Desde 2021 existen en Colombia teléfonos inteligentes con conexión 5G. Ya sea el Samsung S21 o el Xiaomi 11T, entre otros modelos, los teléfonos con este tipo de conectividad empiezan a convertirse en una opción verdadera para los usuarios. Sin embargo, aunque el mercado crece, la infraestructura del país todavía no soporta este tipo de conexiones para el público.
Si bien países como Estados Unidos o China ya tienen redes 5G públicas, en Colombia la legislación y la construcción de esta red avanza con un paso no tan rápido, aunque la expectativa es que dicho avance sea seguro y signifique a futuro una expansión más rápida de la tecnología.
Hablando del espectro
Para llegar a la meta de llevar las ventajas de 5G a los usuarios, tenemos que pensar en dos componentes necesarios: las antenas y los equipos. Empezando por los equipos, el mercado de terminales 5G se expandió bastante en 2021. Más allá de ser una tecnología reservada para los topes de gama, marcas como Oppo y Xiaomi han traído equipos 5G con precios asequibles.
Gran parte de esta expansión también ha estado apoyada por MediaTek, la casa de los chips Dimensity, que en muchos casos son los que están entregando equipos 5G a usuarios en Colombia. En el país, chips como el Dimensity 700 o el 800 son tal vez los más populares en la gama media, aunque Xiaomi con su 11T –que viene con un Dimensity 1200– también ha sido una opción muy robusta en el segmento.
En esencia, el mercado de los teléfonos 5G ha crecido en el último año, lo que a su vez quiere decir que para el momento cuando existan las primeras redes, los usuarios colombianos y la industria de los teléfonos estarán un paso adelante.
Sin embargo, para conectarse a la red 5G es necesario también que existan las redes en el país. En Colombia, el 5G está actualmente en fase de pruebas. Claro ha realizado ensayos desde 2018, utilizando la frecuencia de los 28 GHz, en los que llegó a tener hasta 10 Gbps de descarga. Por otra parte, operadores como Tigo también han sido autorizados por el MinTIC para realizar pruebas en el espectro de los 3.500 MHz. En principio, los ensayos serán realizados en Bogotá, Medellín, Cali y Barrancabermeja.
Movistar, por su parte, también ha llevado a cabo ensayos privados con éxito en recintos cerrados y ambientes controlados. Por el lado del gobierno, el MinTIC mostró a finales de 2021 algunos de sus planes para lo que será la subasta del espectro 5G en el país. En esencia, el ministerio expandió los topes por debajo de los 3.000 MHz y abrió una nueva categoría para las frecuencias entre 3.000 y 6.000 MHz.
Sin embargo, como nota agridulce, la ministra Carmen Ligia Valderrama afirmó que muy seguramente la subasta no sea llevada a cabo por el gobierno saliente, lo que pone su fecha tentativa por lo menos en el segundo semestre de 2022. Con esto, Colombia queda rezagada frente a países como Chile y República Dominicana, así como Brasil, que va a abrir servicio 5G en julio de 2022.
No todo el 5G es igual
Tal vez uno de los temas sobre los que menos hablan los usuarios finales (porque debería ser transparente para ellos) es la diferencia entre las conexiones 5G que son presentadas como el futuro de las comunicaciones y las redes que serán instaladas en un principio. Como toda nueva tecnología, 5G también tendrá un proceso orgánico de crecimiento, pasando obviamente por muchos de los obstáculos de toda tecnología nueva.
Según los planes del MinTIC, y muy cercano a lo que otros países han hecho, esta primera repartición del espectro estará limitada a las ondas por debajo de los 6.000 MHz o 6 GHz. Aunque este espectro tendrá mejoras ligeras frente a las actuales redes 4G, lo cierto es que están todavía relativamente lejos de metas como la baja latencia o las velocidades comparables con el Internet cableado.
El 5G de este tipo es conocido como sub-6 GHz, y representa el rango más fácil de distribución debido a que tiene un alcance mucho más amplio que frecuencias más altas. Las conexiones 5G del futuro seguramente estén todas basadas en el espectro por encima de los 6 GHz, pero lo cierto es que, en un principio, la mejora frente al actual servicio 4G será mucho más modesta que lo suele presentarse.
Un futuro con muchos escalones
Tal vez uno de los aspectos más relevantes es que Colombia es el segundo país con los precios más caros de espectro en la región después de México. Esto desincentiva no solamente la subasta por parte de los grandes operadores, sino que también limita el espacio para nuevos entrantes en el mercado.
Si bien es importante pensar en 5G y el futuro de las telecomunicaciones en Colombia, también es importante recordar que 4G es el presente. Las redes 4G todavía no cubren el país entero, lo que presenta un reto para poder empezar a hablar seriamente de 5G, una red que tendrá una inversión masiva y que en últimas beneficiará en sus inicios a cascos urbanos que ya cuentan con un servicio robusto de 4G.
De la misma forma, también es necesario hablar sobre la expansión de la fibra óptica en el país que pueda soportar y complementar las redes 5G. Más allá de pensar en rivalidad o en competencias, el futuro de la conectividad estará marcado por el uso simultáneo de varias soluciones. Aunque Colombia tal vez no ha avanzado muy rápido en materia 5G, lo cierto es que ha habido avances importantes y tanto el mercado como los usuarios están preparados para las siguiente era de la conectividad.
Imagen principal: Sebastián Romero/Impacto TIC