Nacido en medio de la pandemia para resolver las necesidades de las escuelas públicas en Bogotá, Aprende en Casa se convirtió en algo más; se trata de una iniciativa que ha permitido entregar casi 50.000 tarjetas SIM para que los estudiantes de bajos recursos puedan acceder a Internet desde sus hogares, continuando y enriqueciendo su proceso formativo.
Según Red Académica, el Portal Educativo de la Secretaría de Educación, Aprende en Casa se define como una estrategia para fortalecer el hogar como un entorno de aprendizaje, proporcionando orientación, contenidos y acompañamiento para toda la comunidad educativa del Distrito.
Nacido en 2020 y potenciado con la tecnología de la ETB para respaldar la conectividad, este programa logró en solo un año llegar a 800.000 estudiantes de colegios oficiales, pero eso no fue todo.
Como parte de Aprende en Casa, se entregaron equipos (tablets) a los estudiantes que no contaban con los recursos financieros necesarios. De esta manera, para 2022, se entregaron 54.844 tablets a 600 colegios.
La importancia de Internet
Tal vez suene obvio, pero Internet es un recurso vital de la educación moderna, y esto incluye a los niños. Por ello, no es extraño encontrar las declaraciones de UNICEF respaldando esta tendencia:
“las restricciones generales al uso de Internet en los niños les impiden aprovechar oportunidades fundamentales de aprendizaje y desarrollo de competencias”.
Por supuesto, se trata de un Internet controlado con control parental y herramientas educativas, tal como se ha venido haciendo en el Distrito. Tampoco fue una sorpresa encontrar que los niños beneficiados por Aprende en Casa no solo han logrado adquirir mayores destrezas digitales, sino que también han beneficiado a sus hogares llevando la conectividad a casa.
Pero Aprende en Casa es más que equipos y conectividad; también es un programa que enlaza diferentes herramientas en líneas como software, portales web, dispositivos móviles y analógicos, como televisión, radio e incluso material impreso.
Y aunque ahora la pandemia empieza a verse como algo del pasado, es conveniente no olvidar los conocimientos adquiridos y las enseñanzas de la crisis que han permitido colocar al estudiante como el centro de la estrategia educativa, con la tecnología como un ingrediente clave al servicio de los niños. Después de todo, la tecnología debe estar al servicio de la experiencia humana.
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