“Para trabajar en tecnología no tienes que ser ingeniera o programadora”: Daniela Álvarez, gerente en Kaspersky

Publicado el 15 Mar 2022

Mujeres en tecnología
Daniela Álvarez de Lugo, Gerente General de la región Norte de Latinoamérica para Kaspersky.

Daniela Álvarez de Lugo nació en Venezuela y hace parte de las mujeres que han abierto un espacio de participación femenina en el sector de la tecnología. Actualmente es la gerente general de la región Norte de Latinoamérica para Kaspersky, una empresa líder en servicios y productos de ciberseguridad. Allí es la responsable de desarrollar e implementar estrategias de negocio para lograr el crecimiento de la región, así como la coordinación e implementación de estrategias dirigidas a los socios y clientes.

A lo largo de su carrera ha conseguido ocupar cargos de liderazgo, con oportunidades para las que el hecho de ser mujer nunca ha sido un impedimento. Daniela fue también gerente de Ventas Corporativas para la región Andina, donde dirigió el posicionamiento de las soluciones de Kaspersky en cuentas Empresariales, con más de 500 nodos. Ayudó a determinar la estrategia de captación y desarrollo de canales, ampliando la base de canales Silver y Gold para cada país. A su vez, incrementó la penetración de los productos B2C cautivando a grandes minoristas para lograr ventas de las soluciones de Kaspersky para el hogar.

Como ella misma dice, todo lo ha conseguido por méritos y esfuerzos. Su carrera empezó hace 10 años en Telecomunicaciones Movilnet, el primer proveedor de telefonía móvil en Venezuela; allí comenzó en el área de Atención al Cliente, pasando por Clientes Corporativos y Suministros de Mercadeo. Uno de los proyectos en los que participó fue ganador del ‘Premio a la Excelencia Cantv 2001’.

En entrevista con Impacto TIC, Daniela habló de su experiencia en el sector de la tecnología, de su rol como mujer dentro del sector, y de cómo se están cerrando las brechas de género gracias a los avances que se han logrado en los últimos años. Como parte del especial de mujeres en Tecnología, Innovación y Ciencia, esta charla busca incentivar al sector, tanto mujeres como hombres, a abrir espacios de participación que promuevan la equidad e igualdad de género.

¿Cuéntenos sobre su experiencia en el sector de la tecnología?

Yo empecé a trabajar en tecnología en el año 2005. Tenía 21 años cuando empecé a trabajar. Inicie en una unidad muy pequeña de un operador de telefonía celular de Venezuela que se llamaba Movilnet. Al mirar cómo ha sido mi trayectoria, todo ha sido por méritos. Yo creo que tengo una suerte que muchas no han tenido. Allí empecé trabajando con clientes corporativos, grandes empresas que tenían su plan de telefonía móvil con Movilnet.

Un día me dieron la oportunidad para pasarme a trabajar con la unidad de mercadeo para atender o desarrollar canales de distribución. Yo tenía que buscar sitios para vender la telefonía móvil que no fueran convencionales. Hice parte de un equipo multidisciplinario que creó un canal único de ventas para los centros de comunicaciones de la corporación. Poco a poco fui creciendo, teniendo cada vez más responsabilidades, trabajando con equipos multidisciplinarios, manejando presupuesto, delegando actividades, etc. Esto no iba más allá de mis capacidades.

Me he dado cuenta que tengo la capacidad de crear puentes y conectar personas para la resolución de problemas o llegar a acuerdos de mutua ganancia. En ese momento no lo veía, pero ahora es cuando más lo valoro. Además que tuve la fortuna de desarrollarlo sin saberlo, todo era muy intuitivo. En esa empresa estuve 10 años, después la nacionalizaron.

Salí de allá cuando mi hija tenía 6 meses, decidí parar y me quedé en casa cuidando de mi bebé durante un año. Sin embargo, creo que fue una mala decisión salirme del entorno laboral. Sé que hay muchas mujeres que deciden poner sus esfuerzos en la casa, y no está mal, pero mi decisión fue por tema laboral y no porque fuera mi proyecto estar en casa. Fue muy duro, y necesitaba volver.

Me salió una oportunidad para trabajar en un mayorista, a ser la gerente comercial. Una vez más a manejar relaciones, me encargaba de todos los fabricantes. A mis 31 años yo era responsable de que el primer distribuidor de Microsoft en Venezuela fuera rentable. Todavía me sorprendo de que me hayan dado semejante oportunidad. El dueño era un hombre, y en su momento me dijo: “A mí me encanta trabajar con mujeres porque tiene un visión más amplia sobre cómo resolver problemas. Ustedes tienen una aproximación a los problemas desde diferentes puntos de vista, no solamente desde uno”.

Yo en ese momento no sentía que había diferencias en el mundo. Tanto así que la persona que me dio la oportunidad de trabajar en Kaspersky fue un hombre. La persona encargada de Kaspersky en Colombia era un hombre que había decidido salir de la empresa, me contacta y me pide que me vaya a trabajar con ellos. Inicié en junio de 2012 en Kaspersky, este año cumplo 10 años.

¿Cómo ve la participación de la mujer en cargos relacionados con tecnología?

En Kaspersky es donde mi carrera ha crecido de una forma exponencial. Trabajo en una área que está liderada por hombres. Pero, yo creo que las mujeres no estamos cerca de la tecnología desde pequeñas porque a lo mejor tenemos el pensamiento de que trabajar en ciberseguridad es la visión de ese hacker puesto atrás –representado por un hombre– y no nos sentimos conectadas.

Resulta que para trabajar en tecnología no necesitas echar código. Yo soy administradora, yo estoy en el área de ventas, y necesito saberme relacionar. Yo creo que este negocio a nivel mundial está liderado por hombres, pero porque no hay un acercamiento a la tecnología para las niñas en los colegios.

Daniela Álvarez, Kaspersky

Creo que ahí puede haber una gran diferencia, tenemos que saber cuál es el aspecto de la ciberseguridad y no solo relacionarlo al hacker, sino que hay una persona encargada de una gran negociación. A lo mejor está ese hacker de sombrero blanco desarrollando las herramientas para prevenir, y son mujeres también, pero hay que hablarlo. Hay que acercar a las niñas a la tecnología.

Con eso que usted dice, ¿cómo motivar a niñas y jóvenes a que estudien carreras STEM?

La vez pasada hablaba con mi esposo y un amigo, me decían que ellos vieron clase de taquigrafía en el colegio. Yo, en cambio, vi clases extracurriculares de corte y costura, y de cerámica. Entonces qué tal que hoy las niñas aprendan programación. Mi hija ve programación, pero porque ella estudia en un colegio privado. Qué tal si nos ocupamos de que las niñas vean computación, vean programación.

No necesariamente la inversión para enseñar programación tiene que ser muy grande, es simplemente tener la amplitud de decirles que vean audiovisuales, radio, programación, cómo hacer presentaciones y comunicaciones efectivas. Darles esas herramientas que te pueden acompañar en una carrera de tecnología y no necesariamente tienes que ser ingeniero o de computación. Es ahí donde nosotros tenemos que marcar la diferencia.

A mi me preguntan amigas y jóvenes, “¿sí estudió administración, puedo trabajar en tecnología?”. Yo soy administradora, yo no soy ingeniera y trabajo en tecnología. Mi única carrera en tecnología ha sido una en telecomunicaciones y ahora en ciberseguridad. El gran esfuerzo que tenemos que hacer es de replicar estos casos de éxito.

En su experiencia de estos años, ¿cómo se pueden cerrar las brechas de género en las empresas?

Yo he tenido la fortuna de tener personas que han creído en mí. Yo empecé siendo vendedora para cuentas corporativas en Colombia, Ecuador y Venezuela. Cuando me vine a Colombia en 2015, me encargué solo de Colombia, y reventé los números en Colombia. En 2016, en un gran cambio que tuvo la corporación cuando Latinoamérica se independizó de mercados emergentes, mi jefe de ahora, Claudio Martinelli, me pidió que me hiciera cargo de la gerencia general del área andina.

En la estructura de Latinoamérica hay 4 gerentes generales. En México y Brasil son 2 hombres, y en el norte y sur de Latinoamérica somos 2 mujeres. Y no es solo por ser mujeres que estamos ahí, que es la gran cosa a aprender, es porque somos profesionales, somos eficientes, trabajadoras incansables, somos honestas, leales. Son las cosas que te hacen crecer dentro de una corporación.

Daniela Álvarez, Kaspersky

Yo sí sé que mi compañera y yo hemos sido muy afortunadas porque la realidad del mundo no es esta que vivimos ella y yo. Con lo cual tenemos una gran oportunidad de oro, tenemos la oportunidad de contratar mujeres y formar mujeres por sus capacidades no por su género. Podemos abrir el espectro, podemos desmitificar que la tecnología es un mundo de hombres.

El año pasado en Kaspersky hicimos un estudio que se llama ‘Dónde estamos ahora’, que entrevistaba a profesionales (hombres y mujeres) en todo el mundo sobre cuál era su posición actual. Más de la mitad de las mujeres en Latinoamérica que trabajan en tecnología han visto que se han nivelado los temas de igualdad de género en organizaciones de Latinoamérica. Hace 2 años esta era otra historia.

El 75 % piensa que el género no es relevante para progresar en la industria, sino que dependen 100 % de tus capacidades. El 71 % responde que son respetadas en sus entornos laborales, y dicen que sus opiniones son tomadas en consideración. El 53 % dice que el número de mujeres en cargos directivos ha crecido en los últimos 2 años en Latinoamérica. Eso nos pone a años luz del resto del mundo, porque si sacas el número mundial solo el 30 % de los cargos directivos están ocupados por mujeres. ¡Esa es una gran noticia!

¿Por qué cree que en los últimos años haya habido ese crecimiento en el sector, especialmente en América Latina?

Porque yo creo que en los 2 últimos años la situación nos puso en un momento en el que vales por lo que sabes y no necesariamente por lo que eres. Las organizaciones evalúan: si Daniela es una gran comunicadora, entonces la pongo a liderar un equipo que necesita vender a distancia, o si Pedro es un gran cerrador, lo pongo a manejar las cuentas nombradas porque necesito que por un Zoom se cierre un negocio millonario.

Yo creo que no se está pensando en la continuidad de lo que es, es decir, si los próximos al mando son todos Pedro porque tienen rato ocupando esa posición. Se dieron cuenta que hay una Daniela que tiene habilidades que en este momento van a ser aprovechadas de una forma más eficiente que las de Pedro.

Yo creo que el tema de la pandemia nos ayudó muchísimo a demostrar de qué estamos hechos los profesionales. Creo que de ahí viene un cambio importante en los temas de los roles de liderazgo, no de lo que era la norma anteriormente. El rol de las habilidades ha venido a tomar un papel protagónico de los que era la normalidad antes.

¿En su organización, con todo el recorrido, y con su puesto actual, tiene contemplado impulsar la participación de las mujeres?

Nadie va a pelear tú pelea por ti. Todo empieza por creértelo, por sentirte capaz y ser tu propio abogado de tu causa. Es decir, si yo considero que el sueldo debe ser tanto, yo tengo que tener la entereza de sentarme o con mi jefe o con recursos humanos, y decirles por qué yo necesito tener un sueldo de ese tamaño. No necesariamente comparado con cualquiera de mis colegas hombres, sino decir por qué me lo debo ganar.

Yo no creo que los cambios vengan por las imposiciones de que tienes que tener una cuota de mujeres y yo te contrato porque tengo que cumplir un número. Entonces, yo insisto en que uno debe luchar sus batallas, ser replicador interno de esas batallas. ¿Cómo?, trabajar y reconocer al empleado por sus capacidades es una de las grandes cosas que pueden cambiar los escenarios que vivimos ahora.

Hay que regar la voz, con tus amigas, colegas, vecinos, las amiguitas de tu hija en el colegio. Yo creo que con hablar mucho, con exponernos mucho. En el colegio de mi hija he hecho este tipo de cosas para hablar sobre mi trabajo. En espacios como este que a lo mejor lo va a leer una adolescente que está eligiendo qué estudiar. Debemos empezar a desmitificar este mundo de hombres que es la tecnología, estamos en el lado correcto del mundo, en el lado al que le podemos sacar el mejor partido.

Daniela Álvarez, Kaspersky

Foto Principal: ThisIsEngineering de Pexels

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Laura Suárez Bernal
Laura Suárez Bernal

Comunicadora social y periodista. He trabajado en periodismo digital y 'social media', y tengo experiencia en periodismo de investigación y de datos. Ganadora del premio Accenture al periodismo 2022 en la categoría Negocios y Tecnología. Realicé un diplomado en periodismo de investigación con el CIDE México y la Fundación Ford.

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