Los niños de Tailandia, una lección de cómo la tecnología puede salvar vidas

Publicado el 14 Jul 2018

Tecnologa al rescate de los niños en cueva de Tailandia

En días pasados el mundo entero puso sus ojos en Tailandia, país que tal vez desde el Tsunami del 2004 no estaba en los titulares de prensa de todos los continentes. La razón: 12 niños de un equipo de fútbol y su entrenador quedaron atrapados en la cueva Tham Luang durante 18 días.

El rescate se prolongó durante tres días y finalizó con éxito el martes 10 de julio, gracias al equipo de buzos que entró por ellos y voluntarios de diferentes procedencias que se sumaron al equipo de rescate. El factor humano fue indispensable, no solo porque entraron por ellos, sino por todo el acompañamiento y el interés de diferentes profesionales por ayudar a rescatarlos.

HeyPhone rescate cueva Tailandia

Sin embargo, la tecnología también fue clave y una de las herramientas más importantes fue el radio HeyPhone.

De acuerdo con el British Cave Rescue Council (BCRC), no solo los buceadores británicos estuvieron en las cuevas, sino también este sistema de comunicación diseñado por un radioaficionado inglés llamado John Hey, y que fue pensado específicamente para rescates en cuevas.

Curiosamente, su creador no lo patentó, por el contrario publicó todas las especificaciones y las dejó disponibles para su libre uso —es una modalidad conocida como Open Hardware—.

En el proceso de rescate también se estudió el uso de tecnología avanzada. Puntualmente fue Elon Musk, que después de que un usuario en Twitter lo incitara, quien decidió pensar en una solución para el rescate: unas cápsulas para transportar a los niños.

Musk, es uno de los líderes del sector tecnológico reconocidos por sus labores filantrópicas y luego de hacer pruebas de las cápsulas viajó a Tailandia y envió a ingenieros para intentar ayudar. Si bien su minisubmariono no se usó, si era uno de los planes alternativos que se tenían en caso de que el plan A no fuera exitoso.

“Recién regreso de la cueva 3. El minisubmarino está listo si es necesario. Está hecho partes de cohetes y se llama ‘Wild Boar’ en honor a los niños. Lo dejaré en caso de que pueda ser útil en el futuro”.

Desde Israel también se ofreció (y se utilizó) tecnología para el rescate. La empresa Maxtech Networks puso a disposición su talento humano y recursos técnicos para la misión. “No pensamos en nada, solo salvar la vida de esos niños”, manifestó Uzi Hanuni, fundador y CEO de la compañía.

Su aporte fueron los equipos de comunicación móvil que funcionan en lugares donde no hay redes de telefonía ni infraestructura física. El sistema proporciona un enlace de voz, datos y video, y cuenta con batería suficiente para diez horas de uso ininterrumpido.

“Estas cuevas son muy largas, y no puedes enviar mensajeros de un lado a otro a través de ellas. Los buzos necesitan estar en contacto constante con su base para que todos sepan dónde están. Ningún otro sistema podría funcionar aquí, excepto el nuestro”.

Paradójicamente John Hey, creador del HeyPhone radio, murió en 2016 y su aporte, en buena parte, es responsable del éxito en la misión de rescate que hoy tiene un final feliz, en el que tanto los niños, el entrenador y la mayoría del equipo involucrado están a salvo —el buzo retirado de la Marina tailandesa, Saman Kunan, cuando distribuía bombonas de oxígeno entre los rescatistas—.

Cuando la humanidad se une por un objetivo común los resultados son buenos. Esta es una gran historia y ejemplo de colaboración, sin importar la procedencia, el idioma u otros factores, vale la pena mover cielo y tierra para salvar vidas.

Fuentes:
British cave rescue diver involvement in the Luang Nang Non, cave rescue incident, Thailand.

Tecnología israelí, clave en el rescate de niños en Tailandia.

Rescuers turn to Israeli tech to help save trapped Thai boys.

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Sandra Defelipe Díaz

Soy periodista, productora, formadora y emprendedora digital, y tengo el orgullo de ser la integrante más antigua de Impacto TIC, lo que ha hecho que este sea mi principal espacio de formación continua. También les tengo historias de capoeira, cultura y de Tenjo, Cundinamarca. Sandra fue periodista de Impacto TIC desde antes de su fundación hasta 2022, y sigue colaborando.

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