No poder guardar una foto o una canción, o no poder descargar o actualizar una aplicación por falta de espacio en el celular es una sensación desesperante que, incluso, puede ser de las que causan más mal genio en estos tiempos.
El espacio se ha convertido en algo preciado que se cuida con recelo. Por eso, para no generar malestar, debemos gestionarlo de manera adecuada.
De entrada hay que pensar en tener siempre el celular actualizado, en borrar las aplicaciones que no utilice y, de preferencia, usar versiones ligeras de aquellas que sirven, por ejemplo, para gestionar las redes sociales (como Twitter Lite o Messenger Lite). En general, hay que ser ser un poco más conscientes del almacenamiento, que no es infinito y que, si se llena, no es necesariamente por ‘culpa del teléfono’.
Cada ‘familia’ de teléfonos inteligentes, como los iPhone de Apple y toda la variedad de dispositivos con el sitema operativo Android, de Google, ofrece en sus centros de ayuda pautas con los procedimientos detallados para gestionar el almacenamiento. Sin embargo, no está de más recordar algunas de las tácticas generales más efectivas:
Configuración de almacenamiento
Toma unos minutos, pero vale la pena hacerlo para que sus aplicaciones no devoren el almacenamiento de su smartphone. Por ejemplo, configure WhatsApp o su sistema de mensajería instantánea preferido para que no descarguen automáticamente todas las fotos, videos y archivos que le envían a través de la aplicación. Puede hacer lo mismo con Instagram, que viene predeterminado para que se descargue una copia de la fotos o videos que publique. Encontrará la manera de hacerlo en el menú de configuración de cada aplicación.
Borra datos de caché
Aparte de almacenar fotos, canciones y otros tipos de archivo relacionados con las funciones que cumplen (y que son evidentes), las aplicaciones guardan información y archivos temporales que suelen quedarse almacenados sin ninguna utilidad permanente. En otras palabras, el problema no necesariamente es falta de espacio de almacenamiento, sino falta de limpieza. La buena noticia es que toda esa basura se puede eliminar.
Para cada sistema operativo existen aplicaciones en las diferentes tiendas que sirven para limpiar la memoria caché. Sin embargo, desde la versión 4.2 de Android se puede hacer directamente desde los ajustes del sistema. Para hacerlo, siga la ruta Ajustes>Almacenamiento>Datos almacenados en caché y Borrar los datos).
Estos teléfonos tienen la opción de configurar una limpieza automática de la carpeta de descargas. También existen aplicaciones para hacer limpieza, como Clean Master o ES Disk Analyzer.
En el caso de iOS, puede usar aplicaciones como Phone Clean; pero también se puede hacer limpieza desde Ajustes >General >Almacenamiento de iPhone. Allí puede gestionar el uso del espacio de cada aplicación instalada.
Agregue una tarjeta externa
Usar las tarjetas microSD es una de las opciones más populares para gestionar el almacenamiento del teléfono. Se puede hacer en todos, incluso en los iPhone, pues aunque no tienen ranuras para insertarlas, existen adaptadores externos que se pueden conectar al puerto lightning. Sí, es un mecanismo más dispendioso, pero se puede hacer. Lo cierto es que en los celulares Android se suele contar con una bahía interna que no requiere conexiones adicionales, por lo que es más práctica.
En cualquier caso, asegúrese de que la tarjeta que va a comprar sea compatible con su celular, pues no todos los equipos soportan todas las tecnologías o capacidades de almacenamiento.
Una vez tenga la tarjeta instalada, asegúrese de que su celular, efectivamente, la está utilizando para almacenar en ella archivos o incluso para instalar aplicaciones en ella. Parece una recomendación tonta, pero es cierto: hay celulares con una tarjeta instalada, completamente desaprovechada.
Use las nubes
Todos los usuarios de teléfonos inteligentes deben crear un usuario para administrar el dispositivo. Si se trata de un celular con Android, deben usar una cuenta de Google (Gmail); si es un iPhone, deben tener o crear un usuario en iCloud. Eso quiere decir que, de entrada, todos los usuarios disponen de espacio de almacenamiento en la nube (aparte de una serie de aplicaciones de cada familia): iCloud para iPhone y Google Drive para Android.
Tener espacio en la nube permite sincronizar los dispositivos para que los archivos no ocupen espacio en el celular, por ejemplo. Pero además de las propias de cada sistema, los usuarios tienen otras alternativas, como por ejemplo One Drive (de Microsoft), Amazon Cloud Drive, y otras populares como Dropbox, Box o MediaFire.
La mayoría de estos servicios tiene una opción que permite subir automáticamente a la nube las fotos que tome con su celular, bien sea en el mismo instante de hacer las capturas o cuando se conecte a una red wifi.
Aparte de eso, sincronizar su equipo con la nube también le permite tener una copia de respaldo –o backup– que también aliviará dolores de cabeza en el mal caso de perder su teléfono. Usar las nubes también le permitirá acceder a su información desde otros dispositivos y evitar perderla.
Pero, antes que cualquier otra cosa…
Este consejo seguramente debió estar de primero en la lista, pero era tan obvio que decidimos dejarlo para el final: cuando compre su smartphone, calcule el espacio de almacenamiento que va a requerir inicialmente.
Para los nuevos usuarios esta tarea puede ser un poco más compleja, pero siempre habrá un amigo dispuesto a darle una mano. Lo cierto es que hace poco el teléfono de la mamá de un integrante del equipo de Impacto TIC se llenó de fotos y aplicaciones, lo que podría significar que incluso para un usuario normal, 4GB –la capacidad de su teléfono– ya no son suficientes.
En el mercado actual, afortunadamente, ya se encuentran celulares de gama media con almacenamiento desde 32 GB, que son suficientes para no quedarse ‘colgado’ muy pronto…, al menos para empezar.
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