y respuesta a incidentes.
  • PCI DSS: Para las empresas que manejan datos de tarjetas de pago, un SIEM es fundamental para cumplir con el Requisito 10, que exige el seguimiento y monitoreo de todo el acceso a los recursos de la red y a los datos de los titulares de tarjetas.
  • Ley 1581 de 2012 de Colombia: Aunque esta ley no menciona explícitamente a los SIEM, impone un ‘Deber de Seguridad’ que requiere que los responsables del tratamiento de datos implementen medidas de seguridad robustas. Un SIEM es una piedra angular de este deber, ya que monitorea activamente quién accede a los datos sensibles, desde dónde y cuándo.

Un SIEM transforma el cumplimiento de una tarea manual y periódica en un proceso continuo y automatizado, permitiendo a las organizaciones pasar de una actividad reactiva y de alto esfuerzo en tiempo de auditoría a un estado proactivo de cumplimiento continuo. Un ejemplo de una checklist para un SIEM es el siguiente:

Checklist de cumplimiento normativo de SIEM

☐ 1. Registro centralizado

  • Acción del SIEM: Verificar que el SIEM agrega registros de todos los sistemas críticos en un único repositorio seguro y con capacidad de búsqueda.
  • Normativas cubiertas: ISO 27001 (A.12.4.1), PCI DSS (10.2), Ley 1581 de Colombia (Deber de Seguridad).

☐ 2. Monitoreo de acceso

  • Acción del SIEM: Asegurar que el SIEM está configurado para monitorear y alertar sobre actividad de usuarios privilegiados, inicios de sesión fallidos y accesos no autorizados a datos sensibles.
  • Normativas cubiertas: ISO 27001 (A.9.4.4), PCI DSS (10.2.4, 10.2.5), Ley 1581 de Colombia (Deber de Seguridad).

☐ 3. Detección de incidentes

  • Acción del SIEM: Confirmar que las reglas de correlación del SIEM están activas para detectar incidentes de seguridad en tiempo real y que puede proporcionar datos forenses para la investigación.
  • Normativas cubiertas: ISO 27001 (A.16.1.7), PCI DSS (10.6), Ley 1581 de Colombia (Informe de Incidentes).

☐ 4. Auditoría e Informes

  • Acción del SIEM: Comprobar que el SIEM puede generar informes automatizados y predefinidos necesarios para los marcos de cumplimiento, simplificando la preparación para auditorías.
  • Normativas cubiertas: ISO 27001 (A.18.2.3), PCI DSS (10.7), Ley 1581 de Colombia (Rendición de Cuentas).

¿Qué criterios deben guiar la elección de una solución SIEM?

La selección de un SIEM constituye una decisión estratégica que debe basarse en los requisitos del negocio, más que en un conjunto de características técnicas. La pregunta central que debe orientar esta decisión es: ¿Cómo contribuirá este SIEM al cumplimiento de los objetivos empresariales, a la integración con el entorno tecnológico existente y a la capacidad de escalar con el crecimiento organizacional?

Una de las decisiones iniciales es la elección entre una implementación tradicional on-premise y un modelo nativo de la nube (SaaS). En el contexto latinoamericano, caracterizado por entornos de negocio cambiantes, las soluciones en la nube suelen ofrecer una mayor agilidad y escalabilidad. El Costo Total de Propiedad (TCO) es un indicador clave, ya que un SIEM requiere configuración, ajuste continuo y análisis especializado por parte de analistas de seguridad, cuyos costos laborales pueden superar el valor de la propia licencia del software.

Asimismo, la capacidad de integración es un factor decisivo. El SIEM debe interoperar eficazmente con toda la infraestructura tecnológica de la organización, incluyendo sistemas heredados, plataformas en la nube y aplicaciones empresariales.

Por último, el soporte del proveedor debe evaluarse con criterios de largo plazo. El proveedor ideal actúa como un socio estratégico, ofreciendo servicios profesionales, soporte técnico y programas de capacitación que fortalezcan la operación del sistema. La presencia local en América Latina puede representar una ventaja competitiva al facilitar la asistencia oportuna y el conocimiento del contexto normativo y operativo regional.

Tabla Comparativa de Criterios de Evaluación de SIEM

Criterio de evaluaciónSIEM On-PremiseSIEM nativo de la nube (SaaS)Preguntas clave para la dirección
Modelo de costosFuerte en CapEx (inversión inicial en hardware/licencias).Basado en OpEx (modelo de suscripción, bajo costo inicial).¿Nuestro presupuesto favorece el gasto de capital o el operativo?
EscalabilidadRígida y manual. Requiere la compra e implementación de nuevo hardware.Elástica y automatizada. Escala bajo demanda con el crecimiento del negocio.¿Qué tan rápido está creciendo nuestro negocio?
Mantenimiento y experienciaAlta carga interna. El equipo interno es responsable de todo el mantenimiento.Baja carga interna. El proveedor gestiona toda la infraestructura de backend.¿Tenemos o podemos contratar y retener al personal experto necesario?
Tiempo de valoraciónMás lento. Proceso prolongado de adquisición, instalación y configuración.Más rápido. Implementación rápida a través de instancias preconfiguradas.¿Con qué urgencia necesitamos mejorar nuestra visibilidad de seguridad?
Control y residencia de datosMáximo control. Control total sobre los datos y la infraestructura.Responsabilidad compartida. Menos control directo, los datos se almacenan en la nube del proveedor.¿Nuestras regulaciones exigen que los datos permanezcan en Colombia?

¿Qué errores comunes cometen las empresas al implementar SIEM?

El fracaso de una iniciativa de SIEM suele deberse a una estrategia o ejecución inadecuadas, más que a deficiencias tecnológicas. Desde una perspectiva de gestión, la efectividad de un SIEM depende de su alineación con los objetivos del negocio, la asignación adecuada de recursos y una planificación realista de su operación a largo plazo.

Un error común es tratar el SIEM como un proyecto tecnológico aislado, en lugar de un programa continuo de gestión de riesgos. Un SIEM no es una solución que se configure y se olvide; requiere una inversión constante en personal, procesos y mejora continua. Su valor se materializa cuando se convierte en parte integral de la estrategia de seguridad y gobierno corporativo, con métricas claras y supervisión permanente.

Otro factor crítico es subestimar el componente humano y los costos operativos asociados. Con frecuencia, las organizaciones destinan presupuesto al software, pero no al equipo especializado necesario para operarlo de forma efectiva. Sin analistas cualificados, el sistema genera grandes volúmenes de alertas, muchas de ellas falsos positivos, lo que conduce a la fatiga del personal y al riesgo de pasar por alto amenazas reales.

La planificación deficiente y la falta de definición del alcance también comprometen el éxito de la implementación. Intentar integrar todas las fuentes de datos desde el inicio produce un exceso de información que dificulta la detección de incidentes relevantes. Una implementación efectiva debe comenzar con un alcance delimitado, priorizando los activos y fuentes más críticos para el negocio, y ampliando gradualmente la cobertura a medida que maduran los procesos.

Finalmente, es esencial alinear los casos de uso del SIEM con los riesgos específicos del negocio. Implementar reglas genéricas sin considerar el contexto operativo o el panorama particular de amenazas limita su efectividad. Un SIEM debe configurarse y ajustarse conforme a las prioridades estratégicas y los riesgos reales de la organización, garantizando que sus alertas y reportes generen información relevante y accionable para la toma de decisiones.

¿Cómo demostrar el retorno de inversión (ROI) de un SIEM?

Para inversiones en ciberseguridad como un SIEM, el Retorno de la Inversión (ROI) no se trata principalmente de generar nuevos ingresos, sino de proteger los flujos de ingresos existentes y prevenir costos catastróficos. El cálculo debe enmarcarse como una mitigación de riesgos y una evitación de costos.

Los indicadores estratégicos cuantificables incluyen:

  • Reducción de los costos de las brechas: Utilizando el costo promedio actual de una brecha de 2.76 millones de dólares como línea de base, un SIEM que previene una brecha puede exponerse como una forma de ROI.
  • Evitar multas regulatorias: Las posibles multas por incumplimiento de regulaciones como la Ley 1581 de Colombia  pueden modelarse como un costo evitado gracias al SIEM.
  • Reducción de los costos por tiempo de inactividad: Cuantificar los ingresos perdidos por hora de tiempo de inactividad para los sistemas críticos hace tangible el valor de una respuesta más rápida a los incidentes.
  • Aumento de la eficiencia operativa: El tiempo que los equipos de seguridad y TI ahorran en el análisis manual de registros y la preparación de auditorías puede cuantificarse como un ahorro operativo directo.

Más allá de las cifras y de la ciberseguridad, un SIEM ofrece beneficios cualitativos críticos, como una mayor confianza de los clientes y la posibilidad de obtener una mejor cobertura de seguro cibernético o primas más bajas.

¿Cuál es la hoja de ruta recomendada para un CIO que evalúa SIEM?

La adopción de una hoja de ruta estructurada y basada en fases constituye un elemento esencial para asegurar que el proceso de evaluación, selección e implementación de una solución SIEM se mantenga en coherencia con los objetivos estratégicos del negocio. Este enfoque permite avanzar de manera controlada, reducir riesgos asociados a la adopción tecnológica y garantizar la generación de valor medible a lo largo del tiempo.

cronograma para la adopción de SIEM

En la primera fase, de descubrimiento y estrategia (meses 1 a 2), la organización debe realizar un diagnóstico integral de su postura actual de seguridad, identificando brechas, vulnerabilidades y capacidades existentes. A partir de este análisis se definen los objetivos de negocio que orientarán el proyecto, estableciendo metas concretas y medibles, como la reducción del tiempo medio de detección de incidentes. Es igualmente crucial asegurar el respaldo de la alta dirección mediante la elaboración de un caso de negocio sólido que contemple el Costo Total de Propiedad (TCO) y los beneficios esperados.

Durante la segunda fase, de selección de proveedores y prueba de concepto (meses 3 a 5), se procede a construir una matriz de requerimientos técnicos y funcionales que sirva como referencia para evaluar a los proveedores potenciales. Posteriormente, se ejecuta una prueba de concepto (POC) que permite validar, con datos y entornos reales, la capacidad de las soluciones para integrarse con la infraestructura existente y responder a las necesidades específicas de la organización.

La tercera fase, de despliegue por etapas (meses 6 a 12), debe iniciarse priorizando las fuentes de datos y los casos de uso más críticos para el negocio. El despliegue se amplía de forma incremental, incorporando nuevas fuentes y afinando las reglas de correlación conforme el sistema madura. En paralelo, es fundamental desarrollar un manual de operaciones que documente procedimientos, flujos de trabajo y responsabilidades, garantizando la consistencia y continuidad operativa.

Finalmente, la cuarta fase, de optimización y medición del valor (desde el mes 13 en adelante), se mantiene de manera continua. En esta etapa, el equipo de seguridad debe aplicar procesos de mejora constante, revisando y ajustando las reglas de correlación, desarrollando nuevos casos de uso y optimizando el rendimiento del sistema. Asimismo, se deben medir los indicadores clave de desempeño (KPI) definidos en la fase inicial y comunicar regularmente los resultados a la alta dirección, con el fin de demostrar el retorno sobre la inversión (ROI) y reforzar la alineación del SIEM con los objetivos estratégicos de la organización.

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