La conversación sobre Transformación Digital en Colombia a menudo se llena de términos como Inteligencia Artificial, aulas Stem y dispositivos de última generación. Sin embargo, a 30 minutos de Cali, una de las principales ciudades del país, hay colegios públicos que en pleno 2025 aún no tienen conexión a Internet. Esta paradoja, que evidencia la profunda brecha digital, es el punto de partida de la reflexión de José Alejandro Rodríguez, director del Centro Eduteka de la universidad Icesi.
Desde finales de los años noventa, Eduteka, primero desde la fundación Gabriel Piedrahita Uribe y ahora desde la universidad Icesi, ha acompañado a los docentes en el turbulento pero necesario viaje de integrar la tecnología en el aula. Rodríguez recuerda que el miedo que hoy suscita la Inteligencia Artificial es muy similar al que generó la llegada de Internet: el temor de los maestros a ser reemplazados.
“Nosotros lo que queremos es que el profesor use la tecnología como aquel asistente que le puede ayudar a potenciar muchísimo todo ese proceso formativo”, afirma Rodríguez. Esta es la filosofía central de Eduteka: la tecnología no es un enemigo que busca suplantar al docente, sino el más poderoso de los aliados para enriquecer el aprendizaje y extenderlo más allá de las cuatro paredes del salón de clases.
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Los ‘lovers’, los ‘haters’ y la gran mayoría indecisa
Al analizar la adopción tecnológica en el cuerpo docente, Rodríguez identifica dos polos. Por un lado, están los ‘lovers’, profesores curiosos e innovadores que, sin ser necesariamente expertos, buscan la manera de usar las herramientas a su alcance. Como ejemplo, menciona una experiencia asombrosa en el Putumayo, donde una docente desarrolló un chatbot con Inteligencia Artificial para que niños de quinto de primaria practicaran inglés. “Juntar las palabras Putumayo, Inteligencia Artificial e inglés es bastante raro, pero es posible”, comenta, subrayando que hay joyas de innovación escondidas por todo el país.
En el otro extremo están los ‘haters’, quienes se resisten activamente, movidos por el temor o la pena de admitir que no dominan una herramienta. Sin embargo, el verdadero reto, según Rodríguez, está en la mayoría de docentes que se encuentran en el medio, en una especie de limbo. Son aquellos que aún no han hecho la reflexión profunda sobre cómo la tecnología puede convertirse en su asistente personal.
Este desafío se ve agravado por otros factores, como la brecha generacional. Un docente con 30 años de servicio en una zona rural apartada enfrenta barreras de alfabetización digital muy distintas a las de un licenciado recién egresado. Además, está el problema crónico de la conectividad, que deja a miles de estudiantes y maestros rezagados.
El reto no es la falta de formación, sino la falta de reflexión
Una de las críticas de Rodríguez apunta al modelo de capacitación docente. “Se ha invertido tanta formación, tanto en formación docente, porque los formamos las universidades, las secretarías de educación, los sindicatos, hay cursos gratuitos, el ministerio de educación y nada pasa, todo sigue igual”, cuestiona. Para él, el problema no es la cantidad de diplomas que un profesor pueda acumular, sino la falta de una apropiación útil y reflexiva que transforme verdaderamente las prácticas en el aula.
Para atacar este problema, Eduteka desarrolló Eduteka Lab, una plataforma gratuita que funciona como una caja de herramientas para los maestros. Esta solución, que ya cuenta con más de 280.000 usuarios registrados, utiliza la Inteligencia Artificial para ayudar a los docentes a crear planeaciones de clase con metodologías innovadoras como la gamificación o el aprendizaje basado en retos, a diseñar rúbricas y a organizar proyectos. es, en esencia, la materialización de su visión del asistente docente.
El objetivo final, más allá de la tecnología, es lograr aprendizajes significativos que preparen a los niños y jóvenes para la vida. Se trata de que el paso por la escuela sea una oportunidad para que cada estudiante visualice y construya su proyecto de vida, con el maestro como un guía fundamental en ese proceso.
Un retrato de las brechas y oportunidades regionales
Este contraste entre innovación y resistencia no es uniforme en todo el territorio nacional. La experiencia de Eduteka, que ha trabajado en la Guajira, Cesar, Cundinamarca, Antioquia, Santander y la región pacífica, dibuja un mapa de profundas desigualdades. Según rodríguez, las grandes ciudades como Cali concentran un mayor desarrollo de habilidades digitales, pero la brecha se hace evidente a pocos kilómetros. “Cuando uno ve la zona cercana a cali, vámonos a jamundí, vámonos a Candelaria, vámonos a Yumbo, a Palmira, al Cerrito, pues claramente allí los temas digitales, pero también los temas de los logros en los aprendizajes, medido por ejemplo por resultados de pruebas saber, son preocupantes”, señala.
Esta realidad se agudiza con la falta de infraestructura básica. La existencia de colegios sin Internet es una prueba contundente de las promesas incumplidas en materia de conectividad. Al mismo tiempo, en el Valle del Cauca existen esfuerzos de las secretarías de educación por dotar a las escuelas con aulas Stem y laboratorios de innovación de primer nivel. La paradoja es que, a menudo, esta infraestructura de punta queda subutilizada. “Hay una infraestructura genial y hay una infraestructura muy buena y muy útil para las instituciones educativas, pero (…) los profesores no saben qué hacer con estas aulas Stem, con las impresoras 3d, con los tableros absolutamente divinos”, explica Rodríguez.
La situación se repite en otros contextos, como en el Norte del Cauca, donde un rector de 68 años requiere un acompañamiento paciente y básico para entender cómo la tecnología puede ayudarle en tareas administrativas. Este panorama demuestra que la Transformación Digital depende menos del dispositivo y más de la apropiación humana.
La tarea no es fácil. Los retos son enormes, desde las cargas administrativas hasta los crecientes problemas de convivencia y salud socioemocional en las aulas. Pero en medio de la dificultad, iniciativas como la de Eduteka demuestran que es posible alivianar las cargas de los maestros y poner la tecnología en el lugar que le corresponde: al servicio del aprendizaje humano.
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Para continuar esta conversación vital sobre el futuro de la educación y otros sectores, la Gira Foros TIC Colombia llegará a diferentes regiones del país. Este es un llamado a que todos los actores del ecosistema se sumen. Asimismo, si usted conoce o lidera experiencias significativas en Transformación Digital educativa en su territorio, lo invitamos a compartirlas para que más personas conozcan las innovaciones que están cambiando a Colombia.
Esta importante iniciativa inicia su recorrido en Cali el próximo 26 de junio. Será un espacio invaluable para conectar, aprender y construir colectivamente el futuro digital de la región. ¡Les esperamos para ser parte del cambio y seguir impulsando al Valle del Cauca como un verdadero hub tecnológico de Colombia y Latinoamérica!
