‘Homeschooling’: la evolución de la educación en casa aprovechando la tecnología

La disrupción que Internet ha generado en la educación es inmensa y ha permitido que familias vuelvan a educarse en casa. Pero más allá de cómo hacer ‘Homeschooling’, hablamos del impacto, las oportunidades y los retos de este método.

Publicado el 14 Jun 2018

Foto: Cortesía Denise Danielle Bourne- grandesgenios.co
Foto: Camilo Guzmán- grandesgenios.co

No se trata de una práctica nueva o de moda, aunque tal vez su nombre sí pasó por un retoque gracias a las posibilidades actuales, pero en realidad se trata de la educación en casa o personalizada, o que impulsa a los niños y jóvenes, de alguna manera, a ser autodidactas. Hablamos de ‘homeschooling’, la educación fuera de las instituciones educativas tradicionales como el colegio o la universidad y en la que se destaca el emprendimiento, la colaboración, la tecnología y la disciplina, entre otras.

Sin embargo, a pesar de que se habla de eLearning, de plataformas de educación y de la disrupción que la tecnología ha traído también a la educación, el ‘homeschooling’ sigue siendo un tabú.

Si bien el derecho a la educación es uno fundamental, aún parece estar amarrado al sistema educativo tradicional, y los padres que optan por la educación en casa muchas veces deben estar dispuestos a enfrentar batallas legales o vivir con el temor de la llegada del Bienestar Familiar.

Conversamos con dos mamás, Denise Danielle Bourne y Mohana Guerrero, que ya tienen experiencia haciendo ‘homeschooling’ y que además promueven esta práctica, facilitando espacios de ayuda y alternativas para padres e hijos que se animen a salir del modelo de la educación desde un colegio.

Denise y sus hijos tienen varias experiencias de emprendimiento como HomeSchooling Bog, y Mohana promueve estrategias y metodologías de pedagogía alternativas desde Educational Inspire.

Denise y sus hijos de 10 y 12 años llegaron a un pacto hace poco más de 3 años. Saldrían del colegio para estudiar en casa. Ellos siempre supieron que existían más formas de aprender que solo ir al colegio, pero cuando se dieron cuenta de que en efecto podían estudiar en casa enfocándose en lo que ellos querían, llegaron al dilema.

“Ellos siempre han sabido que hay más. Es muy sabroso aprender así y es posible”, comentó Denise, y agregó que cuando tomaron la decisión de hacer ‘homeschooling’ sabían que podían estar equivocándose y que tal vez sería necesario volver al colegio. Hasta ahora, eso no ha sucedido y en cambio sus hijos estudian por el gusto de estudiar, no por la obligación, la nota o la competencia.

¿Cómo lo hacen? Metodologías para hacer ‘homeschooling’ existen muchas. Desde llevar el colegio a la casa, siguiendo horarios y un plan de estudio, hasta la experimental en la que puede entrar cualquier iniciativa, como tomar clases de ciencias en el Jardín Botánico, contratar tutores o usar plataformas de educación como Khan Academy, EDX y Platzi, entre otras, las cuales tienen espacios exclusivos para niños.

La percepción de la educación

Como ya se mencionó, la educación en casa no es algo nuevo. Así se educaban las personas siglos atrás, aunque era un lujo de personas con dinero.

Se contrataban tutores, e incluso había más interés por enseñarles artes. Luego vino toda la lucha social para que las mujeres tuvieran derecho a estudiar también y, por lo menos en el papel, la educación pasó a ser un derecho fundamental en todo el mundo.

¿Homeschooling, la democratización de la educación?

Pero se pasó de tener educación personalizada a entrar en un modelo donde se industrializó, llegando a tener clases con un profesor para 30 o 40 niños. “La masificación es un arma de doble filo”, opina Denise, y defiende que un modelo de ‘homeschooling’ es realmente más democrático, pues los niños pueden elegir qué quieren estudiar y hay alternativas gratuitas, no se trata de un lujo. Eso sí, contando con el acceso a Internet como un derecho fundamental, y aquí programas e iniciativas como los Puntos Vive Digital son realmente útiles.

Por su parte, Mohana agrega que la industrialización de la educación también se convirtió en una preparación para un único modelo: “Los ponen a estudiar jornadas de 8 horas, para luego salir a trabajar 8 horas”. El tiempo no es de ellos, y de hecho el tiempo en familia se reduce. Aquí el reto es: ¿Cuántos papás quieren realmente comprometerse con la educación de sus hijos como seres humanos y no delegar esa responsabilidad a otros?

Mitos mandados a recoger

Los padres que optaron por esta opción no pueden evitar torcer los ojos cada vez que escuchan frases como las siguientes:

  • “Pero la socialización es importante”. “Es usual que los padres que recurren al ‘homeschooling’ lleven a sus hijos a otras actividades que les gusten, como talleres, foros o clases adicionales, llegando a desarrollar más capacidades de socialización. Mi hijo estudia en la casa, no está encarcelado en ella”, comentó Mohana.

Y en muchos casos los niños tienen una vida social más activa que la de los mismos padres. En caso de Mohana, su hijo Sol asiste a clases en el Jardín Botánico, Yoga, Kung Fu y Capoeira, mientras que los hijos de Denise, además de sus actividades, también se destacan como conferencistas e incluso han tenido la oportunidad de ser jurados en el Peace Startup Weekend y desarrollan emprendimientos como Grandes Genios University, presentada en Colombia 4.0.

Experimentos (emprendimientos) de los Grandes Genios, Daniel y Sebastián Ramos.
  • “En el colegio aprenden a ser disciplinados”. Tanto Mohana como Denise se asombran de la iniciativa de sus hijos. “Subestimamos a los niños”, reconoce Denise, y explica que al estudiar lo que ellos quieren se motivan, se involucran, trabajan en sus proyectos, los sacan adelante y llegan a ser más disciplinados que cualquiera, porque no funcionan mediante la amenaza o el miedo de la nota. Hacen sus actividades porque quieren hacerlas y cumpliendo los tiempos que, por ejemplo, las plataformas de educación en línea les piden.
  • “El diploma y el aval detrás de una institución es importante”. Si el objetivo es estudiar por el cartón, hay universidades como Harvard que tienen cursos en línea con certificados. “He visto certificaciones por 10 dólares”, cuenta Denise. Pero más allá de poder obtener diplomas, el foco está en lo que están aprendiendo, por el conocimiento mismo, y no en inflar una hoja de vida.
  • “Me gustaría, pero tengo trabajo y no tengo tiempo”. La educación en casa puede tercerizarse, existen tutores especializados en esto (tanto Denise como Mohana tienen una red de educadores para recomendar) y que esta modalidad resulta más económica que una pensión en un colegio privado. Además, dependiendo de la edad, los niños pueden ir a otros espacios.

En este caso, ambas mamás están más que comprometidas y adaptaron sus labores profesionales para hacerlas en casa y poder estar con sus hijos. Aquí el teletrabajo también juega un rol importante.

Retos del ‘homeschooling’

Foto: Cortesía Mohana Guerrero.

Los padres de familia que optan por la educación en casa no se enfrentan tanto a retos de herramientas, porque hay muchísimas y es cuestión de saber elegir, sino de aspectos sociales más amplio. Por ejemplo: “¿Qué les va a ofrecer una universidad a mis hijos?”.

A uno de los niños de Denise le encanta el diseño y lleva 3 años tomando cursos de esta área, pero para cuando esté en edad de entrar a una universidad ya acumulará fácilmente 10 años de experiencia. ¿Debe entrar a un pregrado en diseño, donde probablemente tendrá que ‘devolverse’ a principios que él ya dominará? ¿Qué alternativas ofrecen las instituciones para casos como este? ¿Las universidades están preparadas, tienen soluciones? ¿Es necesaria la universidad en absoluto?

Ella no se preocupa por si ellos van a aprobar algún examen de admisión, o por el puntaje en el ICFES –que pueden presentar como independientes, pero solo a los 18 años, y que debería replantearse porque excluye a niños que están capacitados para presentarlo a los 16, como quienes estudian en una institución formal–, sino por no ver alternativas de educación superior ajustadas para sus hijos.

Por otro lado, está el tabú y la comprensión tanto social como legal de la educación en casa, entender que hay más formas de aprender además de seguir un plan de estudios genérico, que son igualmente válidas. “Cuando decidí hacer esto, sabía que tenía que seguir el camino de ‘no miedo’, y muchos padres que hacen ‘homeschooling’ deben citar el Artículo 18 de la Constitución sobre objeción de conciencia para defenderse”, comentó Mohana.

Ya en un entorno familiar, el principal reto es precisamente el que los padres se comprometan con la educación y no esperar que otros lo hagan por ellos. No se trata de aprender a sumar o a leer, sino de formar seres humanos. Y, tristemente, muchos padres se encuentran con que no saben qué hacer con sus hijos en casa.

“No sabemos cómo educar a nuestros hijos”. Denise explica que el ‘homeschooling’ no es para todo el mundo, así como no todos los colegios o las metodologías funcionan igual para todos los niños. Pero que el principal reto de esta modalidad de educación está en el compromiso de los padres, quienes a veces literalmente no saben qué hacer con sus hijos y descargan en el colegio o en un tercero toda su formación.

La idea tampoco es que dejen a sus hijos inscritos en varios cursos y que se queden pegados todo el día a una pantalla. La tecnología es solo una facilitadora, no es ni buena ni mala, solo depende del uso que le demos.

Plataformas que habilitan el Homeschooling:

Plataformas de educación virtual.

Khan Academy

Viajeros del Pentagrama

Platzi Kids

Conferencias TED

Organizaciones y blog especializados.

International Homeschooling

Homeschooling Colombia

Academia Home School

Homeschooling Bog

Homeschooling Academy

Escuelas que ofrecen programas de ‘Homeschooling’.

K12

Renfort

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Sandra Defelipe Díaz

Soy periodista, productora, formadora y emprendedora digital, y tengo el orgullo de ser la integrante más antigua de Impacto TIC, lo que ha hecho que este sea mi principal espacio de formación continua. También les tengo historias de capoeira, cultura y de Tenjo, Cundinamarca. Sandra fue periodista de Impacto TIC desde antes de su fundación hasta 2022, y sigue colaborando.

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