En el contexto actual, la seguridad física y la ciberseguridad se han convertido en ejes fundamentales para las compañías. La protección de datos, la continuidad de las operaciones y la preservación de la reputación de las empresas son cada vez más importantes en un mundo interconectado y digital.
Los riesgos políticos, económicos y humanos actuales en el mundo, que incluyen la guerra entre Ucrania y Rusia y el conflicto entre palestinos e israelíes, se suman a los riesgos de seguridad física que vive Colombia en algunas regiones con marcadas cifras de violencia. Estos factores sin duda están afectando las operaciones de las empresas nacionales y extranjeras.
Al mismo tiempo, en 2023 se evidenció un aumento de los ciberataques en Colombia, representando una seria amenaza para las empresas. Según IBM Security, desde 2022 Colombia se posicionó como el segundo país en Latinoamérica en número de intentos de ciberataques recibidos, con un total de 20.000 millones.
Para analizar estos temas, en la ‘semana de la seguridad’ del CEA y la Embajada de Estados Unidos, se reunieron expertos, líderes de las empresas y del gobierno nacional para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el país.
En el evento participaron representantes del Ministerio de Defensa Nacional, el Ministerio de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, la Defensoría del Pueblo, representantes del gobierno estadounidense y de los inversionistas extranjeros presentes en Colombia.
“Estos temas son de suma relevancia para las empresas estadounidenses en Colombia, y es fundamental abordarlos de manera efectiva para proteger nuestras operaciones y los datos”, señaló Ricardo Triana, director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA).
Al igual que los conflictos físicos actuales, la ciberseguridad representa un riesgo mundial y plantea desafíos y oportunidades en todo el mundo, convirtiéndose en un tema central en la política internacional con fuertes repercusiones en esferas como la seguridad nacional y la política exterior de los países.
La importancia de la cooperación para la agencia de seguridad digital
Para avanzar en soluciones, desde el punto de vista público y privado, es importante trabajar en conjunto para mitigar los riesgos y aportar por la inversión extranjera en ciberseguridad en Colombia. Además, el país debe contar con un marco regulatorio que garantice la protección de las personas y de las empresas.
En el panel ‘La ciberseguridad, elemento clave para la inversión extranjera y la Agencia Nacional de Seguridad Digital’, en el que participaron Ximena Duque, presidente ejecutiva de Fedesoft, Germán Patiño, VP of Sale de Lumu Technologies y Angela Cortés del grupo de respuesta a emergencias cibernéticas de Colombia – COLCERT, se enfatizó en la necesidad de cooperación de todos los sectores para sacar fortalecer la agencia.
“Necesitamos desarrollar la política pública y fortalecer las estrategias de presencia de Colombia en programas internacionales, este tema es transnacional y debe ir unido al tema de la ciberdefensa”, afirma Angela Cortés, quien desde la posición del gobierno ve como una prioridad canalizar en la agencia todos los esfuerzos que permita orientar la política pública en ciberseguridad que necesita el país.
Desde el punto de vista del sector privado, la visión va más allá de que las empresas solo colaboren compartiendo información, sino que también tomen medidas para liderar y dirigir capacidades para la agencia. Por eso, empresas como Lumu Technologies y otras del sector tecnológicos y agremiaciones están brindado apoyo en el desarrollo y ejecución de la agencia durante su tránsito por el Congreso de la República.
“Nosotros necesitamos una regulación mucho más aterrizada a las realidades que tenemos en este momento, el mundo cambió con la digitalización y no sabíamos cómo enfrentarnos y proteger la información. Lo que vemos en este momento es que la ciberseguridad se ve como una forma reactiva en donde el presupuesto no está pensado o no hay una cultura o formación en ciberseguridad”, afirma Ximena Duque.
Tanto Duque como Cortés enfatizan en la importancia de la participación activa del ecosistema tecnológico y de los demás sectores del país para fortalecer la agencia, orientando al Estado en los estándares y los lineamientos para proteger y mitigar los riesgos que se presentan con los cibercriminales. “Con la suma de cada actor vamos a poder ampliar ese conocimiento y así mismo la reacción”, añade Angela Cortés.
Por lo tanto, la experiencia de países como Estados Unidos también se convierte en un factor clave para avanzar. Actualmente, las empresas del país se están integrando con esas buenas prácticas. Gremios como Fasecolda ya están considerando soluciones como los seguros contra ciberataques para las empresas, lo que brinda tranquilidad a los líderes.
El costo de la ciberseguridad en inversión extranjera
Con todos estos esfuerzos para garantizar seguridad digital, no se puede dejar a un lado las garantías que se reflejan en el tipo de inversión extranjera que llega al país. “Cuando miramos ciberseguridad, son altas las inversiones que deben hacer las empresas que vienen de afuera, el costo y la falta de regulación definitivamente se convierten en una barrera de entrada”, enfatiza Germán Patiño.
Aunque las empresas privadas han realizado diversas inversiones en los últimos 20 años, resulta insuficiente si la regulación actual en el país no proporciona garantías de seguridad digital y si no existen reglas de juego claras para colaborar entre naciones.
“La ciberseguridad en Colombia y en el mundo es un problema sistémico”, enfatiza Patiño, lo que implica que no puede ser abordado únicamente con inversiones del sector privado. “Con unas reglas de juego, la experiencia e inversión que ha hecho desde hace 20 años el sector privado, ahora estarán al servicio de construir la solución sistémica”, añade.
Por lo tanto, con la experiencia que posee el sector, el país podrá avanzar más rápidamente en las soluciones y garantizar que más inversión extranjera llegue al país. Además, se puede aliar con otros actores de la región como Estados Unidos y los otros sectores implicados. “Este es un problema que ya no lo resuelve solo la tecnología o el gobierno, sino que necesitamos resolverlo juntos”, concluye Patiño.
