“El futuro de la educación está en que sus maestros sean capaces de ser disruptivos y de concebir el mundo de una manera distinta. Y en ese sentido, sus innovaciones”, afirmó Wilson Antonio Bolívar Buriticá, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia y uno de los protagonistas de la nueva edición de Edutechnia.
Porque es precisamente en este evento, llevado a cabo en Corferias de Bogotá, donde se discuten los nuevos lineamientos, retos y tendencias que enfrenta el sistema educativo colombiano.
En su participación, Bolívar moderó el conversatorio ‘Análisis y discusión de las líneas de política de educación y tecnología’, un espacio en el que también participaron Juan Carlos López de la Universidad ICESI, Truth Molina Vásquez, docente de la Universidad Distrital, y el Padre Harold Castilla Devoz, Rector de la Corporación Universitaria Minuto de Dios.
Vale la pena resaltar que Bolívar destacó la actitud de los maestros y cómo estos siempre deben estar abiertos a la innovación y al cambio porque, en sus palabras: “Siempre habrá tecnología, siempre habrá recursos y artefactos nuevos. Pero esos artefactos tienen sentido si nosotros somos capaces de pensar de manera distinta”.
El poder de la tecnología
Al preguntar por los motivos de su participación en Edutechnia, Bolívar resaltó la importancia del evento como un punto de encuentro entre el sector empresarial, la academia y el Estado para establecer alianzas y sinergias.
“Vinimos a llevar a cabo una discusión/reflexión acerca del papel que tienen las tecnologías en el sistema educativo, cómo podemos dinamizar y fortalecer ese cambio cultural. Sabemos que tenemos los artefactos y el talento humano. Sin embargo, todavía existe una distancia entre la presencia de esas tecnologías poderosas que nos están cambiando la vida y su uso en el ámbito escolar”, agregó el docente.
Pero este camino de adopción tecnológica no está exento de retos que, en ocasiones, provienen de los propios profesores. “A veces, nos hemos encontrado con que algunos maestros excluyen los celulares de las aulas de clase. No tiene ningún sentido cuando la vida de estos jóvenes gira en torno a estas tecnologías y eso que ahora está emergiendo la inteligencia artificial”.
Lógicamente, si algo ha diferenciado esta versión de Edutechnia de sus ediciones anteriores ha sido precisamente el papel de la Inteligencia Artificial (IA) como una de las grandes protagonistas en las aulas, una tendencia estimulada por los medios de comunicación y que ha suscitado preocupaciones entre algunos profesores.
Un temor frente al cambio que Bolívar recuerda que no es algo nuevo: “Históricamente siempre ha ocurrido. Cuando surge una nueva tecnología, siempre hay temores. Hubo temores cuando la imprenta comenzó a circular masivamente los libros, lo que afectó la oralidad del maestro. Surgieron preocupaciones sobre qué harían los maestros si todo estaba en los libros. Lo mismo ocurrió con el fonógrafo, la televisión y las videograbadoras. Lo que debemos plantear es cómo desarrollar y utilizar estos formatos de manera inteligente”.
Por último, Bolívar recalcó que la IA llevará a resignificar algunos espacios educativos para convertirse en un complemento de los docentes, permitiéndoles “generar preguntas reflexivas sobre cómo ese conocimiento puede aplicarse efectivamente en situaciones de la vida cotidiana”, en lugar de enfocarse únicamente en la transmisión de conocimientos como se hacía tradicionalmente.
