Hace algunos año, BYOD era la sigla en inglés con la que se designaba el hecho de llevar a la oficina dispositivos propios, de uso personal, y utilizarlos en labores relacionadas con el trabajo; esto, cuando era más habitual ir a la oficina que quedarse trabajando desde casa.
Ahora que el trabajo remoto está de ‘moda forzosa’, bring your own device –traiga su propio dispositivo– seguramente no implica solamente el traslado de los dispositivos al ambiente laboral, pues hoy es la oficina la que se lleva a la casa. Ahora, los empleados ponen al servicio de la empresa, además de su computador de escritorio, portátil o celular, su conexión a Internet, la energía que consumen, ¡su casa!
Así las cosas, no se puede decir que BYOD no haya pegado. A lo mejor, lo que sucedió fue que se volvió tan común, que la gente dejó de referirse a esa acción por la sigla y la adoptó como una parte más de su vida. ¿O no?
“El término BYOD se puso de moda hace un par de años, más que todo en empresas nuevas, emprendimientos y start ups, ya que de esa manera se podía registrar un ahorro en inversión tecnológica. Sin embargo, las áreas de TI de algunas empresas vieron en esta práctica un gran foco de fallas de seguridad y de entrada de software malicioso, por lo cual la adopción de este método no se ha dado en grandes corporaciones. También por la reciente situación de pandemia, muchas empresas han tenido que optar, así sea temporalmente, por esta forma de manejar activos de tecnología“, afirma Luis Fernando Herrera, brand manager de Lenovo Colombia.
Ha sido la pandemia, precisamente, la que por estos días le ha dado nueva fuerza al término (o a la acción que identifica), que a juicio de Ricardo Sarmiento Arandia, ejecutivo de Desarrollo de Negocios de la compañía Controles Empresariales, es una tendencia que viene para quedarse: “Con la situación que hemos venido atravesando en este 2020, esta tendencia tendrá mayor desarrollo, pues muchas de las empresas se han apalancado en los dispositivos que son propiedad de sus empleados para el desarrollo de las actividades relacionadas con sus roles en las organizaciones en el home office“.
Qué chévere, pero qué susto…
Aunque este esquema trae ventajas para empresas y empleados, también implica algunos riesgos. Axel Díaz, director del laboratorio forense de Adalid Corp., señala entre las primeras que el empleador no tiene que comprar dispositivos ni llenarse de infraestructura, lo que reduce costos anuales. Los riesgos, afirma el ejecutivo, vienen por el lado de la protección de la información, pues cuando el empleado se lleva sus propios dispositivos está corriendo el riesgo de que pueda dejarlos vulnerables frente a ciberatacantes: “Lo anterior puede llegar afectar a toda una organización y a través de sus dispositivos [los de un empleado] puede ser un vector de ataque para que puedan intervenir otros equipos. Adicionalmente, el usuario promedio no es muy cuidadoso con sus dispositivos mucho menos lo va a ser con la información que tenga de su empresa“.
Y en la época actual, los riesgos son mayores, pues la pandemia ha desatado la voracidad de los delincuentes informáticos que acuden a todos los mecanismos posibles para vulnerar la seguridad de los sistemas informáticos de las personas y empresas. Para protegerse, lo usuarios deben tomar todas las medidas necesarias en relación con la instalación de herramientas de protección de sus dispositivos y redes en casa; pero también es importante tener en cuenta otras recomendaciones.
Entre ellas, Axel Díaz destaca proteger a nivel legal la información de las empresas: “Esto se puede hacer a través de un acuerdo de confidencialidad robusto en el que cualquier tipo de divulgación de información de la empresa que no esté permitida tenga algunas consecuencias jurídicas, como por ejemplo el pago de multas“. Además de lo anterior, recomienda a las empresas contar con la política y las herramientas para monitorear de manera efectiva qué está haciendo el empleado con esa información, pero sin trascender al plano personal.
Edison Parra, gerente de Transformación Digital de Axity en Colombia, añade al listado de precauciones un elemento infaltable: cultura de protección. “Generar la conciencia en los usuarios de proteger su información, tomar las medidas necesarias, seguir los protocolos y mantener la seguridad como premisa“. También hace énfasis en fortalecer la autonomía y la responsabilidad para cumplir los objetivos sin necesidad de un micromanagement y vigilancia exhaustiva, y apoyarse en los equipos de TI de la organización, “quienes conocen cómo resolver problemas y cuidar la información de la empresa, y seguramente están pensando en estrategias que faciliten la vida y uso de los dispositivos“.
[su_box title=”Ventajas y desventajas de BYOD” style=”default” box_color=”#d23b40″ title_color=”#FFFFFF” radius=”0″]
Ventajas:
- Mayor productividad de los usuarios, pues cada uno elegirá y utilizará el equipo que quiere y con el que se siente cómodo.
- Se incremente la satisfacción de los empleados, pues trabajan sobre un solo equipo, el de su preferencia.
- Las empresas que optan por esta modalidad tendrán como beneficio la disminución de los costos de adquisición de infraestructura.
- Mayor flexibilidad y movilidad para la realización de las tareas tanto personales o empresariales.
Desventajas y riesgos:
- Riesgos en la seguridad de las redes de las organizaciones, ya que por ser dispositivos propios [de los empleados], es difícil garantizar los niveles de control y de seguridad en los equipos (antivirus, por ejemplo).
- Las organizaciones que optan por este modelo también se ven enfrentadas a retos en aspectos como la seguridad y confidencialidad de la información.
- También se ven inmersas en riesgos de seguridad en la proliferación de brechas por los endpoints utilizados en los equipos.
- Shadow IT (dispositivos fuera de control del departamento de Tecnología de las empresas).
- Las políticas de acceso que deben generar las compañías requieren de una adaptación y ajuste a esta nueva tendencia.
- Las áreas de TI se encuentran con diversidad de dispositivos, aplicaciones y software en los equipos, lo que hace más difícil su administración.
Ricardo Sarmiento Arandia, ejecutivo de Desarrollo de Negocios de Controles Empresariales.
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Trabajo remoto y teletrabajo no son lo mismo
Aunque en la situación actual las personas comunes y corrientes no establecen una diferencia entre el trabajo remoto y el teletrabajo, lo cierto es que este último tiene implicaciones legales que van mucho más allá de simplemente quedarse trabajando en casa. De hecho, en Colombia, el teletrabajo está regulado por la Ley 1221 de 2008 (reglamentada por el Decreto 884 de 2012 y sobre la que hace precisiones la Circular 027 de 2019). Si quiere tener más claro el panorama en la cabeza, sin necesidad de leer la reglamentación completa, le recomendamos el ‘Libro blanco, el ABC del teletrabajo en Colombia‘.
Lea aquí: Teletrabajo, mucho más que un ‘plan B’ en tiempos del coronavirus
En estos documentos se establecen las obligaciones y derechos de las partes involucradas en un contrato en las diferentes formas de teletrabajo que existen en el país, que involucran aspectos relacionados con la tendencia de BYOD. Sobre el particular, los entrevistados insisten en la necesidad de contar con normas claras relacionadas con los beneficios para los empleados, que –como se mencionó al comienzo– están incurriendo en un gasto adicional en beneficio de su empresa.
[su_box title=”Pronto veremos nueva legislación al respecto” style=”default” box_color=”#32bfc8″ title_color=”#FFFFFF” radius=”3″]
Juan Pablo Villegas, gerente de Citrix en Colombia, habló con Impacto TIC sobre las implicaciones que tienen en el mundo laboral tendencias como que los empleados usen sus propios dispositivos para trabajar.
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En conclusión, aunque en las conversaciones ‘de calle’ se revista al teletrabajo con la informalidad del trabajo remoto, y aunque BYOD no necesariamente se use ya como el nombre de la tendencia de usar los dispositivos propios para tareas laborales, lo cierto es que la necesidad de trabajar en la casa tiene sus implicaciones desde el punto de vista de la propiedad de los equipos que se usan para esta labor.
“A pesar de que BYOD ahora es una tendencia muy fuerte y ha llegado a marcar la pauta del funcionamiento de las empresas, no se puede desligar nunca el tema de seguridad de usar un propio dispositivo para trabajar. Siempre el empleador y el empleado deben ir de la mano para que juntos protejan la información de sus empresas, en especial con la confidencialidad, integridad y disponibilidad de esta“, afirma Axel Díaz, de Adalid Corp.
Para Edison Parra, de Axity, permitir que las personas utilicen su propio dispositivo para cumplir su trabajo ha sido vital en la continuidad de muchos negocios, y ha mostrado que en conjunto con los aspectos mencionados puede traer beneficios para todos.
Luis Fernando Herrera, de Lenovo Colombia, concluye: “Es una tendencia mundial que estas nuevas opciones de uso tecnológico lleguen al lugar de trabajo de los usuarios, pero debe volverse un foco para las organizaciones poner sus esfuerzos en garantizar la seguridad, gestión y visualización tanto de los equipos como de los bienes intelectuales“.