Sin lugar a dudas, uno de los actores clave para lograr Smart Cities es la iluminación. Esa fue una de las principales conclusiones del Primer Congreso Internacional de Alumbrado Público, celebrado el 14 y 15 de agosto en la Biblioteca Virgilio Barco en Bogotá.
Tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en una cumbre histórica celebrada por la Organización de las Naciones Unidas en 2015, los líderes de 193 países se comprometieron a intensificar esfuerzos para poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger al planeta.
Para ello, en el marco de esta nueva agenda mundial, se estableció para 2030 tener ciudades y comunidades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles; y gracias a las nuevas tecnologías, el sistema de iluminación de las calles puede ser un aliado para cumplir con esta meta.
Sin embargo, aunque para muchos es difícil imaginar una calle sin postes de luz y les parece inconcebible la vida moderna sin este servicio, lo cierto es que, en Colombia, en pleno siglo XXI, aún hay más de 2 millones de personas que permanecen en la oscuridad, según Daniel Medina, de Sunna Design, empresa francesa que produce luminarias a base de paneles solares.
Este tipo de tecnología muestra ventajas frente a la tradicional.
“Es fácil de instalar, sin necesidad de obra civil, sin factura de suministro, aislado de caídas de la red y funcional en desastres naturales. Libre de apagones durante la noche, con una batería con vida útil de más de 10 años y adaptada para trabajar en altas temperaturas, más de 40° centígrados”, dijo Medina.
Al convertir la energía solar en electricidad, se deja atrás algunas lámparas de mercurio con halógenos metálicos peligrosos para el medio ambiente y la salud humana, que ha llevado a diferentes organismos ambientales internacionales a prestar una mayor atención al manejo adecuado de estos residuos.
Tecnología LED manda la parada
Como alternativa a los paneles solares está la tecnología LED. Más eficientes energéticamente que las bombillas de sodio que hay en la mayoría de calles del planeta, las bombillas LED son regulables en intensidad, lo que permite reducir la cantidad de luz al mínimo durante las horas de la noche, en que apenas hay actividad en la calle.
Las bombillas LED consumen entre un 80% y un 90% menos de electricidad, lo que supone un importante ahorro económico y de energía, traduciéndose en un consumo más sostenible y responsable de los recursos. Además, estas bombillas son reciclables y tienen menos productos tóxicos entre sus componentes.
Las bondades de esta tecnología ya son aprovechadas por países como México. De hecho, para 2026, 85% de la luminaria pública será LED, según el mexicano Héctor Ledezma, de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee).
Durante el congreso, organizado por la Asociación Nacional de Alumbrado Público (Anap) y la Asociación Colombiana de Luminotecnia (ACDL), Ledezma agregó:
“Desde 1989, México ha buscado migrar todo su alumbrado público hacia tecnologías más eficientes. Esto ha permitido poner a México en el puesto 12 de la lista de países con mayor eficiencia energética, y la Conuee se ha convertido en un organismo de certificación y evaluación de cumplimiento para el sector comercial, doméstico y municipal”.
Otro caso exitoso de implementación LED está en Bucaramanga. Según Martín Arcos, líder del Departamento Técnico Project and Training-Cluster COS, de la empresa Schereder:
“Bucaramanga apostó por un sistema de alumbrado público LED. Hoy tiene 15.000 puntos de luz bajo esta tecnología, lo que la llevó a obtener el certificado ISO 50001 de eficiencia energética. Solo 8 entidades en Colombia lo tienen y son privadas; entonces, que una ciudad lo tenga es un gran avance”.
Postes de luz inteligentes
La telegestión facilita manejar todos los datos que en tiempo real arroja cada una de las luminarias de una ciudad desde un centro de control, para así saber si alguna presenta fallas y responder de manera ágil al arreglo. Además, permite calcular cuánta energía está consumiendo una luminaria, y poder manipular la intensidad de luz en sitios donde se requiera hacerlo.
Bucaramanga tiene 3.000 puntos de luz telegestionados, que además trabajan bajo una comunicación híbrida basada en radiofrecuencia y tecnología roaming, para no depender de un solo canal de comunicación y garantizar conectividad 24/7.
El paso hacia una ciudad inteligente
Pero la innovación no para allí. Tecnologías emergentes como Big Data o Internet de las Cosas permiten crear hoy postes de luz que integran otras soluciones:
Sobre el tema, al terminar el Congreso Internacional de Alumbrado Público, Jorge Jusdado, director de Proyectos para el Norte de Latinoamérica de Signify, en compañía de Armando Gutiérrez, director ejecutivo de la Anap, hablaron con Mauricio Jaramillo Marín en el hangout Iluminación, ¿el elemento más ‘oscuro’ de las ciudades inteligentes?, que se puede ver completo haciendo clic aquí.
Los expertos recalcaron que las bondades que la tecnología ofrece han reinventado el alumbrado público, pero su éxito depende en gran medida de la buena planeación. El primer paso es migrar hacia la tecnología LED.
“En Colombia apenas estamos empezando a avanzar hacia la iluminación inteligente. Debemos empezar por el cambio a tecnología LED en el alumbrado público. Las normas no obligan, pero la innovación y el futuro, sí… al tener la capacidad de emitir luz controlada en potencia y por momentos críticos y no encendida permanentemente se ahorra en consumo y hay eficiencia energética”, dijo Gutiérrez.
Luego sí se busca sacar provecho de la transformación digital del alumbrado público para generar beneficios en otros sectores como el turismo y la economía.
El representante de Signify mencionó el caso de Valladolid, una de las ciudades más visitadas por nacionales y extranjeros en España. Luego de que culminará la instalación de un tren de alta velocidad, un trayecto que duraba 3 horas desde Madrid hasta Valladolid paso a durar tan solo 45 minutos, por lo que muchos turistas ya no se quedaban a dormir en la ciudad.
“Por es, diseñamos un plan de ruta con las administraciones y creamos un recorrido histórico y turístico a partir de la luz creando la ruta ‘Valladolid, Ríos de Luz’, un paseo lumínico que realza notablemente los principales monumentos y recorre los principales monumento, plazas y avenidas del centro histórico de la ciudad”, dijo Jusdado.
El proyecto tuvo tanto éxito que fue premiado por la Asociación Internacional LUCI en 2011 con el Premio al Mejor Proyecto de Iluminación Urbana City.People.Light, además genera un atractivo turístico e incentiva la economía hostelera.
Jusdado agregó:
“La iluminación también mejora la experiencia y la seguridad en los eventos deportivos e incluso crea marca país como edificios emblemáticos iluminados”.
Finalmente, Armando Gutiérrez concluyó que “para la iluminación inteligente en Colombia hay que enamorar a los gobernantes. El tema tecnológico ya está, falta decisión política, planes de financiación y de ejecución. Necesitamos contratos para la innovación”.