La escena es conocida: entrando al parqueadero del centro comercial, nos recibe una máquina que en tono amable saluda, nos desea buen día e indica que tomemos el ticket para ingresar. Algunos contestamos de forma graciosa, como si el personaje del otro lado –una máquina– fuera a responder ¿Cuántas veces hemos vivido esta situación en los últimos 10 años? ¿Alguien recuerda cuando del otro lado, entregando el ticket, había otro ser humano?
No pasa solo con el oficio del guarda de seguridad. Recepcionistas, incluso analistas han perdido sus trabajos con la llegada de la Transformación Digital o Cuarta Revolución Industrial; han surgido nuevas profesiones mientras otras van desapareciendo, por lo cual se estima que en menos de 20 años se habrán transformado más de 2.000 millones de empleos en el mundo.
José Manuel Petisco, director general de Cisco España, en su columna para el portal ‘Equipos & Talento’ (2017), afirmó que la naturaleza del trabajo está cambiando en la forma como se concibe, siendo conectado, global y móvil. Por eso, en la actualidad las compañías se empeñan en implementar entornos dinámicos y colaborativos que fomentan la productividad, apalancada en la innovación y la satisfacción del colaborador.
Especialistas en el tema –como Thomas Frey, director ejecutivo del DaVinci Institute, y autor de ‘Communicating with the future’– aseguran que para el año 2030, más de 2.000 millones de trabajos no solo habrán desaparecido o se habrán transformado; también 700 profesiones serán reemplazadas por máquinas en 20 años, según la Universidad de Oxford y sus proyecciones.
Frey asegura que para 2030 los robots y la inteligencia artificial ocuparían más de 20 millones de empleos industriales, además de tomar impulso en los servicios, apalancados por avances en áreas como visión por computador, reconocimiento de voz y aprendizaje automatizado, incentivando así la producción económica general, pero a su vez generando conflicto con aquellos trabajadores que aún siguen funcionando de forma operativa.
La ética, ‘en defensa’ de los seres humanos
Sin embargo, aún hay un número extenso de expertos que considera que el desplazamiento total del ser humano por la máquina no es posible, ya que esto tiene aún muchas implicaciones de tipo ético, así como por no saber qué tan confiable puede ser dejarle el rumbo de funciones estratégicas a máquinas programables. Y desde un punto de vista del origen del ser humano, no tendría sentido un desplazamiento total por parte de la tecnología.
Así lo afirma Carlos Oropeza, experto de la compañía Controles Empresariales y máster en Antropología Filosófica: “Lo que sucede en la práctica es que las máquinas están retomando actividades que los humanos nunca debieron haber hecho, porque la fuerza bruta está hecha para una máquina, no una persona. Entonces las máquinas nos dan la oportunidad de que seamos las personas las que pensemos, que nos encarguemos de las labores de pensar. Debemos ser una raza que evoluciona; si los griegos se dedicaban a pensar, ¿qué pasó que nos dedicamos de nuevo a pelear, a destruirnos entre nosotros y a las tareas de la fuerza en lugar de continuar en tareas más estratégicas?”
Por otra parte, en estudios realizado por Oxford Economics se detalló que el desplazamiento de empleos ocasionado por el incremento de robots no se distribuiría de manera uniforme en el mundo ni dentro de los países, ya que esto varía de acuerdo con las dinámicas y contextos específicos. Sin embargo, aquellas regiones con menos calificaciones estarán expuestas a mayores pérdidas de empleos en comparación con aquellas de mayor calificación, aun estando situadas en el mismo país.
Los empleos digitales
Por su parte, la cadena BBC de Londres, en un artículo de enero de 2019, enunció los cinco trabajos digitales que están siendo protagonistas en las bolsas laborales del mundo y afirma que los ‘nómadas digitales’ son los principales actores en esta época de cambios estructurales en materia de empleo:
1. Especialista en Ciberseguridad
Los especialistas en seguridad de datos, nube, información y redes serán los más apetecidos, ya que estos son elementos para las empresas que gozan de valor y cada vez se vuelven más imprescindibles para el funcionamiento de las mismas. Su función también pasa por proteger y garantizar que las organizaciones no sufran ataques cibernéticos donde haya filtración de información de corte no confidencial.
2. Desarrollador de blockchain
Esta labor está basada en el desarrollo de criptomonedas, que ha tomado fuerza en el plano financiero y digital, en el cual se han diversificado los tipos de monedas gracias a que cada vez hay más personas interesadas en invertir en este modelo. Las probabilidades de que las inversiones sean exitosas dependen de conocimientos a profundidad sobre el comportamiento de las divisas con el componente digital, que es su principal característica.
3. Ingeniero de aprendizaje automático
Si bien los robots no van a ocupar los trabajos de las personas, es muy probable que sigan creciendo campos y funciones que están directamente relacionadas con la Inteligencia Artificial. Esta nueva forma no solo va a penetrar en el ámbito tecnológico, pues el industrial ya ha comenzado a verse permeado, tanto que, según un informe de LinkedIn, Apple, Intel y Nvidia son las principales compañías de Estados Unidos que están requiriendo ingenieros de esta índole.
4. Arquitecto de la nube
Un Arquitecto Cloud es casi que imprescindible para una empresa que ha adoptado modelos de almacenamientos en la nube, donde reposan datos e información de valor. Estos profesionales serán los encargados de organizar, gestionar y administrar servidores, además de acompañar el proceso de esta adopción tecnológica que no resulta sencilla para las organizaciones.
5. Analista de inteligencia de negocios
Estos profesionales tienen como objetivo sacar el mayor provecho de los datos a través del análisis, puesto que con base en los resultados las organizaciones toman decisiones. Tienen que estar en el escenario de la informática y business intelligence, conocimientos que les permite desarrollar la habilidad de transformar datos en información de valor para la empresa.
Finalmente, puntualiza Oropeza: “Si nos fijamos bien, las labores de fuerza las hacíamos hace 3.000 años, ¿Por qué queremos quedarnos haciendo las mismas tareas de hace 3.000 años? Cuando dicen que la mano de obra se está perdiendo porque las máquinas nos están reemplazando me parece que no tiene cabida; en lugar de eso, las personas deberían educarse más, estar preparadas y evolucionar de la mano y con la ayuda de la tecnología”.
Entonces, estamos lejos aún de poder afirmar que la tecnología desplazará a los seres humanos. En lugar de eso, lo importante del caso es reconocer que la aparición de las máquinas en la sociedad exige personas mejor preparadas, capacitadas en áreas del conocimiento a las cuales no llegan las máquinas, debemos ocuparnos menos de labores operativas y más de tareas estratégicas que potencialicen las posibilidades del negocio y de la vida misma.
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Imagen principal: Geralt (Pixabay).
