Team Biosbot, es un grupo de jóvenes colombianos, genios en robótica, que quedó campeón en el torneo nacional de First Lego League Colombia 2022, en la categoría “Cargo Connect”. Este logro le dio el derecho para representar a Colombia en el Open Internacional SESI de Brasil, competencia que se realizará del 5 al 7 de agosto.
Inclusión desde su concepción
Pocas áreas del conocimiento despiertan tanto la mente e imaginación de las personas tanto como la robótica. Desde hace varias décadas autores y artistas han imaginado la vida cohabitada con seres de circuitos, metales e Inteligencia Artificial. Esto, a su vez, también ha servido para inspirar a generaciones enteras a hacer realidad estas visiones del futuro.
Si bien todavía no estamos cerca de los androides de Hollywood, en Colombia se están gestando los primeros pasos de las generaciones que en un futuro estarán aportando a la vanguardia del campo de la robótica. Team Biosbot, un club de robots de la ciudad de Bogotá, se ha convertido en un ejemplo exitoso del talento que existe en el país y de la misión social que fortalece el tejido social.
Hacia el año 2018, Felipe Melo, un joven con síndrome de Asperger, estaba tomando clases particulares sobre matemática y robots con Julián Fernández, su tutor. Julián notó inmediatamente habilidades en Felipe para la lógica de robots, lo que lo llevó a hablar con Pedro, padre de Felipe, para poder incluir a más niños en clases de robótica basadas en los robots de Lego.
Después de haber incluido a 14 estudiantes y de ganar su primero torneo, Biosbot se consolidó como un club de robótica enfocado a replicar estas primeras experiencias positivas. La palabra Bios es una sigla: Barreras de Inclusión una Oportunidad Social. “Felipe pasó de tener una complicación importante a ser una persona independiente, a tomar sus apuntes en clase, a poder aportar, debatir y romper todas esas brechas. De ahí nace la bandera de Biosbot”, explica Julián Fernández, coach de Biosbot.
Esta visión por la inclusión no está limitada, por ejemplo, a las personas ciegas o con Asperger del grupo, sino principalmente a entender que todas las personas tienen habilidades y dificultades distintas. Entender las diferencias entre un grupo de trabajo ha funcionado para maximizar las habilidades de todos los niños y niñas que participan de Team Biosbot.
“El reto ha estado en demostrar que la inclusión es saber que todos tenemos algo diferente, con o sin discapacidades. En Biosbot nos enfocamos en las habilidades que cada uno tiene”
Para Julián y Pedro, la meta de Biosbot también ha sido entender que no basta con simplemente entender el concepto de inclusión social, sino que es necesario vivirla. Por esta razón, Biosbot no ha cerrado nunca sus puertas a personas interesadas en participar, sin importar discapacidades o condición social de los participantes. En robótica, después de todo, uno de los aspectos más importantes es la cohesión entre en grupo de trabajo.
Rompiendo barreras
La participación de Felipe sirvió, por un lado, para mejorar la calidad de vida de Felipe, quien encontró nuevas amistades y una canal de salida a su discapacidad. Por otro lado, los éxitos tempranos del equipo mostraron que la inclusión no es solamente una visión, sino también una ventaja competitiva para el equipo y para la sociedad en general.
Daniel, un estudiante recién graduado, trabaja de la mano con Felipe para armar robots, así como en la programación de estos. Pese a ser el tipo de persona que prefiere trabajar solo, Daniel ha encontrado un valor importante en los aportes y las diferencias de pensamiento de su equipo. “Siempre he sido alguien que toma los proyectos muy para mí solo”, explica.
Así mismo, Shekhina, una chica apasionada por la robótica e interesada por temas Stem desde que está en el colegio, comenta que ha sido importante mostrar que las niñas y mujeres tienen un potencial enorme en tecnología. “Yo como chica puedo también trabajar en ingeniería, trabajar en robótica, en programación, todo lo que es ciencia. Me genera también abrirles los ojos a mis compañeras”, explica.
Tanto Daniel como Shekhina explican que Biosbot ha sido una influencia muy positiva, no solamente como expresión de una pasión compartida, sino también para abrir sus mentes hacia nuevas fronteras y experiencias. Parte de esto, además también ha sido conocer equipos de otros países para entender diferentes perspectivas sobre cómo afrontar los retos de robótica.
Más retos que la sola robótica
Dado el talento de Biosbot, no sorprende que el equipo ha visitado varios países y, de hecho, ha sido la primera experiencia de viajar en avión para algunos de los participantes. Julián y Pedro, pese a ser mentores del equipo, también han tenido que tomar el papel de productor y organizador para buscar fondos y recursos para apoyar el talento de los estudiantes.
“Paralelamente hay que trabajar en el proyecto, porque hay que llegar a Brasil siendo competitivos. Son dos frentes de trabajo grandes, pero hay que hacerlos”, explica Pedro Melo. Justamente, ahora que son campeones, su próxima parada será Brasil, en donde esperan poder dejar en alto el nombre de la robótica colombiana.
El viaje a Brasil representa un costo cercano a los 100 millones de pesos, por lo que el equipo ha buscado recursos por medio de plataformas como Vaki para costear el desplazamiento de 17 integrantes. Así mismo, tampoco han tenido suerte buscando recursos en empresas privadas o entidades estatales.
Si bien el talento existe en Colombia, también es una realidad difícil el hecho de que la falta de recursos frena en seco las aspiraciones de los y las profesionales del futuro. Incluso con estos retos, Julián, Pedro y todos los estudiantes siguen con la cara en alto y pensando desde ya en su próxima victoria. En palabras de Pedro: “Es un proyecto de vida”.
Imagen principal: Team Biosbot
