¿Estamos listos para pasar de las aulas a la educación virtual? – Opinión

Publicado el 26 Mar 2020

Educación virtual

Tomar decisiones de mejoramiento a las acciones improvisadas que se han tenido que adelantar como consecuencia del COVID-19 se volverá un imperativo frente a la responsabilidad que las instituciones tienen con los estudiantes en materia de educación virtual.

Por Samir Estefan, LAS Education Manager Lenovo

Samir Estefan

La educación es uno de los segmentos más rezagados a la hora de la apropiación tecnológica. Una de las principales razones radica en la diferencia generacional entre sus actores principales: estudiantes del siglo XXI, con docentes del siglo XX, en salones de clase del siglo XIX. Lo anterior lleva a que en momentos como los actuales, en los que es necesario contar con la tecnología adecuada para que los colegios y universidades puedan dar continuidad a la educación de los estudiantes a través de medios virtuales, sea difícil lograrlo de manera eficiente y eficaz.

El arraigo a los modelos tradicionales de educación que han funcionado desde siglos atrás es muy difícil de cambiar en el corto plazo. La innovación no solo depende de contar con aparatos tecnológicos en el colegio o universidad, sino de transformar las clases, teniendo en cuenta que los estudiantes de hoy son nativos digitales que se caracterizan, entre otras cosas, por acceder a la información de manera inmediata, desde cualquier lugar y con un mínimo esfuerzo. En consecuencia, el intento fallido de tecnificar los modelos de aprendizaje ha sido tal vez el principal desmotivador para continuar realizando inversiones tecnológicas importantes en el sector educativo.

Educación virtual
Imagen: We Hicks (Unplash).

Esto ha impedido un mejoramiento importante de la apropiación tecnológica en este sector, y el aporte de recursos en aspectos como llevar Internet al salón de clase, por ejemplo, sigue siendo un sueño en América Latina, pues hay personas a cargo de instituciones educativas que son inmigrantes digitales quienes consideran dichas inversiones como intangibles, así como profesores que prefieren mantenerse en su zona de confort dentro de las antiguas prácticas tradicionales.

La educación virtual es ya… o ya

No puede seguirse aplazando el mejoramiento de las herramientas tecnológicas para la educación en Colombia, pues además de estancar su desarrollo y transformación, hace más difícil para el país enfrentar situaciones imprevistas como la que hoy se presenta con el COVID-19, un evento no calculado que al imponer el distanciamiento social está obligando a las instituciones educativas públicas y privadas a llevar su institucionalidad a la virtualidad para poder seguir funcionando.

Educación virtual
Imagen: NeOBRAND (Pixabay).

Lo que va a evidenciar esta circunstancia excepcional que vivimos hoy, en primer lugar, es conocer qué colegios y universidades están preparados para abordar esta situación apropiadamente y cuáles, no. Es posible que directivos de algunas instituciones educativas estén contando con que la pandemia solo será de un par de semanas, lo cual les permitiría generar acciones un tanto improvisadas con un efecto no muy negativo en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

Pero el tema es que la situación podría alargarse y, por consiguiente, tomar decisiones de mejoramiento a esas acciones improvisadas se volverá un imperativo frente a la responsabilidad que tienen con los estudiantes.

Herramientas para prepararnos mejor

La gran lección cuando las cosas vuelvan a la normalidad será que las instituciones educativas, públicas y privadas deben prepararse mejor tecnológicamente para responder a circunstancias similares. ¿Cómo prepararnos mejor?

Estos son algunos de los principales aspectos que se deben tener en cuenta para la construcción del modelo de educación virtual en una institución educativa.

  • El acceso a Internet dentro del plantel, tanto en cobertura como en velocidad, es una prioridad (funcionalidad estable dentro del salón de clase).
  • Definición de un proveedor de nube que permite extender las herramientas de productividad necesarias en toda su comunidad. Entre los principales están Microsoft con su Office 365 y Google con su G Suite for Education. La ventaja de trabajar con alguno de estos dos es que se solventa otro de los requisitos para tener en cuenta, como son las plataformas de colaboración.
  • Herramientas de Colaboración (comunicación por chat, teleconferencia, videollamada y compartir pantalla). Entre las principales están Teams de Microsoft o Meet de Google. Otra muy popular es Zoom, que de hecho es una de las soluciones de colaboración más usadas en sector educación a nivel mundial y tiene la ventaja de conectarse naturalmente con muchas de las plataformas de aprendizaje más usados en el mundo.
  • Una plataforma virtual de aprendizaje (LMS – Learning Managment System). Desde G Suite la mas usada es Classroom, pero también existen plataformas como Moodle, BlackBoard y Canvas. Entre las nuevas plataformas que permiten estructurar contenidos en nuevas metodologías de aprendizaje como lo es PBL (Project Based Learning) o en español ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) están plataformas como The PBL Space.
  • Blend Classroom (Salones de Clase de Telepresencia). Adicionalmente a la infraestructura basada en nube, también es ideal preparar los salones de clase al nuevo concepto de los cuales permiten tener tanto docentes como estudiantes en modalidad presencial o virtuales al mismo tiempo. Para esto, soluciones como ThinkSmartHub 500 en versiones tanto para Teams de Microsoft como para Zoom son las más económicas y sencillas de implementar. Permiten, adicionalmente, que estudiantes con incapacidad física o por enfermedad puedan tomar sus clases.
  • Capacitación docente. El correcto uso de las herramientas en nube por parte del docente es esencial para el desarrollo normal de una clase virtual. Ser administrador de un salón virtual requiere habilidades para compartir pantalla, silenciar estudiantes o dar control a un estudiante, entre otras. Blend Classroom es un modelo ideal para que el docente comience a prepararse.

Una práctica recomendada, una vez pase la conmoción y se estén implementando los puntos mencionados anteriormente, es volver virtuales las clases durante ciertos días del mes, bimestre, trimestre o semestre, para que los docentes ganen las habilidades necesarias y puedan adaptar metodologías de estudio en esta nueva modalidad. Lo anterior, teniendo en cuenta que principalmente en colegios la madurez del estudiante ante procesos de autoestudio es más compleja de adquirir, diferente a las universidades donde la tendencia de educación a distancia ha venido creciendo desde hace varios años.

Lea aquí: Educación virtual, aprendizajes tras la primera semana de aislamiento.

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