En un mundo cada vez más conectado, los contextos digitales han llegado a adquirir igual o incluso más relevancia que los contextos físicos. Después de todo, una conexión a Internet nos abre las puertas a elementos como las redes sociales, los juegos en línea y también el comercio electrónico.
Esta migración hacia los servicios en Internet también ha significado un cambio grande en la manera en la que nosotros, los usuarios, utilizamos y adquirimos productos. Antes, por ejemplo, era común visitar agencias de viajes para comprar paquetes turísticos, mientras que hoy en día existe una multitud de páginas para buscar y comprar las mejores ofertas para temporadas vacacionales.
A la vez que nuestros hábitos de consumo cambian, esto también ha significado un aumento en el nivel de confianza. En otras palabras, confiamos más en que datos importantes como el número de nuestra tarjeta de crédito o de nuestra contraseña del banco están viajando seguros por Internet y sin riesgos mayores. Para lograr esto, hoy por hoy, además de protocolos seguros, también han crecido en popularidad programas conocidos como VPN.
Expliquemos una VPN
La abreviación VPN viene de virtual private network, que en español se traduce como red privada virtual. Esta red virtual difiere de Internet común ya que es de acceso privado, lo que quiere decir que solamente cierto grupo de personas o usuarios pueden moverse por ella. Una VPN puede, por ejemplo, cambiar mi dirección IP para que las páginas que visito no tengan acceso a esa información.
Por lo general, una VPN también cuenta con un tráfico encriptado de punto a punto. Es decir que absolutamente toda la información o los datos que se envía por la red van a estar encriptados para defenderlos de atacantes externos. Un ejemplo común es en una red Wi-Fi pública, en donde un atacante podría acceder fácilmente e interceptar paquetes de datos de todas las personas conectadas; con una VPN, el atacante no podría ver ninguna información importante.
Una VPN esencialmente crea un túnel encriptado de datos que viajan a través de servidores privados. En el caso de algunas compañías proveedoras de VPN, el número de estos servidores puede estar por encima de 1.000, lo que también entrega mucha versatilidad a los usuarios. “Las VPN nos ayudan a comunicarnos con sitios sin que alguien más que el operador de la VPN lo pueda ver”, explica Antonio Romero, gerente de Operaciones de Seguridad para el Norte de América Latina en Logicalis.
Una VPN puede ayudar a esconder aspectos como el historial de páginas visitadas, mi dirección IP y ubicación física, dispositivos y actividad en la web –especialmente útil para evadir cookies de anuncios de terceros–. Aunque esto haría pensar que las VPN se pueden aprovechar para realizar actividades ilegales, lo cierto es que su uso es mucho más extendido, especialmente en el ambiente profesional. Pero no sobra aclarar que si se usara con fines ilegales, el usuario podría sufrir las consecuencias que vengan al caso.
Una VPN puede estar configurada para acceder a redes internas –como la de una oficina– desde lugares remotos. De la misma forma, la habilidad para cambiar IP en ocasiones funciona para acceder a contenidos bloqueados en otros países, como por ejemplo para ver contenidos de colombianos de Netflix cuando estamos por fuera del país.
La privacidad verdadera no existe
En los últimos años, un total de 142 millones de usuarios en países como Estados Unidos han utilizado VPN. De la misma forma, se calcula que diariamente existen hasta 32 millones de usuarios de VPN. Gran parte de esta adopción también ha estado relacionada a campañas de publicidad, como por ejemplo de NordVPN y Surfshark, que suelen pagar por anuncios en distintos canales de YouTube.
Sin embargo, lo cierto es que una VPN tampogo garantiza privacidad total. “Con la VPN yo puedo tener un nivel de seguridad para que nadie vea a dónde me estoy conectando, ni siquiera mi proveedor de Internet. Pero llega otro operador, el operador de la VPN”, explica Romero. Esto significa que, en el ejemplo anterior, NordVPN puede monitorear todo mi tráfico si utilizo su servicio de VPN. “Ese operador de VPN va a tener toda mi información, de a dónde me estoy conectando y a dónde no. Entonces son unas por otras y no muchas personas entienden eso”, recalca.
Incluso con esto, tener una VPN puede ser ventajoso simplemente por la capacidad de elección. En un país como Colombia, el proveedor de Internet que se contrata es a veces también el único que ofrece servicio. Una VPN, en cambio, se puede encontrar en línea y seleccionarla basado en citerios que sean más o menos importantes para el usuario.
¿Necesita una VPN?
Con un mundo conectado que crece cada vez más, también es importante saber si vale la pena o no contratar un servicio de VPN. En primer lugar, Antonio Romero, de Logicalis recomienda tener buenos hábitos a la hora de navegar en Internet. Si estamos comprando o haciendo transacciones en línea, debemos verificar que el sitio que visitamos tiene un certificado de seguridad y encriptación que protege los datos.
El protocolo HTTPS ya está implementado en muchos de los sitios web que almacenan nuestros datos. Cualquier página de un banco, por ejemplo, debería contar con este certificado y lo podemos verificar por el candado que aparece al lado de la dirección que estoy visitando. Así mismo, también es recomendable darse a la tarea de habilitar la autenticación de doble factor en nuestras cuentas importantes y revisar sesiones abiertas en otros dispositivos.
Incluso si Internet hoy en día es mucho más seguro, existen también casos específicos en los que el uso de una VPN es recomendable, como por ejemplo para viajeros frecuentes o usuarios que utilicen redes Wi-Fi públicas. Romero recomienda también utilizar una VPN de compañías o marcas reconocidas, y por lo general evitar utilizar VPN gratuitas, que suelen recopilar datos que luego son vendidos.
El aumento en la conciencia de los usuarios hacia su privacidad ha traído también un aumento importante en la demanda de servicios de VPN. Como muchas otras cosas, si una oferta de VPN en Internet suena demasiado buena para ser verdad, es porque probablemente no sea verdad o porque no es tan buenas. Las VPN son una herramienta potente para nuestra privacidad, pero es clave entender que antes debemos mejorar nuestros hábitos como navegadores y consumidores.
[su_box title=”6 puntos para considerar una VPN, según Norton” style=”default” box_color=”#4479B8″ title_color=”#FFFFFF” radius=”3″ class=””]
- ¿Respetan su privacidad? La meta de utilizar una VPN es aumentar la privacidad, y es crucial que el operador de la VPN también la proteja. Un buen proveedor de VPN debe tener una política de no-log, que significa que no almacenan datos ni historiales.
- ¿Tienen límite de datos? Algunos proveedores de VPN tienen límite de datos, muy parecido a los planes de Internet móvil. Aunque lo preferible sería no tener límite de datos, es mejor revisar bien la letra pequeña antes de comprar.
- ¿Dónde se ubican sus servidores? Por lo general, entre más cercano sea el servidor a mi ubicación física, más rápida será la conexión. En el caso de Colombia, es común ver servidores en Brasil.
- ¿En cuántos dispositivos puedo usarla? Un buen proveedor de VPN ofrece clientes para Windows, macOS, Android, iOS e incluso Linux. Un consumidor promedio utiliza entre 3 y 5 dispositivos, y puede que todos necesiten conexión a VPN.
- ¿Cuánto cuesta? En términos generales, la mayoría de las VPN gratuitas tienen bastantes deficiencias y problemas de privacidad. En el mercado existen promociones de VPN reputables con planes de hasta 30 dólares anuales.
Algunas recomendaciones: Mullvad, ProtonVPN (cuenta con versión gratuita), Mozilla VPN, Surfshark
Fuente: Norton Internet Security
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Imagen principal: Privecstasy en Unsplash
