Termina una década… bueno, para no entrar en disquisiciones filosófico-matemáticas, dejémoslo en que termina un decenio y aceptemos que pasar de los 2010 a los 2020 tiene un significado especial para todos los que usamos el calendario gregoriano. Termina un decenio y es inevitable que la memoria retroceda en el tiempo –a veces con tono nostálgico, a veces con aire de celebración–, para recordarnos a los que llegaron, a los que ya no están, a los que sabemos que se irán y a los que vivirán tan solo en nuestros recuerdos. Las empresas de tecnología no escapan de esto.
En estos tiempos disruptivos y voraces, en los que el que no se transforma desaparece, hemos visto subidas como palmas y bajadas como cocos; también hemos presenciado el deceso de compañías centenarias y la transformación de algunas que lo hicieron a tiempo y de otras a las que se las llevó la corriente.
Los nombres de algunas de ellas parecen lejanos en el tiempo, incluso parece que hubieran dejado de existir hace más de 10 años. Y como esta es época de recuentos, les entregamos el listado de grandes marcas y empresas de tecnología que desaparecieron, que están en vía de extinción o que dejaron de ser lo que eran entre 2010 y 2019 y tuvieron que transformarse para sobrevivir.
Blockbuster es uno de esos ejemplos recurrentes por los que todo el mundo hace mala cara cuando se menciona, pero que todo el mundo reclama cuando no aparece en estos listados. Aunque ya está un poco quemado, su nombre sigue apareciendo en charlas de tecnología y transformación digital.
Es el testimonio del gigante que no vio venir los cambios o que tal vez los vio y no actuó a tiempo, que dejó pasar las oportunidades (Reed Hastings, CEO de Netflix, le ofreció su compañía a Blockbuster) y finalmente murió. La que fue la cadena de alquiler de video más grande del mundo, fundada en 1985, se declaró en bancarrota en 2010. En 2011 el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó liquidarla y, finalmente, cerró sus tiendas en 2013.
En 1994 había alcanzado su valorización más alta: 8,4 mil millones de dólares.
Si la historia le reconoce al iPhone haber sido el primer smartphone exitoso del mercado, no se puede desconocer la participación de Palm en el desarrollo de los asistentes digitales con pantalla táctil, que hoy son una funcionalidad fundamental de los teléfonos inteligentes que permiten llevar la oficina entre el bolsillo.
Hubo una época en la que Palm (creador de dispositivos, pero también desarrollador del sistema operativo que los alimentaba) tuvo una valorización en el mercado más alta que McDonalds y General Motors. También, una en la que era el dispositivo que todos querían –incluso Sheldon Cooper tuvo una–: las Palm, reiteramos, abrieron el camino para los smartphones actuales.
Palm fue fundada en 1992 por Jeff Hawkins, Donna Dubinsky y Ed Colligan. En 2002 se registró como el primer asistente personal digital oficial (PDA, por la sigla de Personal Digital Assistant). Los dispositivos usaban un sistema operativo propio, pero en 2006 optaron por incluir el Windows Mobile.
En 2008, el CEO de la compañía, Ed Colilgan, anunció el fin de la producción de los PDA y en 2010 Hewlett-Packard compró el sistema operativo para incluirlo en sus dispositivos. Un año más tarde cesó la producción de equipos con el webOS y la empresa fabricante se disolvió. Dos años más tarde, el sistema operativo fue vendido a LG.
La marca Palm aún existía y fue comprada en 2015 por Alcatel, pero como fabricante de dispositivos la disolución se dio en 2011. Ahora hace parte de TCL Corporation (que reúne a empresas de tecnología como Alcatel y BlackBerry).
Kodak fue fundada en 1889, dominó durante años la industria de la fotografía, pero en 2012 se declaró en bancarrota. En 2013 vendió la mayoría de sus patentes a un consorcio integrado por Apple, Google, Facebook, Samsung, Microsoft y más compañías.
En la década de los 80, Kodak libró interminables batallas legales con sus competidores Polaroid y Fujifilm. Sin embargo, estaba en la cima, dominaba el mercado de los rollos de fotografía en Estados Unidos y las cámaras más vendidas eran las suyas. Pero no pudo pelear contra los smartphones.
Luego de anunciar la bancarrota, la empresa pasó a una reestructuración; aún existe, pero ya no es el monstruo que dominaba el mercado de la fotografía.
‘Compatibility and Quality’ –en español, ‘Compatibilidad y Calidad’– es el acrónimo de esta marca mundialmente conocida por ser fabricante de computadores personales. Fue fundada en 1982 y su disolución se produjo en 2013.
Hubo una época en la que Compaq fue uno de los mayores fabricantes de PC en Estados Unidos y una de las empresas de tecnología más importantes del mundo, retando y derrotando a la todopoderosa IBM. Era tan grande que llegó a adquirir empresas como Tandem Computers y Digital Equipment Corporation.
Pero en el año 2002 le llegó el turno de ser adquirida y pasó a manos de Hewlett-Packard por 25 mil millones de dólares. Durante un tiempo algunos productos mantuvieron la marca Compaq, que paulatinamente se fue dejando solamente para aquellos de la gama baja del mercado. Los equipos grandes se quedaron con el nombre HP.
La que fue la empresa líder en teléfonos móviles definitivamente ya no es lo que era. Entre 1998 y 2011 la compañía de Finlandia puso sus teléfonos en todo el mundo – sí, iniciando la década estaba en la cima– , y los más nostálgicos recuerdan los clásicos modelos como el Nokia el 1100.
Nokia tenía dos divisiones de negocio: Nokia Networks y Nokia Technologies. La primera se mantiene independiente, pero la segunda (la de los teléfonos) fue comprada por Microsoft en 2013, que adquirió toda la división de los dispositivos móviles, así como el licenciamiento de las patentes de Nokia. Hoy, los teléfonos de Nokia son fabricados por HMD.
El principal error de Nokia fue no valorar la importancia del software y empeñarse en el hardware: Se confió y no vio la necesidad de sumarse, tan pronto, al mundo de los smartphones; pero una vez con el iPhone en escena ya fue demasiado tarde. Cuando decidió entrar a competir con Android, ya todos le llevaban la delantera. Solo en 2011 dejó de lado su sistema operativo Symbian para adoptar Windows Phone, que tampoco logró el éxito de sus competidores.
Hubo un tiempo antes de Google, que los más jóvenes no recuerdan, en el que el mundo de los buscadores era liderado por AltaVista. Nació como un proyecto de investigación del Laboratorio de Sistemas de Red de Digital Equipment Corporation, en 1995, y llegó a tener una valoración de 2,3 millones de dólares.
¡Fue un éxito, no había nada como AltaVista! Tiene su lugar especial en la historia de las empresas de tecnología, pues en su primer día en línea tuvo unas 300.000 visitas y, en dos años alcanzó los 80 millones (tengan en cuenta que esto fue hace hace más de 20 años). En 1998 fue comprada por Compaq (q.e.p.d.), cuya idea era competir con Yahoo!; luego la compró Overture Services y finalmente Yahoo la adquirió en 2003. Altavista dejó de existir en 2013; de hecho, si hoy escribe altavista.com en su navegador, el sistema lo redireccionará al motor de búsqueda de Yahoo.
Como dato curioso, en 1998 Sergey Brin y Larry Page se acercaron a Paul Flaherty, creador de AltaVista, para hablarle de una idea: el ‘Page Rank’. Aunque se interesó en el algoritmo que formulaban, Flaherty negó la financiación al proyecto. Años más tarde, Brin y Page llegaron con Google.
Aunque no fue la primera, sí llegó a ser la reina de las redes sociales de 2005 a 2008 (así la generación Z nunca haya oído mencionarla)… hasta que llegó Facebook y puso todo de cabeza. En 2006 fue la página más visitada, por encima de Google. Tenía una importancia muy especial para los músicos, porque se convirtió también en su portafolio. De hecho, a raíz del éxito voraz de Facebook, MySpace decidió enfocarse en la música desde 2011.
Aún existe, de hecho enfocada en esa industria, pero en 2016 fue comprada por Viant Technology, aunque su popularidad como red social había disminuido años atrás.
En marzo de 2019, MySpace informó que más de 50 millones de canciones y fotografías, almacenadas entre 2003 y 2015, se perdieron en una migración a causa de un error humano. Si bien el servicio no es el más popular en la actualidad, sí se había convertido en un repositorio de todo ese material, por lo que perder 12 años de datos es sin duda un gran problema. Se borró parte de la historia cultural del mundo y quedó en evidencia uno de los mayores retos de la actualidad, no solo de las empresas de tecnología: la protección del almacenamiento de datos. De parte de la empresa solo hubo un, “nos disculpamos por los inconvenientes”.
MySpace no pudo asegurarlos, ¿pueden otras empresas? Esto le puede pasar a cualquier plataforma a la que se le confíen contenidos.
En algún punto de la historia estuvimos navegando en alguno de los portales de Terra, una compañía española dedicada a contenidos de Internet. Era precisamente una de las abanderadas del concepto de ‘portales de Internet’ que ya tampoco quedan.
Terra también tuvo su capítulo para Colombia, durante el que hizo alianzas con importantes medios de comunicación del país, hasta que comenzó a ver su ocaso con la llegada de las redes sociales. Fue un tiempo en el que Telefónica compró la compañía y no se generó una reestructuración en ese momento, por lo que con el paso del tiempo llegó a ser insostenible. El 29 de junio de 2017 se anunció que los portales y servicios (como correo y chat) dejarían de funcionar.
Este caso es de la historia más reciente, cuando el mundo ya hablaba de influencia digital. Klout servía para medirla.
Nació en 2008 y alcanzó su pico de gloria entre 2010 y 2012. Era la encargada de medir, vigilar y puntuar la reputación de los usuarios en las redes sociales. Fue adquirida por Lithium Technologies en 2014, por 200 millones de dólares, y dada de baja el 25 de mayo de 2018, porque no estaba alineada con los objetivos planteados a largo plazo.
Se repite la historia del juguete de Navidad que todos quieren, pero al cabo de un tiempo ya nadie recuerda, y las empresas de tecnología sí que han sufrido esto. Existen sonidos que se quedan grabados, como la conexión a Internet por módem, las alertas del Messenger (Microsoft) y el pin de BlackBerry.
Los teléfonos de BlackBerry eran los más vendidos, en 2011 entregaron más de 50 millones de unidades, y gozaban de gran prestigio por su seguridad. Eran usados por el expresidente Barack Obama y altos funcionarios, precisamente por este punto. Pero la historia se repite, la entrada al mercado de nuevos actores complicó el asunto.
Por mucho tiempo esta empresa canadiense insistió con su sistema operativo, hasta que no pudo más, los teléfonos comenzaron a llegar con el sistema operativo de Android y en 2016 la marca pasó a manos de TCL Communication Technology Holdings Ltd (dueña también Alcatel y Palm). Ahora estamos frente a nuevo adiós. Aunque se siguieron ofreciendo teléfonos con el sistema operativo de BlackBerry, la BlackBerry World App Store cerrará definitivamente el 31 de diciembre del año 2019 y finalmente el sistema operativo morirá el 1 de enero de 2020.
Esta no es una historia de disolución, sino de transformación. A pesar de que las fotocopias ampliadas al 150 por ciento siguen teniendo una figuración estelar en el mercado colombiano, las industrias que dependen del papel siguen en aprietos para enfrentar el dominio de lo digital. Esto incluye desde las mencionadas fotocopias hasta los medios de comunicación que tienen productos en formato impreso.
La empresa que se inventó las fotocopias ha enfrentado la situación de una forma que hoy le permite ser un holding de empresas de tecnología que tiene en la mira a HP: aunque los ejecutivos de está última se empeñan en decir que no, Xerox ha hecho pública su intención de comprarla.
Xerox estuvo detrás del prototipo del que sería el primer computador personal del mercado, en 1973, una década antes que el Apple Lisa. También participó en el desarrollo del ratón, de la interfaz gráfica de los dispositivos digitales. En febrero de 2018 se anunció que sería absorbida por la japonesa FujiFilm, lo que terminaría con 115 años como compañía independiente. Pero en mayo del mismo año se rompió ese acuerdo, con lo que las acciones de la empresa se desplomaron.
Soy periodista, productora, formadora y emprendedora digital, y tengo el orgullo de ser la integrante más antigua de Impacto TIC, lo que ha hecho que este sea mi principal espacio de formación continua.
También les tengo historias de capoeira, cultura y de Tenjo, Cundinamarca.
Sandra fue periodista de Impacto TIC desde antes de su fundación hasta 2022, y sigue colaborando.
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