Por: Adriana Gutiérrez, directora de canales, Infor América Latina.
La incorporación de la automatización ha sido uno de los resultados que dejó la pandemia, su impacto en la industria de la manufactura es indiscutible y le trajo retos significativos al sector, más aún si se habla de soluciones especializadas por industria que optimicen procesos en todas las áreas de una compañía. Con la disrupción que hubo en los últimos dos años a un ritmo acelerado, la única constante es el cambio. La necesidad de disminuir las demoras y los valores de transporte, como también la búsqueda de una producción más sustentable lleva a la necesidad de que las organizaciones ajusten sus procesos de manufactura.
¿Qué significa esto? Desde los 80s, el modelo empresarial global de manufactura ha estado centrado en ubicar a las fábricas en países menos desarrollados, por ende con menores costos laborales. Esto tenía sentido cuando las cadenas de suministro y los procesos “just in time” eran eficientes y económicos. Sin embargo, esta lejanía geográfica afectaba la producción al no considerar la proximidad con los clientes, ni los temas ecológicos.
Actualmente, con los precios de transporte por las nubes, y con escasez de espacio en las embarcaciones y containers, las empresas reconocen el beneficio de contar con un transporte más corto y mudar la manufactura más cerca de sus clientes, pero para esto es necesario repensar la operación de las fábricas.
Gracias al avance de la digitalización, la automatización, la robótica, el machine learning, y demás técnicas modernas de manufactura, ha aumentado la capacidad de crear fábricas más pequeñas, automatizadas e inteligentes, ubicadas en países y ciudades más cercanas a los clientes. Es así como la automatización enfocada por cada industria contribuye a optimizar los diferentes procesos de una empresa manufacturera.
Básicamente, la automatización permite a las empresas de manufactura desarrollar nuevas fábricas inteligentes en otros países. Así mismo, da paso a notables reducciones en los precios de producción, eficiencia en los procesos y tiempos de respuesta superiores, teniendo en cuenta que cualquier gestión que esté totalmente estandarizada, digital y automatizada es más rápida que los procesos manuales. Y, el resultado es, en definitiva, favorecer la velocidad en la respuesta de entrega y en la calidad de los productos. Cuanto más automatizada sea la fábrica, mayor flexibilidad puede tener ante los cambios del mercado.
A medida que más empresas de manufactura adoptan la automatización, las prácticas sustentables y las fábricas inteligentes instaladas en zonas más cercanas (que también utilizan otras prácticas y procesos 4.0) se hacen cada vez más comunes. Como ejemplo, nosotros nos hemos asociado a Deloitte para abrir una fábrica inteligente en Wichita, Estados Unidos, en el Campus de Innovación de la Universidad Wichita State para ayudar a las empresas de manufactura a explorar casos del uso de nueva tecnología y así transformar las instalaciones en fábricas inteligentes.
Muchas empresas ya han comenzado a integrar la tecnología de la Industria 4.0, incluyendo la inteligencia artificial, en sus procesos empresariales. Por ejemplo, la mayor empresa del mundo de manufactura de grúas Combilift, cuenta con 60,000 camiones en operación y debe cumplir con las necesidades de cada uno de sus clientes, además usa tecnología específica para lograr que cada vehículo recibe el servicio y las partes adecuadas necesarias para cada tarea. Una solución de IA junto con el sistema ERP en la nube ayuda a automatizar los procesos para la generación de listas en tareas específicas, mejorando la eficiencia y precisión de las recomendaciones, optimizando el proceso de cotización de servicios, disminuyendo el estrés del personal y garantizando al cliente que se logra todo en una sola reparación.
En conclusión, los principales retos son: primero, ¿cómo unificar e integrar toda la tecnología? y segundo, ¿cómo implementarla en todo el entorno de producción? Reemplazar la tecnología vieja, en gran escala, frecuentemente significa un cambio en los flujos de trabajo, en los procesos y en las mediciones. Este cambio puede ser un desafío y para lograrlo las empresas deben implementar tecnología de vanguardia con soluciones en la nube específicas para cada industria.