Si bien la ciberseguridad es una temática que se aborda hace tiempo y que ha crecido en su estructura en los últimos años, también es verdad que los ciberdelitos no se han detenido y los ataques son frecuentes.
En un mundo cada vez más interconectado, la seguridad cibernética se ha convertido en una preocupación fundamental para las organizaciones en todo el mundo. Colombia no es una excepción, ya que el crecimiento acelerado de la tecnología ha llevado consigo un aumento significativo de los riesgos y desafíos en el ámbito de la ciberseguridad.
El Tanque de Análisis y Creatividad de las TIC (TicTac), de CCIT, afirmó en su ‘Estudio anual de Ciberseguridad 2022-2023’ que en los últimos 10 años, el número de casos registrados anualmente en el sistema de denuncias de la fiscalía General de la Nación creció más de 60.000 casos.
El 2022 fue el segundo año con mayor incremento en las cifras del Ciberdelito con una diferencia de 14.000 casos respecto a 2021. Este fue superado únicamente por el 2020, durante el periodo de la pandemia del COVID 19, cuando el incremento anual registró más de 22.000 casos en comparación con el 2019 que equivalen a cerca del 109 % de variación porcentual.
La importancia de hablar y reflexionar sobre la ciberseguridad fue el puntapié inicial para explorar en este whitepaper las amenazas y riesgos que las empresas colombianas deben conocer y enfrentar en el año 2023. La evolución constante de las tecnologías digitales ha brindado
a las organizaciones numerosas oportunidades para crecer y prosperar, pero también ha dado lugar a nuevas formas de delitos cibernéticos, ataques sofisticados y vulnerabilidades cada vez más complejas.
Es crucial que las empresas estén al tanto de las últimas tendencias y desafíos en materia de ciberseguridad, ya que la falta de preparación puede tener consecuencias devastadoras. Los ciberdelincuentes están en constante búsqueda de vulnerabilidades y puntos débiles para explotar, poniendo en riesgo la integridad de los datos, la privacidad de los usuarios y la estabilidad de las operaciones comerciales.
En los últimos años se ha observado un alarmante aumento en el número de ciberataques dirigidos a empresas en el país. Estos ataques van desde el robo de información confidencial y el secuestro de datos hasta la interrupción de los servicios en línea y la extorsión.
Se han identificado también un aumento en la sofisticación de los ataques, con el uso de técnicas avanzadas como el phishing, el ransomware y el malware altamente sigiloso. Estos métodos representan una amenaza constante para las empresas y requieren una respuesta rápida y efectiva.