¿Podrá ChatGPT darle nueva vida a Bing? Aunque aún es pronto para decirlo, las cifras son buenas. Según Microsoft, su buscador ha sumado más de un millón de nuevos usuarios y ha superado los 100 millones de usuarios activos diarios desde la integración con la IA en febrero. ¿Pero será suficiente?
Creado a mediados de 2009, Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, fue diseñado para ser el gran competidor de Google, que para aquel entonces tenía el 81% del mercado. Sin embargo, tras años de alianzas, esa promesa nunca se cumplió.
Para ser más exactos, se alió con Yahoo en 2009 y con Facebook un año después, pero a pesar de ello, Bing no logró superar el 8% de participación de mercado hasta hace pocos meses.
Ahora la nueva alianza es con OpenAI, la creadora de ChatGPT, lo que implicó la inversión de 10.000 millones de dólares y logró lo que nunca antes: poner a Google a la defensiva.
Después de todo, de los 224.000 millones de dólares que este gigante recibió en 2022 por concepto de publicidad, más de 162.000 millones venían de la unidad de su motor de búsqueda.
Aumentando la presión
Pero los millones invertidos por Microsoft en OpenAI no sólo fueron para el buscador de Internet Bing, también iban destinados a una integración con la suite de productividad Office, creando un nuevo asistente llamado Microsoft 365 Copilot.
Pero la tecnología de ChatGPT va más allá; también se integra con el navegador de Internet Microsoft Edge y la plataforma de computación en la nube Azure de este fabricante.
Hasta el momento, la alianza parece funcionar. La fase de integración de Bing con la tecnología de ChatGPT, produciendo el producto conocido como New Bing (Bing Chat), logró tener más de 500 millones de conversaciones en 3 meses. Además, la popularidad del navegador Microsoft Edge ha crecido en los últimos 8 meses.
Estas cifras han animado a Microsoft a afirmar que se está reinventando la forma de buscar en Internet, y aunque puede sonar un poco exagerado, no dejan de tener razón en parte. Después de todo, en los últimos años, la forma de buscar en Internet no ha cambiado mucho, al menos para los usuarios.
Por cierto, OpenAI también es la creadora de la plataforma de creación de imágenes Dall-E, que también se ha integrado en Bing con el nombre de Bing Image Creator. Este nuevo servicio, recientemente integrado, también ha logrado generar más de 200 millones de imágenes hasta la fecha.
La respuesta de otro gigante
Como era de esperar, Google no se quedó de brazos cruzados y, por el contrario, corrió para lanzar un competidor a esta tecnología que bautizó como proyecto Bard.
Sin embargo, tal vez corrió demasiado y, como resultado de ese afán, el lanzamiento de Bard presentó errores que le costaron caro en la bolsa, mostrando pérdidas de 100.000 millones de dólares, pero eso ya está en el pasado.
Ahora Google trabaja para integrar Bard directamente en Android, primero en su línea de teléfonos Pixel y también en su navegador, Chrome. De igual forma, en su suite de documentos e incluso para ayudar a programar (generar código). Por cierto, si quieres probar Bard en línea, puedes hacerlo aquí, pero debemos advertirte que todavía no soporta el lenguaje español.
Pero Bard es sólo una de las numerosas plataformas de Inteligencia Artificial en las que ha invertido Google. También está DeepMind y Anthropic. Esta última tiene su propio competidor de CharGPT al que ha bautizado como Claude.
Entonces, siendo realistas, ¿Bing parece que va a ganarle a Google en búsquedas por Internet? Por ahora, no. Google es el rey del mercado con un 91% de dominio en la web (en 2022). Además, aunque la tecnología de ChatGPT sea útil para algunas cosas, no deja de tener retos y errores llamados alucinaciones.
Pero lo más interesante de todas estas nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial, llamadas Large Language Model (LLM), es que abren la puerta a nuevas formas de uso donde los verdaderos ganadores son los usuarios.
Por último, este enfrentamiento entre plataformas de Inteligencia Artificial hará que el evento anual de Google I/O del 10 de mayo sea más interesante que nunca.
